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PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

 

Prescripción

 

Brasil. Disparar en la oscuridad para dar en el blanco (acerca de la formación deficitaria de los médicos en farmacología y sus consecuencias) (Dar um tiro no escuro para acertar o alvo)

Marco Aurelio Smith Filgueiras

CFM, 22 de octubre de 2012

http://tinyurl.com/b3xgrsm

Traducido por Omar de Santi

 

Más allá de las medidas, ya sobradamente conocidas de la Secretaria de Educación Superior (SESU) del Ministerio de Educación, tales como la apertura de nuevas Universidades Médicas y el incremento de las plazas para estudiantes, alegando “la falta de médicos en Brasil”, y que “necesitamos más médicos para interiorizar la medicina en Brasil” traemos a discusión un viejo problema relacionado con la enseñanza médica, la cual nos preocupa ya hace algún tiempo y está demandando la atención de los organismos responsables de educación en este país.

 

Nos referimos a la deficiencia en el programa curricular de las escuelas o facultades de medicina, sean públicas o privadas, en la disciplina de Farmacología Clínica y Terapéutica. Estas materias a pesar de existir en la estructura curricular, nunca respondieron a las necesidades de los estudiantes de medicina, de la clase médica como un todo, ni de la población brasilera.

 

Por esta razón, los médicos de ayer no fueron, y los médicos de hoy no están preparados convenientemente para el ejercicio profesional del noble oficio de prescribir un medicamento, de medicar a un paciente al final de una consulta. Tenemos que confesar que el entrenamiento se realiza a partir de los errores y de  la práctica, en fin, la experiencia profesional han sido nuestros profesores.

 

Consideramos que este problema se remonta a los albores de la enseñanza en Brasil, quien sabe quizás desde la fundación en Bahía de la primera Facultad de Medicina, el 18 de febrero de 1808

 

La Farmacología Clínica y la Terapéutica evolucionaron con la necesidad de comprobar la eficacia y seguridad de los fármacos en los seres humanos, en función de las leyes que regulan el desarrollo, la producción y comercialización de los medicamentos. Actualmente es la expresión contemporánea del empleo del método científico para la racionalización de la terapéutica medicamentosa, y como acabamos de mencionar, los profesionales del área de la salud, particularmente los médicos, nunca recibieron la debida capacitación durante su formación académica en este aspecto.

 

Señores, esto quiere decir que el médico siempre concluyó su carrera sin saber realmente lo que es un medicamento, y por lo tanto nunca tuvo seguridad a la hora de prescribirlo. Lo que aprendió (por lo menos puedo decir que es como lo aprendemos) fue a partir de los agentes de propaganda médica que circulaban por los corredores de las facultades y lo asediaba constantemente entre las clases o a la salida, ofreciendo muestras gratis y divulgando apenas el beneficio de sus productos farmacéuticos. Claro que los efectos adversos no eran relatados y en contrapartida nuestros profesores no nos advertían de esos riesgos. Este cuadro continúa  hasta el día de hoy, y con mayor intensidad.

 

Por esta razón, la polifarmacoterapia o la prescripción excesiva y desordenada de fármacos prosperó y se ha extendido hasta el seno de nuestra profesión, alcanzado a la sociedad brasilera y hasta la población mundial misma, y con ello se han creado un número elevado de enfermedades por iatrogenia o provocadas por el propio tratamiento médico, y en muchos casos provocando la muerte.

 

Tenemos una frase que explica muy bien la capacitación de Esculapio, en lo que se refiere a la prescripción de medicamentos y que sirvió de título para nuestro artículo: Dar un tiro en la oscuridad para dar en el blanco.

 

Los grupos más afectados son sin duda los niños y ancianos. Pacientes ancianos que llegan a tomar entre diez y veinte comprimidos por día. Ustedes deben de conocer personas así, polimedicadas, quizás incluso en sus propias familias, y que quizás nunca cuestionaron este grave problema hasta ahora.

 

Sin aquellas disciplinas que enseñan lo que son los medicamentos, sus indicaciones, sus contraindicaciones, efectos adversos, interacciones medicamentosas, farmacodinamia y farmacocinética, información de inclusión  obligatoria en los prospectos de los fármacos, a la que se presta poca atención.  Los médicos no deberían ni recibir el diploma, mucho menos se deberían abrir nuevas facultades o aumentar las plazas para los estudiantes.

 

Le pedimos a la Secretaria de Enseñanza Superior del Ministerio de Educación que reflexione sobre estas cuestiones que ahora exponemos. Necesitamos hacer una reforma en el programa de enseñanza de todas las escuelas de medicina del país, quizás a partir de la contratación de profesores en esas áreas, pudiendo ser nosotros, ya que estamos verdaderamente capacitados y preparados para enseñar los fundamentos de farmacología clínica y terapéutica y alertar a los futuros médicos sobre la relevancia de saber prescribir. Informamos de que hemos enviado a la Comisión de Enseñanza Médica del Consejo Federal de Medicina una carta-propuesta al respecto, y como respuesta recibimos su total apoyo. Estamos dispuestos a auxiliarlos con nuestra humilde colaboración

 

 

modificado el 28 de noviembre de 2013