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Ética, Derecho y Ensayos Clínicos

Ética y Ensayos Clínicos

La mala conducta durante la investigación no se reporta en las publicaciones de los estudios involucrados (Research misconduct often goes unreported in published studies)
Ed Silverman,
Wall Street Journal, 11 de febrero de 2015
Traducido por Salud y Fármacos

Cada año, la FDA inspecciona varios cientos de centros donde se realizan ensayos clínicos y a veces encuentra problemas graves, como los de la mala conducta durante el proceso de investigación. Pero un nuevo análisis ha documentado que la agencia no utiliza un “método sistemático” para comunicar estos resultados a las comunidades médicas y científicas.

Estos problemas pueden incluir entre otras cosas la falsificación de datos, no informar sobre eventos adversos y violaciones al protocolo; pero según el análisis publicado en Archives of Internal Medicine, a menudo esta información no se menciona en los estudios publicados que incluyen datos de los ensayos clínicos correspondientes.

Hay una razón para que esto ocurra. La FDA no da a conocer esa información. La Agencia no notifica a las revistas cuando un centro de ensayos clínicos que recopila información para un ensayo publicado recibe un informe de inspección indicando que hay problemas serios, dijo el investigador que realizó el análisis. Y la agencia generalmente no emite una alerta para alertar al público de la mala conducta durante la investigación.

Sin embargo, sólo tres de 78 artículos publicados que incluyeron resultados de ensayos en los que la FDA había identificado violaciones graves mencionaban que durante las inspecciones se habían detectado “condiciones o prácticas inaceptables”. A pesar de que las inspecciones se habían concluido al menos seis meses antes de la publicación del artículo en 57 de esos 78 casos. Los inspectores de la FDA habían encontrado evidencia clara de al menos un problema grave en 57 ensayos.

En estos 57 ensayos publicados se habían detectado 22 casos de información falsa; 14 ensayos con problemas en la presentación de informes de eventos adversos; 42 ensayos con violaciones al protocolo; 35 ensayos con problemas de precisión en la información recabada; 30 ensayos en los que no se protegió la seguridad del paciente o había problemas con el consentimiento informado; y 20 ensayos con violaciones que simplemente no se clasificaron.

“El resultado es que, por lo general es muy difícil o incluso imposible, determinar qué publicaciones de ensayos clínicos están implicadas en las denuncias que ha hecho la FDA sobre los problemas de mala conducta durante la investigación”, escribe el profesor de periodismo de la NYU Charles Siefe, que llevó a cabo el análisis y examinó 600 informes de inspección, incluyendo los informes de las inspecciones individuales correspondientes.

Siefe afirma que la FDA tiene la responsabilidad legal y ética de revelar los casos de mala conducta, a pesar de su interés en no revelar información comercial confidencial. El no poder dar a conocer la mala conducta es “incompatible con la misión de la FDA de proteger la salud pública”, escribe.

En un comentario valiente sobre sus hallazgos que escribió simultáneamente en Slate, Siefe hace esta evaluación: “La FDA sabe que hay decenas de artículos científicos en circulación cuyos datos son cuestionables y no ha dicho nada, privando de esta información a los médicos e investigadores médicos”. La FDA “rutinariamente entierra los detalles de la mala conducta”.

Solicitamos un comentario de la FDA y nos dijeron que el personal de la agencia está revisando el análisis y responderá cuando hayan terminado.

Seife cree que el problema se agrava porque los informes de inspección y las cartas de advertencia que se envían individualmente a los centros y que la Agencia divulga tienden a estar muy censurados, lo que hace “muy difícil, o incluso imposible, que se pueda determinar el ensayo clínico involucrado en las denuncias de la FDA sobre la mala conducta durante la investigación”. Por otra parte, las correcciones, retracciones u otros comentarios sobre los problemas identificados por los inspectores de la FDA no son posteriormente incorporados en los artículos publicados.

Para ilustrar su argumento, Siefe ofrece algunos ejemplos.

Por ejemplo, ocho de 16 inspecciones de la FDA a centros que participaban en un ensayo clínico con el anticoagulante Xarelto, comercializado por Bayer y Johnson & Johnson, encontraron que “sistemáticamente se eliminaban” historias clínicas, pero no se dice nada sobre quién desechaba los datos. También cita desenmascaramiento no autorizado, lo que significa, entre otras cosas, que los pacientes o los médicos sabían qué tratamiento les estaba siendo administrado.

Sin embargo, esta información no fue mencionada en el artículo publicado sobre el ensayo, escribe. Un portavoz de J&J nos dijo por escrito que, después de las auditorias y de reanalizar la información, se llegó a la conclusión de que la seguridad y la eficacia sigue siendo igual a la reportada en el manuscrito publicado. Una portavoz de Bayer envió una respuesta casi idéntica.

¿Cómo se puede solucionar el problema?

Siefe sugiere que la FDA debería divulgar información libre de censura sobre los problemas de conducta durante la investigación y hacerla fácilmente accesible en ClinicalTrials.gov, la base de datos nacional, donde se registra y actualiza la información sobre los ensayos clínicos. La agencia, continúa, también puede crear un sitio web o una base de datos que enumere todas las inspecciones de centros de investigación en las que se hayan detectado problemas, donde se provean enlaces a los documentos pertinentes, no censurados.

Sin embargo, los investigadores que quieran publicar los resultados de los ensayos que realizan también deben asumir responsabilidad. Siefe señala que no están obligados a revelar los resultados adversos de las inspecciones de la FDA, pero sugiere que las revistas médicas deben incluirlo como requisito. Solicitamos comentarios al Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas pero no tenemos respuesta.

Si las sugerencias de Seife son tomadas en serio todavía está por ver. Sin duda, ha aumentado el énfasis en la transparencia en materia de información sobre los ensayos clínicos, especialmente en información sobre efectos secundarios, y este análisis puede desencadenar una discusión sobre los problemas de mala conducta. Por supuesto, es probable que los fabricantes de medicamentos opongan resistencia a cualquier iniciativa que pueda ocasionar que se revelen secretos comerciales, lo que sugiere que la FDA podría verse limitada en su capacidad para divulgar información.

Un portavoz de la FDA envió una nota diciendo que la agencia está “comprometida a aumentar la transparencia de sus actividades para exigir e asegurar el cumplimiento, con el objetivo de mejorar el entendimiento del público sobre las decisiones de la FDA, la promoción de la rendición de cuentas en la agencia, y el fomento de la comprensión entre la industria regulada de la necesidad de asegurar que los productos son consistentemente seguros y de alta calidad”.

“En cuanto a la censura de las cartas de advertencia, la mayor parte de la información de las cartas de advertencia que es censurada se refiere al protocolo o a la información del paciente. La FDA censura la información referente al protocolo porque se trata de información sobre una solicitud pendiente, no porque pueda revelar la mala conducta del investigador. La información sobre las solicitudes pendientes está exenta de divulgación pública, según varias leyes y reglamentos federales, tales como la Ley de Libertad de Información”.

creado el 12 de Septiembre de 2017