Rev Prescrire 2023; 32 (251): 223
Traducido por Salud y Fármacos, Boletín Fármacos: Agencias Reguladoras 2023; 26 (4)
La progesterona no es eficaz para prevenir el parto prematuro, pero sí demostró ser difícil de retirar del mercado. No es el único ejemplo de este fenómeno.
A pesar de que la evaluación del producto haya sido inadecuada, se otorgan muchos permisos de comercialización condicionados, como por ejemplo con el requisito de ejecutar ensayos clínicos después de introducir el producto al mercado: se trata de permisos de comercialización condicionales. Cuando estos ensayos clínicos demuestran que el producto tiene un balance riesgo-beneficio desfavorable, suele ser difícil revocar el permiso de comercialización.
La FDA autorizó la hidroxiprogesterona (Makena) en 2011 para prevenir la recurrencia del parto prematuro, basándose en un ensayo clínico que mostró que era más eficaz que un placebo para reducir el riesgo de dar a luz antes de las 37 semanas de gestación [1]. Se otorgó el permiso de comercialización con la condición de que la empresa presentara resultados que demostraran su eficacia para reducir la morbimortalidad neonatal debido a las complicaciones del parto prematuro. El ensayo clínico, que se ejecutó con este fin y se completó en 2018, no demostró la eficacia del producto para evitar estos desenlaces [1].
Los datos de los ensayos clínicos, que datan desde 2016, habían demostrado que la progesterona no tenía eficacia para esta indicación [2,3]. En 2017, Francia “retiró de la lista” a la progesterona de administración por vía vaginal, es decir, la quitó de la lista de medicamentos reembolsables y de los aprobados para usar en hospitales, como medida para limitar su uso [4].
En 2019, el comité asesor de la FDA llegó a la conclusión de que no se habían cumplido las condiciones que acompañaban a su permiso de comercialización, pero la farmacéutica solicitó una audiencia para evitar la retirada [5]. En septiembre de 2022, los evaluadores internos de la FDA recomendaron nuevamente que se revocara el permiso de comercialización de Makena debido a su falta de eficacia y a sus efectos adversos para la madre (sobre todo de trombosis venosa profunda) [1].
La farmacéutica solicitó que se mantuviera la autorización de Makena para tratar a algunas mujeres, pedido al que se unieron algunos médicos y miembros del público, sobre todo algunas asociaciones afroamericanas, entre quienes el parto prematuro es más frecuente que en la población general [6]. En abril de 2023, el comisionado y científico principal de la FDA decidió finalmente revocar la autorización de Makena [7].
Esta situación recuerda la férrea disputa para retirar el permiso condicional de comercialización del bevacizumab (Avastin) en EE UU para tratar el cáncer de mama, así como la oposición de algunas asociaciones de médicos y pacientes en Francia a que se retirara de la lista a ciertos medicamentos para tratar el Alzheimer [6,8,9].
La FDA consideró que, si los resultados del ensayo clínico de la hidroxiprogesterona por vía intramuscular publicados en 2019 hubieran estado disponibles en 2011, no se habría otorgado el permiso condicional. Es una razón excelente para no otorgar permisos de comercialización prematuramente, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad para revocarlos.
Referencias