En la parte 6a de nuestra serie de análisis de información relacionada con Comirnaty, revisamos lo que dicen los prospectos sobre la administración de la vacuna durante el embarazo. Analizamos los prospectos de cuatro organismos reguladores: Reino Unido (MHRA), Unión Europea (EMA), Canadá (Health Canada) y EE UU (FDA), comparando el contenido de cada organismo.
En ese momento, concluimos que todos los organismos reguladores tenían dudas: “Aún no hay datos disponibles sobre el uso de Comirnaty durante el embarazo” (EMA y MHRA); o “Los datos disponibles sobre la administración de Comirnaty a mujeres embarazadas son insuficientes para informar sobre los riesgos asociados a la vacuna durante el embarazo” (FDA); o “Aún no se ha establecido la seguridad y eficacia de Comirnaty en mujeres embarazadas” (Health Canada).
Posteriormente, analizamos los mensajes del NHS (el sistema nacional de salud inglés), la UKHSA (la agencia de seguro social del Reino Unido) y los CDC (de EE UU) para determinar si reflejaban esta indecisión en el contenido del prospecto, que contiene la información esencial sobre los medicamentos que debe llegar a las pacientes. Ninguna de estas organizaciones manifestó su indecisión: “Es seguro vacunarse durante cualquier etapa del embarazo”.
En ese momento, la ausencia de datos del estudio NCT04754594 de Pfizer BioNTech [1] (protocolo del fabricante: Protocolo C4591015), afectó a la postura de las agencias reguladoras, a pesar de los pronunciamientos imprudentes de la UKHSA y los CDC.
El Protocolo C4591015, o su título completo:“Estudio de fase 2/3, controlado con placebo, aleatorizado y con observador ciego, para evaluar la seguridad, la tolerabilidad y la inmunogenicidad de un candidato a vacuna de ARN del SARS-COV-2 (BNT162b2) contra la covid-19 en mujeres embarazadas sanas de 18 años o más” se anunció por todo lo alto mediante un comunicado de prensa el 18 de febrero de 2021.
Según el comunicado, “Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones y desarrollar covid-19 grave, por lo que es fundamental desarrollar una vacuna segura y eficaz para esta población. Agradecemos profundamente a las voluntarias que se están inscribiendo en el ensayo y a los investigadores del centro que lideran este trabajo”. A continuación, se anunció que se preveía reclutar a 4.000 mujeres.
El protocolo [2] y el plan de análisis estadístico [3] se publicaron en el registro, y tras ello, no se hizo ninguna declaración. Los resultados aparecieron en el registro del ensayo, sin mayor alboroto, el 6 de diciembre de 2024.
¿Qué nos dicen? En primer lugar, toda la base de datos está en formato de registro, lo que significa que incluye todos los elementos esenciales de diseño, pocos comentarios y numerosas tablas. En segundo lugar, el número de 4.000 mujeres se redujo a 726 participantes, de los cuales 348 embarazadas fueron aleatorizadas para recibir tratamiento, y 335 eran los bebés de esas mujeres embarazadas. Por lo tanto, inicialmente había 174 mujeres en cada grupo (30 microgramos de Comirnaty o placebo de solución salina), y 161 y 159 completaron el estudio con una segunda dosis de vacuna tras 6 meses de seguimiento.
El bajo número de participantes es un problema importante, pero si analizamos el protocolo, hay peores noticias. En el ensayo de fase III solo se inscribió a mujeres con entre 24 y 34 semanas de embarazo, y en el de fase II de entre 27 y 34 semanas. Obsérvese el cambio de tres semanas entre las dos fases.
Esto significa que los fabricantes no evaluaron la posible teratogenicidad, ni la toxicidad de la vacuna en fetos durante las primeras 23 o 26 semanas de embarazo.
La Guía de la FDA para la industria sobre la Farmacocinética en el Embarazo establece que «las participantes en el estudio deben ser representativas de una población típica de pacientes que podrían recibir el fármaco en estudio, incluyendo raza, etnia y trimestre de embarazo» [4]. El primer trimestre (las primeras doce semanas de embarazo), son esenciales para comprender los posibles efectos teratogénicos o su impacto en los abortos espontáneos.
Según los datos, las señales de malformaciones congénitas (riesgo relativo = 1,67 [IC del 95%: 0,62 a 4,48; p = 0,31]), eventos adversos de especial interés, incluyendo anomalías congénitas significativas y retraso del desarrollo (RR = 2,5 [IC del 95%: 0,34 a 12,7; p = 0,27]) y preeclampsia (RR = 2,02 [IC del 95%: 0,38 a 10,90; p = 0,41]) no alcanzaron significancia estadística, ya que el tamaño de la muestra fue demasiado pequeño para detectar una diferencia real. Pfizer dijo que concluyó el ensayo clínico porque tenía dificultades para inscribir a embarazadas en un ensayo controlado con placebo cuando se han emitido recomendaciones universales para vacunar contra la covid-19 a todas las mujeres embarazadas y hay disponibilidad de vacunas contra la covid-19 a nivel global.
No hay mucho más que agregar a nuestros comentarios excepto señalar que el diseño difiere de otros ensayos de Comirnaty porque si bien establece que es para participantes sanas, el ensayo permitió la inclusión de participantes con infecciones crónicas estables por VIH, VHC o VHB, que se definen en la página 133 del protocolo.
La preexistencia de una infección crónica podría haber sesgado los resultados, especialmente dado el reducido número de participantes y la tasa de deserción relativamente alta.
Concluimos que las mujeres en edad reproductiva, especialmente aquellas en el primer trimestre de embarazo, no deben exponerse a ninguno de los componentes de Comirnaty hasta que se realice un ensayo de fase III con la potencia estadística adecuada y se publique el informe del estudio clínico.
Referencias