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Prescripción

Un ensayo revela que los suplementos mensuales con dosis altas de vitamina D no reducen la mortalidad en los ancianos

(Routine monthly high-dose vitamin D supplementation does not reduce mortality in the elderly, trial shows)
Worst Pills, Best Pills Newsletter agosto 2022
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Prescripción, Farmacia y Utilización 2022; 25(4)

Tags: Suplementos de vitamina D, D-Health Trial, población con niveles altos de vitamina D, alimentos ricos en vitamina D, síntesis natural por exposición al sol, mortalidad en ancianos

La vitamina D es un nutriente esencial cuyo papel en el crecimiento y la salud de los huesos, incluyendo la prevención del reblandecimiento óseo en niños (raquitismo) y adultos (osteomalacia), está bien documentado [1].

Sin embargo, los beneficios de esta vitamina para mejorar la longevidad son inciertos. Aunque la evidencia de los estudios observacionales sugiere que hay una asociación entre los niveles bajos de vitamina D en la sangre y los resultados adversos agudos o crónicos para la salud [2], ningún ensayo clínico aleatorio de gran tamaño ha estudiado la administración de suplementos de vitamina D en dosis altas y la muerte como criterio primario de valoración.

Para abordar esta falta de evidencia, el ensayo clínico denominado D-Health, bien diseñado, financiado por el gobierno australiano y controlado con placebo, evaluó el efecto de la administración mensual de suplementos de vitamina D en dosis altas por vía oral durante cinco años en la mortalidad, como criterio primario de valoración en los ancianos [3]. El ensayo, que es el mayor que hasta la fecha ha estudiado esta asociación, demostró que la administración de suplementos de vitamina D en dosis altas mensuales a largo plazo no era útil para disminuir la mortalidad por todas las causas (general) en los adultos de edad avanzada en los que no se les había detectado una deficiencia de vitamina D.

Los resultados del ensayo D-Health se publicaron en el número de febrero de 2022 de The Lancet Diabetes and Endocrinology.

Fuentes de vitamina D y necesidades diarias
La vitamina D está disponible en varios alimentos. Ésta se encuentra de forma natural en algunos pescados grasos, aceites de hígado de pescado, yemas de huevo e hígados de pollo. Los productores de alimentos de EE UU también enriquecen muchos alimentos con vitamina D, como la leche, el zumo de naranja y los cereales para el desayuno. Además, la vitamina D se produce de forma natural en la piel durante la exposición directa a la luz solar. Algunos expertos sugieren que hasta 30 minutos de exposición al sol, sobre todo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, al menos dos veces a la semana en la cara, los brazos, las manos y las piernas sin protección solar, proporcionan una síntesis suficiente de vitamina D [4]. Las personas de piel oscura y los ancianos son menos capaces de producir vitamina D a partir de la luz solar [5, 6]

Existen varias formas de suplementos de vitamina D para las personas que tienen una ingesta de vitamina D y una producción cutánea por exposición al sol claramente inadecuadas. Las formas más utilizadas son el colecalciferol, también conocido como vitamina D3, y el ergocalciferol, o vitamina D2 [7].

En general, las guías nutricionales de EE UU recomiendan que los adultos sanos de hasta 70 años consuman 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día [8]. Después de los 70 años, la cantidad diaria recomendada aumenta a 800 UI.

No hay consenso sobre el umbral de vitamina D que se considera suficiente; sin embargo, los niveles de vitamina D3 en sangre de 50 nanomoles por litro (nmol/L) o más se consideran adecuados para la mayoría de las personas [9].

El ensayo D-Health [10]
Un total de 21.310 australianos, cuyas edades oscilaban entre los 60 y los 84 años, se inscribieron en el ensayo hasta su finalización y fueron asignados aleatoriamente a uno de los dos grupos del ensayo: 10.661 recibieron mensualmente una cápsula de gel con 60.000 UI de vitamina D y los 10.649 restantes recibieron mensualmente placebo en cápsulas de gel.

Los sujetos de ambos grupos tomaron las cápsulas asignadas durante cinco años y los investigadores evaluaron los resultados del ensayo un año después para captar cualquier efecto prolongado de la suplementación con vitamina D.

Del total de la muestra, el 54% eran hombres y la edad media era de 69 años. Se excluyeron del ensayo los sujetos con antecedentes de haber tenido ciertos problemas de salud, como cálculos renales, hipercalcemia (niveles elevados de calcio en la sangre), hiperparatiroidismo (hiperactividad de la glándula paratiroides) y osteomalacia. La permanencia en el ensayo y el cumplimiento del tratamiento con las cápsulas asignadas fue elevado entre los sujetos de ambos grupos.

Dado que los investigadores estaban interesados en la administración rutinaria de vitamina D a los ancianos, no estudiaron si los sujetos tenían deficiencia de vitamina D antes de inscribirlos en el ensayo. Sin embargo, durante el seguimiento del ensayo los sujetos de ambos grupos presentaron altos niveles de vitamina D; los niveles medios de D3 en la sangre de los tsujetos seleccionados aleatoriamente entre los grupos que recibieron vitamina D y placebo fueron de 115 y 77 nmol/L, respectivamente.

Utilizando datos de seguimiento de seis años, los investigadores descubrieron que la mortalidad por todas las causas y la mortalidad por cáncer y enfermedades cardiovasculares eran similares entre los sujetos de los dos grupos. De hecho, un análisis exploratorio que excluía los datos de los dos primeros años de seguimiento descubrió un ligero aumento de la mortalidad por cáncer entre los sujetos del grupo que recibió la vitamina D.

Por lo tanto, los investigadores concluyeron que es poco probable que la administración rutinaria de suplementos de vitamina D a los adultos mayores en poblaciones que tienen una gran cantidad de vitamina D reduzca la mortalidad general o cardiovascular. Los investigadores también advirtieron del peligro de utilizar a largo plazo el régimen de dosis elevadas de vitamina D que se emplearon en el ensayo en el mundo real.

Una deficiencia importante del ensayo es que no se centró en sujetos con niveles bajos de vitamina D en sangre, que podrían beneficiarse más de los suplementos de vitamina D.[11]

Lo que puede hacer
No debe tomar suplementos de vitamina D en dosis altas para reducir el riesgo de muerte. Por lo general, no es necesario tomar ningún suplemento de vitamina D a menos que no se consuma suficiente vitamina D a través de la dieta, no se reciba suficiente exposición directa a la luz solar o se tenga una condición médica que predisponga a la deficiencia de vitamina D [12]. Hable con su médico antes de tomar vitamina D o cualquier otro suplemento para evitar una sobredosis y los efectos adversos relacionados.

Referencias

  1. Office of Dietary Supplements. National Institutes of Health. Vitamin D: Fact sheet for health professionals. April 22, 2022. https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminD-HealthProfessional/. Accessed May 31, 2022.
  2. Schoenmakers I. Vitamin D supplementation and mortality. Lancet Diabetes Endocrinol. 2022;10(2):88-90.
  3. Neale RE, Baxter C, Romero BD, et al. The D-Health trial: a randomised controlled trial of the effect of vitamin D on mortality. Lancet Diabetes Endocrinol. 2022;10(2):120-128.
  4. Office of Dietary Supplements. National Institutes of Health. Vitamin D: Fact sheet for health professionals. April 22, 2022. https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminD-HealthProfessional/. Accessed May 31, 2022.
  5. Ibid.
  6. MacLaughlin J, Holick MF. Aging decreases the capacity of human skin to produce vitamin D3. J Clin Invest. 1985;76(4):1536-1538.
  7. Ibid.
  8. Institute of Medicine. 2011. Dietary Reference Intakes for Calcium and Vitamin D. Washington, DC: The National Academies Press.
  9. Office of Dietary Supplements. National Institutes of Health. Vitamin D: Fact sheet for health professionals. April 22, 2022. https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminD-HealthProfessional/. Accessed May 31, 2022.
  10. Neale RE, Baxter C, Romero BD, et al. The D-Health trial: a randomised controlled trial of the effect of vitamin D on mortality. Lancet Diabetes Endocrinol. 2022;10(2):120-128.
  11. Schoenmakers I. Vitamin D supplementation and mortality. Lancet Diabetes Endocrinol. 2022;10(2):88-90.
  12. Office of Dietary Supplements. National Institutes of Health. Vitamin D: Fact sheet for health professionals. April 22, 2022. https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminD-HealthProfessional/. Accessed May 31, 2022.
creado el 21 de Noviembre de 2022