Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

ÉTICA Y DERECHO

Adulteraciones, falsificaciones y decomisos

Alarma por el lucrativo negocio de falsificar medicamentos
Férnandez CF, Perilla Santamaría S.
El Tiempo.com, 25 de septiembre de 2013
http://tinyurl.com/ofpzno3
Editado por Salud y Farmacos

La OMS calcula que cada año unas 200.000 personas en regiones pobres del planeta podrían morir como consecuencia directa o indirecta del uso de fármacos falsos para el tratamiento de la malaria.

En un informe de la OPS sobre la falsificación de medicamentos, Marcelo Paretta, miembro del Colegio de Químicos Farmacéuticos de Argentina, señala que “falsificar medicamentos ‘legales’ es mucho más atractivo que traficar con cocaína u otras drogas ilícitas, porque las autoridades persiguen menos a estos delincuentes, y los dineros entran rápidamente a un circuito donde se blanquean con prontitud”.

Abundan los ejemplos sobre las devastadoras consecuencias de este negocio criminal. Hace algo más de una década, 2.500 personas murieron en Níger tras haber sido inmunizadas contra la meningitis con una vacuna adulterada. En la misma época, unas 100 personas murieron en Haití tras tomar un jarabe para la tos que estaba fabricado con un refrigerante para carros (dietilenglicol).

Fernando Sánchez Torres, presidente de la Academia Nacional de Medicina, advierte que los desenlaces no siempre son mortales: “Muchos de estos fármacos no solo producen efectos colaterales, sino que no cumplen con su función de curar. Y eso para cualquier enfermo es devastador”.

Internet, caldo de cultivo para el negocio
Un informe del International Research Institute agaisnt Counterfeit Medicines (Iracm) también llama la atención sobre el florecimiento de esta actividad criminal en Internet.

Resalta el caso de Igor Gusev, quien en el 2000 creó Galvmed, una de las redes más importantes de distribución de medicamentos falsificados a través de la web. Gracias a un programa de afiliación, intermediarios podían abrir su propia farmacia virtual en esta página prefabricada. La promoción de estas droguerías [distribuidoras] se hacía vía spam, en foros y manipulando los motores de búsqueda. Este mecanismo proporcionó a Glavmed ingresos anuales, en el 2011, por un millón de dólares.

En Colombia es difícil medir el tamaño del problema
Según Francisco de Paula Gómez, presidente de Afidro (que agremia a las multinacionales farmacéuticas innovadoras), el primer paso para enfrentar este problema es reconocer que existe: “Se ha creído que los medicamentos falsificados solo llegan al público a través del expendio directo, pero se sabe que hay redes que los introducen al sistema de salud a través de farmacias, hospitales, distribuidores y EPS, motivados muchas veces por los bajos precios”.

No obstante, Claudia Vacca, asesora del Ministerio de Salud en materia de medicamentos, insiste en que si bien el problema es real, no es posible establecer con certeza el tamaño del mercado de la falsificación de fármacos, porque las proyecciones económicas de este negocio, tanto en Colombia como el mundo, se hacen solo a partir del volumen de lo que se incauta [1]. “Las acciones deben concentrarse, especialmente, en poblaciones de bajos ingresos y en zonas de frontera”, dice.

Por su parte, Alberto Bravo, presidente de Asinfar (que agremia a las farmacéuticas nacionales), sostiene que si bien en Colombia hay falsificación de medicamentos, el problema es marginal. “El núcleo del fenómeno en el país está en el contrabando de medicinas de alto costo, estimulados por los exorbitantes precios que las empresas americanas y europeas fijan”.

Los más ‘chiviados’ en el país
Para el Invima, la agencia reguladora colombiana, el contrabando y la falsificación de fármacos sí son fenómenos en aumento, por lo que asegura haber desplegado medidas especiales para contrarrestarlos, de la mano de la Policía, la Fiscalía, la Superintendencia de Industria y Comercio y las secretarías de Salud.

“En lo que va corrido del año –dice Blanca Elvira Cajigas, directora del Invima– se han llevado a cabo 16 peritajes y ocho delegaciones para aplicar medidas sobre fármacos de dudosa procedencia”.

Según el Invima, entre los más falsificados en los últimos años están: anticonceptivos como el Diane 35 y Mesigyna; antibióticos como el Meropenem; analgésicos narcóticos como el fentanilo, y productos biotecnológicos como Mabthera, Ultiva y Mirena.

Entre los más contrabandeados están: anticonceptivos como Diane 35, Mesigyna, Yasmín y Neogynón; antihemofílicos, como el factor VIII; biotecnológicos como el Humira, e incluso fármacos para la impotencia, como Levitra.

Por su salud, tenga en cuenta:
– Compre en farmacias y sitios autorizados. Revise que estos tienen su licencia de funcionamiento; debe estar expuesta al público.
– Revise empaques. Las cajas, envases y envolturas deben estar intactas. Rechace el medicamento si le genera dudas o tiene un  mínimo deterioro.
– Registro sanitario. Todo medicamento debe tenerlo explícito en el empaque. Ante la duda, comuníquese con el Invima o la Secretaría de Salud.
– Nombre del laboratorio. Por ley las medicinas deben tener a la vista el nombre del laboratorio donde se elaboran; se sabe que las falsificadas ocultan este dato o no lo incluyen.
– Elementos de seguridad propios. Algunos laboratorios han implementado códigos en los empaques de sus medicamentos con el fin de evitar al máximo la falsificación de sus productos. Tal es el caso de los hologramas y códigos de barras.
– Lotes. Este dato debe incluirse obligatoriamente en las cajas y sirve para identificar el origen de cada producto.
– Fechas de vencimiento. No acepte medicamentos vencidos o sin que este requisito esté visible en los empaques de cualquier tipo de fármaco.
– Internet. Evite la compra de medicamentos, a través de Internet
– No se automedique. Los medicamentos de venta libre son los más falsificados; evite su consumo. Mejor visite al médico.
– Absténgase. Ante cualquier sospecha, no consuma el fármaco. Denuncie ante la Secretaría de Salud. Verifique más de una vez la calidad de lo que va a consumir, es su salud la que está en juego.

1. Nota de los editores. Estas palabras son importantes dadas las cifras tan dispares que se manejan con relación de la magnitud del mercado de medicamentos falsificados. A este respecto es útil leer la información que presenta el diario El Colombiano [2]:

En Colombia, el 25 de agosto de 2011 el entonces gerente de la Andi del proyecto contra la falsificación de productos farmacéuticos, Nicolás Uribe, sostuvo que entre el 5 y el 40% de las medicinas que aquí se vendían eran falsas.

Para Alberto Bravo Borda, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Colombianas (Asinfar), niveles de falsificación del 30 o 40% son absurdos. Él se acoge a "cifras confiables", según las cuales los ilegales se lucran del 5 o 6% de la industria, correspondiéndoles a los falsificadores la mitad. Sobre los Pco8 billones (1US$=Pco1.932,15) que a los colombianos se les van en medicinas, el mercado negro se quedaría al año con Pc480.000 millones, de los cuales Pc240.000 millones irían a las arcas de los oscuros industriales.

"El nivel de falsificación no llega al 5%", comenta Maximio Visbal Niño, director Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Droguistas Detallistas (Asocoldro). En su opinión, esa modalidad delictiva representa el 40% del mercado negro de los medicamentos, que cobija los vencidos, el contrabando y los robados.

Una voz disidente aparece. El presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), Francisco de Paula Gómez V., recuerda que "desde hace muchos años Colombia siempre está dentro de las 10 naciones con un mayor problema de medicamentos fraudulentos. Aunque no se tiene un cifra definitiva, las estimaciones de la OMS (30 y 40% en países de América Latina) no están muy lejos de la realidad".

La brecha entre los expertos se vuelve así enorme, pues lo que para unos es una renta ilegal de Pco240.000 millones por falsos medicamentos, para otros podrían ser más de Pco3 billones. En lo que sí hay consenso, incluyendo a Carlos Augusto Sánchez Estupiñán, director de Medicamentos y Productos Biológicos del Invima, es en los daños que estas fraudulentas medicinas causan a la salud de las personas y, por ello, hay que combatirlas.

Asinfar, sin embargo, califica de marginal el problema de los falsos medicamentos, frente al contrabando de productos de alto costo que ingresan principalmente por las fronteras terrestres, "debido a los altísimos precios que tienen esos productos, que comercializan en nuestro país las empresas multinacionales".

Esa batalla, como lo reconoce hasta la poderosa Interpol, no es fácil ni ha producido resultados que tengan en la ruina a los delincuentes. La Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), reporta que entre 2011 y septiembre de 2013 fueron aprehendidas 11.160.461 unidades de medicamentos, valoradas en Pco12.028 millones.

Los operativos se han realizado en 14 ciudades, de las cuales 5 concentran el 89% del valor decomisado. La primera es Cúcuta, en donde se ha cogido el 42,4% del valor del contrabando.

Por su parte, la Dian revela que entre 2008 y el 15 de septiembre de 2013 se hicieron en el país 175.438 operativos anticontrabando y se incautaron mercancías por valor de Pco1,8 billones. En el 4,3% de los casos se hallaron medicamentos, que comercialmente valen Pco30.000 millones.

¿Y quién reina en este negocio? Para Asocoldro, aquí "existe una mafia organizada con nexos internacionales, la cual no ha crecido en Colombia al mismo ritmo que la de otros países, gracias a la permanente labor que desarrolla el Invima, la Dian y los entes territoriales en salud".

Carlos Ricardo Gaitán Bazurto, jefe de la Unidad Nacional de Delitos contra la Propiedad Intelectual y las Telecomunicaciones de la Fiscalía General de la Nación, indica que esas mafias no tienen rostro, aún, ni se conocen sus conexiones con traficantes de drogas o armas. Se sabe, sí, que en el caso del contrabando, roban en Ecuador y Venezuela medicinas de alto costo contra el sida, el cáncer y dolencias de los recién nacidos y aquí les cambian las cajas, etiquetas, números de lote y fechas de vencimiento.

El investigador agrega que "esas medicinas no las compra el colombiano promedio; se ingresan al sistema de salud".

2. Germán Jiménez Morales. Las falsas medicinas, ahora son el negocio de la muerte. ¿Sabe qué tienen las pastas contra el sida, el cáncer o el potenciador sexual que compró "a precio de huevo"? El Colombiano, 20 de octubre de 2013
http://www.elcolombiano.com/Imprimible2.htm

modificado el 28 de noviembre de 2013