Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Economía y Acceso

Entrevistas

Fortalecer la protección de la propiedad intelectual beneficia a las grandes compañías farmacéuticas, no promueve la innovación o la salud: Joseph Stiglitz (Stronger IPR is about profits of big pharma—not jobs innovation or health: Joseph Stiglitz)
The Times of India, 1 de marzo de 2015
http://blogs.timesofindia.indiatimes.com/News-sick/stronger-ipr-is-about-big-pharma-profits-not-health-joseph-stiglitz/
Traducido por Salud y Fármacos

El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz ha criticado fuertemente la presión que ejerce EE UU sobre el régimen de propiedad intelectual de la India. Stiglitz, junto con sus colegas Dean Baker y Arjun Jayadev, hablaron con Rema Nagarajan sobre el polémico tema de las patentes y el interés público en India

Ustedes han escrito en varias publicaciones que los monopolios que otorgan las patentes son económicamente ineficientes. ¿Por qué?
Los monopolios derivados de la protección de patentes son económicamente ineficientes, al igual que cualquier otro tipo de monopolio, pues facilitan que los precios sean más altos de lo que serían en un mercado competitivo. Toleramos esta ineficiencia con el fin de alentar a actores privados a innovar, ya que en otras condiciones no estarían dispuestos a invertir recursos ni realizar el esfuerzo. Pero limitamos el período de monopolio para que el conocimiento asociado a la innovación esté disponible y futuros innovadores puedan utilizarlo. La política pública intenta mantener un equilibrio entre la necesidad de compensar por la innovación y el acceso al conocimiento. Aceptamos una ineficiencia que está conocida por un corto tiempo (esperemos) para generar un sistema más innovador a largo plazo.

También han dicho que las patentes sofocan la innovación. ¿Cómo lo hacen?
Si los derechos de patente son demasiado fuertes y se mantienen durante mucho tiempo, impiden el acceso al conocimiento, que es el insumo más importante en el proceso de innovación. En los EE UU, el límite de 20 años de las patentes, las normas de divulgación, y la Ley Hatch Waxman en el caso de los genéricos representan un intento de forjar un equilibrio para que las patentes puedan ser de dominio público, mientras se compensa a los innovadores por la innovación. Existe un creciente reconocimiento de que la balanza se ha inclinado demasiado hacia la protección de las patentes en general (no sólo en la medicina). El creciente problema de los trolls de patentes es un ejemplo de esto [1]. Las empresas tienen que mantener una reserva para protegerse contra las demandas de los titulares de patentes que nunca tuvieron la intención de producir nada y que descubrieron una parte muy pequeña de un producto muy complejo.

Para un país en desarrollo como la India, con un presupuesto limitado para salud pública ¿Cuál sería el acercamiento óptimo a la propiedad intelectual? ¿Un sistema de protección de la propiedad intelectual al estilo estadounidense ayudaría a la India a cubrir sus objetivos y necesidades de salud pública?
India tendrá que decidir su posición entorno a la propiedad intelectual en otras industrias, pero con respecto a la salud pública, es obvio que no se verá favorecida por el fortalecimiento de las leyes de patentes. Al adherirse al Acuerdo sobre los ADPIC, la India fortaleció la protección de patentes sobre los medicamentos en relación al sistema que había tenido durante las décadas anteriores. Una mayor protección de la propiedad intelectual en aspectos relacionados con los medicamentos, tememos, limitaría el acceso a los medicamentos que salvan vidas y socavaría gravemente la industria nacional de genéricos, que ha sido fundamental para el bienestar de la India y de los residentes en otros países en desarrollo.

El gobierno se enfrentaría a tener que escoger entre alternativas imposibles: gastar más dinero para proporcionar los medicamentos que las personas necesitan para sobrevivir, quitando el dinero que podría ser utilizado para la educación u otros objetivos de desarrollo, o dejar que la gente muera.

¿El sistema de patentes de EE UU ha perjudicado a sus residentes? ¿Cómo?
Hay varios ejemplos que ilustran como la inclinación de la balanza hacia una mayor protección de las patentes ha ido en detrimento de los residentes en los EE UU. Un ejemplo claro es el de la compañía Utah Myriad Genetics que aisló y patentó dos genes humanos que pueden contener mutaciones que predisponen a las mujeres al cáncer de mama. La información sobre si usted es portador del gen es esencial para la detección temprana y la prevención del cáncer. La patente también otorgó a la compañía el derecho a impedir que otros pudieran desarrollar pruebas para detectar estos genes. Aunque el costo de la prueba es bajo, la patente impedía que las mujeres pudieran someterse al test a un precio asequible. Incluso impidieron que la Universidad de Yale administrara una prueba que era incluso más efectiva que la original. Algunas mujeres ciertamente morirán debido a esta falta de información y otras tendrán que pagar mucho para saber si algo que les pertenece (sus propios genes) están en su cuerpo, ya que son propiedad de un corporación.

Cada vez hay una mayor aceptación de que en muchos aspectos, el régimen de propiedad intelectual de EE UU está desequilibrado, que incluso impide la innovación, por ejemplo, como resultado de “atracos”, o de trolls de patentes. Los tribunales, incluida la Corte Suprema de EE UU, han estado tratando de establecer un mayor equilibrio en el régimen de propiedad intelectual, pero, por desgracia, el USTR normalmente toma una postura unilateral.

¿Cuál sería el impacto de la adopción de una cláusula de exclusividad de datos en la India como la que los EE UU está demandando?
La exclusividad de datos es en muchos aspectos una forma más fuerte de la protección del monopolio que las patentes. En el proceso de aprobación de medicamentos genéricos, los reguladores se basan en los resultados de ensayos clínicos previos que muestran que un medicamento es seguro y eficaz. La exclusividad de datos prohíbe utilizar esos datos durante un determinado período de tiempo. Esto significa que un productor de genéricos que quisiera solicitar la aprobación de su producto durante el período de exclusividad (que podría ser de 5 a 12 años, si el gobierno de EE UU se sale con la suya) tendría que realizar sus propios ensayos clínicos. Esto sería caro y poco ético, ya que al tenerse que hacer un nuevo ensayo clínico, algunos pacientes tendrían que recibir un placebo cuando un fármaco seguro y eficaz está disponible. Por esta razón, la exclusividad de datos puede ser un obstáculo más eficaz para eliminar la competencia que las patentes, ya que a menudo es posible innovar alrededor de una patente. El efecto será precios más altos. La exclusividad de datos puede utilizarse para ampliar con eficacia la protección del monopolio de los medicamentos patentados y crear un monopolio para un medicamento que está fuera de patente. Los altos precios también dan a las compañías farmacéuticas más incentivos para tergiversar la seguridad y la eficacia de sus medicamentos. Mientras las compañías farmacéuticas argumentan que los beneficios elevados son un incentivo para investigar nuevos fármacos, es poco probable que la investigación y desarrollo de nuevos productos se dirijan a las necesidades de salud pública de los países en desarrollo y las hipotéticas ganancias probablemente serán eclipsadas por los costes adicionales por atrasar la competencia de los genéricos y las prácticas de comercialización no saludables derivadas de los incentivos perversos.

José DiMasi dijo recientemente que el costo de desarrollar un fármaco es de US$2.558 millones ¿Cómo se llega a estas estimaciones, dada la falta de acceso público a las cuentas de las compañías farmacéuticas? ¿Cuál es su opinión sobre tales estimaciones?
Hay muchos problemas con las estimaciones de costo de DiMasi. En primer lugar, es importante tener en cuenta que sus estimaciones de costos son sólo para una pequeña minoría de los nuevos medicamentos aprobados. La gran mayoría de medicamentos nuevos son combinaciones de compuestos conocidos. Una proporción importante de los nuevos compuestos se basan, al menos en parte, en investigación financiada con fondos públicos.

En segundo lugar, la información sobre los costos de las fases preclínicas se basa en información que proporcionan las principales compañías farmacéuticas. Esto indica que hay que interpretarlos con precaución, ya que estas empresas tienen un interés claro en mostrar que sus costos son altos. En tercer lugar, más del 45% de los US$2600 millones se refieren al costo de intereses implícitos, y los imputa en un 11% en el entorno real. Este porcentaje está sin duda en el extremo más alto. Pocas inversiones proporcionan un rendimiento real del 11% en el mundo de hoy. Lo sabemos porque las grandes empresas pueden obtener fácilmente préstamos a largo plazo con una tasa de interés real del 2-3%. Si esperaran rendimientos de 11%, estaríamos viendo un enorme auge de la inversión. Por último, el análisis de DiMasi, y su trabajo anterior, implican que el coste de desarrollo de nuevos fármacos ha aumentado a una tasa real del 8,5% en la última década. Esto no habla bien de la forma en que actualmente se financia la investigación. En general, la mayor parte del coste de desarrollo de fármacos se atribuye generalmente a los ensayos clínicos. Pero sabemos que la forma como actualmente se realizan los ensayos en EE UU es muy ineficiente, y de hecho es parte del programa de comercialización de drogas. No sólo es el sistema ineficiente, las compañías farmacéuticas han distorsionado los incentivos – para demostrar que sus medicamentos son más seguros y más eficaces de lo que realmente son.

¿Qué tan factible es para cualquier presidente de EE UU, o para Obama en particular, hacer frente al lobby farmacéutico en los EE UU?
La industria farmacéutica es una poderosa fuerza política en los EE UU. Sin embargo, en principio, hay actores poderosos que podrían enfrentarse con ella. En un contexto en que el gasto en salud (público y privado) está siendo recortado, otros proveedores de servicios de salud como hospitales, médicos, aseguradoras, podrían considerar que se beneficiarían de reducir el costo de los medicamentos. Además los pacientes, obviamente, tienen interés en pagar menos por sus medicamentos. Por supuesto que muchas personas no se dan cuenta de lo mucho que los medicamentos en realidad cuestan, ya que no ven el importe total pagado por el gobierno o las aseguradoras. Curiosamente, en EE UU, los genéricos ya representan más del 80% de todas las ventas de medicamentos.

Cuando la oficina del representante comercial de EE UU (USTR) pone presión a la India, a través de su Informe Especial 301, para que fortalezca los derechos de propiedad intelectual ¿Qué intereses defiende?
Claramente, los beneficiarios directos son la industria farmacéutica estadounidense. Se puede argumentar que por el aumento de las ganancias de la industria habrá más incentivos para innovar, pero esta cadena de causalidad, en el mejor de los casos, es débil. También vale la pena señalar que, desde el punto de vista de los trabajadores estadounidenses, los precios más altos de los medicamentos pueden ser algo negativo, ya que pueden desplazar otras exportaciones de EE UU. La lógica es que, ceteris paribus, cuanto más pague la India a los EE UU por los medicamentos, más valdrá el dólar en relación con la rupia. Esto hará que otros productos estadounidenses sean relativamente más caros para la gente en la India, lo que significa que van a comprar menos las exportaciones no-farmacológicas de EE UU. Curiosamente, aunque el USTR habla a menudo del empleo, el vínculo entre su posición sobre estos temas y los puestos de trabajo es débil, en el mejor de los casos. Los medicamentos que están cubiertos [por las patentes] pueden producirse fuera de los EE UU, e incluso la investigación puede llevarse a cabo fuera de los EE UU. Esto se relaciona con los beneficios de las grandes empresas farmacéuticas, no con los empleos, la innovación o la salud.

¿Cuáles son los peligros de firmar acuerdos comerciales bilaterales con países desarrollados o de unirse a mega-acuerdos de libre comercio como el Acuerdo de la Asociación del Trans-Pacífico para los países en desarrollo como la India?
El mayor problema es la falta de transparencia. Estos acuerdos se negocian en gran parte a puerta cerrada. Posteriormente se someten a la aprobación de los parlamentos nacionales bajo un régimen de todo o nada. Es posible que haya muchas partes en el acuerdo que sean económicamente beneficiosas (aunque eso no puede darse por sentado), pero sin duda habrá muchos elementos que serán negativos.

Los grupos de interés que se benefician de las partes positivas del acuerdo cabildearán intensamente para que se acepte el acuerdo. Si los que van a perder por la firma del acuerdo son un grupo difuso, por ejemplo, los pacientes que pueden llegar a pagar más por los medicamentos, tendrán dificultades para organizarse de forma eficaz. De esta manera, la India y otros países en desarrollo pueden encontrarse firmando acuerdos que producen más perdedores que ganadores.

Las peores disposiciones de estos acuerdos de libre comercio son las relacionadas con la propiedad intelectual y la “protección de la inversión”, porque ponen en riesgo las regulaciones destinadas a proteger la salud, el medio ambiente, los trabajadores y los consumidores.

¿Cuáles serán las consecuencias para la India y el mundo en desarrollo si la India se doblega a la presión de los EE UU y cambia su régimen de protección de la propiedad intelectual? Históricamente, ¿una mayor protección de la propiedad intelectual beneficia a las empresas nacionales en los países en desarrollo?No hay evidencia de que una mayor protección de la propiedad intelectual beneficie a las empresas nacionales en los países en desarrollo o que aumente la inversión, la innovación o la creación de empleo. Nos preocupa especialmente que a mediano plazo tenga un impacto muy negativo en la disponibilidad de medicamentos de bajo costo en India y en todo el mundo. Es muy poco probable, en nuestra opinión, que el aumento de los niveles de protección de la propiedad intelectual para los productos farmacéuticos incentive a la industria de los genéricos a desarrollar nuevas moléculas. Lo más probable es que este tipo de política desincentive la producción de nuevas líneas de productos, por lo que los nuevos medicamentos serán menos asequibles y a mediano plazo la industria de los medicamentos genéricos menos rentable.
[1] Comentario de los editores: Patent troll tiene una connotación derogatoria para describir personas o empresas que usan inadecuadamente patentes como una estrategia mercantil. Un patent troll obtiene patentes que se subastan para liquidar los activos de una empresa, o haciendo justo la investigación necesaria para probar que ellos fueron los primeros que tuvieron la idea. Entonces estas personas o empresas llevan a juicio a las empresas que infringen la patente o simplemente guardan la patente sin ningún plan de desarrollarla con el propósito de impactar negativamente la productividad de otras empresas.

Dean Baker is co-director of Centre for Economic and Policy Research in Washington, DC.
Arjun Jayadev is Associate Professor of Economics at University of Massachusetts, Boston and Faculty at Azim Premji University, Bangalore.
JosephStiglitz is Nobel laureate in Economics and Professor of Economics at Columbia University.

creado el 18 de Septiembre de 2015