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Utilización

Detectan niveles preocupantes de antibióticos en grandes ríos de todo el mundo
Joaquim Elcacho
La Vanguardia, 27 de mayo de 2019
https://www.lavanguardia.com/natural/20190527/462502103438/detectan-niveles-preocupantes-de-antibioticos-en-grandes-rios-de-todo-el-mundo.html

Las aguas de muchos de los ríos que transcurren cerca de las grandes ciudades del mundo contienen cantidades de antibióticos que superan hasta 300 veces los niveles considerados “seguros” por los expertos, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de York (Reino Unido), presentado de forma preliminar en la conferencia anual de la Sociedad de Toxicología Ambiental y Química que se celebra en Helsinki (Finlandia).

Además de los posibles daños en la fauna y el medio ambiente en general, la presencia de antibióticos como ciprofloxacina, trimetoprim y sulfametoxazol en los ríos es uno de los factores que puede desencadenar la aparición de nuevas variedades de bacterias resistentes a este tipo de medicamentos, un proceso que la Organización Mundial de la Salud considera como una de las grandes amenazas a las que se enfrenta la salud humana en la actualidad.

El equipo liderado por el profesor Alistair Boxall, del Instituto de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad de York, ha analizado durante los dos últimos años la presencia de 14 antibióticos de uso común en los ríos de 72 países. Los resultados ahora presentados en Helsinki indican que en el 65% puntos monitoreados se detectó la presencia de alguno o varios de los medicamentos; en algunos casos superando ampliamente los niveles que se consideran seguros.

El metronidazol, que se usa para tratar infecciones bacterianas, incluyendo infecciones de la piel y la boca, excedió los niveles de seguridad por el margen más grande. En uno de los puntos de muestreo en Bangladesh los análisis mostraron niveles 300 veces superiores a los determinados como seguros, según las más recientes indicaciones acordadas a escala mundial por la AMR Industry Alliance (coalición de entidades para la prevención de la resistencia a los antibióticos).

En el río Támesis y uno de sus afluentes en Londres, los investigadores detectaron una concentración máxima de antibióticos total de 233 nanogramos por litro (ng/l), mientras que en Bangladesh la concentración fue 170 veces mayor. Los expertos indican que se tomaron muestras de algunos de los ríos más emblemáticos del mundo, incluyendo el Danubio, Mekong, Sena, Támesis, Tíber y Tigris.

En muchos casos, la presencia de antibióticos en los ríos se debe al vertido directo de aguas residuales de procedencia urbana o agrícola (no se descarta que algunos de los productos procedan de usos veterinarios). En otras muchas ocasiones, sobre todo en países desarrollados, los restos de antibióticos proceden de las plantas depuradoras de aguas residuales no preparadas específicamente para filtrar o eliminar este tipo de compuestos.

Los expertos recuerdan que la presencia de antibióticos en el medio ambiente tiene un impacto global. Así, aunque la contaminación por antibióticos se produzca en Bangladesh, la posible aparición de microorganismos resistentes a este tipo de medicamentos tendría a medio y largo plazo impacto en todo el mundo, de modo que algunos antibióticos dejarían de ser efectivos.

Los autores del trabajo presentado en Helsinki de forma preliminar (pendiente de su posterior publicación ampliada en revistas científicas) indican que el antibiótico detectado en un mayor número de puntos de muestra fue la trimetoprima, que se encontraba en 307 de los 711 sitios analizados y se usa principalmente para tratar infecciones del tracto urinario.

La ciproflaxacina, que se usa para tratar varias infecciones bacterianas, fue el compuesto que más frecuentemente excedió los niveles de seguridad, superando el umbral de seguridad en 51 lugares.

El equipo dijo que los límites “seguros” se excedían con mayor frecuencia en Asia y África, pero los sitios en Europa, América del Norte y América del Sur también tenían niveles de preocupación que mostraban que la contaminación por antibióticos era un “problema global”.

Los sitios donde los antibióticos superaron los niveles “seguros” en mayor medida fueron en Bangladesh, Kenia, Ghana, Pakistán y Nigeria, mientras que un sitio en Austria fue clasificado como el más alto de los sitios europeos monitoreados.

El profesor John Wilkinson, del Departamento de Medio Ambiente y Geografía de la Universidad de York, coordinador de la recogida de muestras ha destacado que éste es el estudio más amplio realizado hasta el momento para este tipo de problemas ambientales. “Hasta ahora, la mayoría del trabajo de monitoreo ambiental de antibióticos se ha realizado en Europa, América del Norte y China; y a menudo en sólo un puñado de antibióticos, por tanto, hasta ahora sabíamos muy poco acerca de la escala del problema a nivel mundial”.

El profesor Alistair Boxall destaca en una nota difundida por su universidad que “los resultados que ahora se presentan son bastante reveladores y preocupantes, lo que demuestra la contaminación generalizada de los sistemas fluviales de todo el mundo con compuestos antibióticos.

“Muchos científicos y creadores de políticas ahora reconocen el papel del ambiente natural en el problema de resistencia a los antimicrobianos. Nuestros datos muestran que la contaminación de los ríos con antibióticos podría ser un contribuyente importante.”

“Resolver el problema será un gran desafío y necesitará inversiones en infraestructura para el tratamiento de residuos y aguas residuales, una regulación más estricta y la limpieza de sitios ya contaminados”, ha indicado el profesor Alistair Boxall.

Estudios en Catalunya
Expertos del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA) han llevado a cabo durante los últimos años diversos estudios sobre la presencia de antibióticos en ríos.

Entre muchos otros resultados, el ICRA identificó en 2013 en el río Ter, a la altura de Ripoll (Girona), la presencia de una bacteria multirresistente a los antibióticos perteneciente a la familia de las Aeromonas, cuyo desarrollo se debe a la presencia de antibióticos en este medio acuático.

En esta investigación liderada por los investigadores del ICRA Elisabet Marti y José Luis Balcázar se mostraba cómo los antibióticos que contaminan los ríos afectan a los organismos acuáticos y dan lugar a una nueva bacteria. En el caso documentado en este estudio de 2013, la nueva bacteria era resistente a la mayoría de los antibióticos de uso frecuente en el ámbito hospitalario y extrahospitalario, incluyendo aminoglucósidos (gentamicina y kanamicina), betalactámicos (amoxicilina y ceftazidima), fluoroquinolonas (ciprofloxacina, enrofloxacina, norfloxacina y ofloxacina) y sulfamidas (sulfametoxazol), como indicaron los autores.

creado el 4 de Diciembre de 2020