Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Prescripción

¿Antibióticos para todos? Cuando se contraponen la satisfacción del paciente y el uso apropiado de antibiótico (Antibiotics for everyone? When patient satisfaction and appropriate antibiotic use collide)
Jesse D. Sutton
Medscape, 15 de noviembre de 2018
Medscape en español 27 de noviembre de 2018
https://espanol.medscape.com/verarticulo/5903422?nlid=125994_4142&src=WNL_esmdpls_181128_mscpedit_honc&uac=276446CZ&impID=1815187&faf=1

A adultos estadounidenses de edad igual o mayor que 65 años se les prescribieron suficientes ciclos de antibiótico ambulatorio, de manera que, en promedio, cada adulto mayor recibió por lo menos una prescripción cada año según un estudio reciente [1]. En un estudio diferente, una prescripción de antibiótico o de medicamento no antibiótico se asoció a mejores puntuaciones de satisfacción del paciente en consultas de telemedicina directas al consumidor por infecciones de las vías respiratorias [2].

Un grupo de investigadores de Centers for Disease Control and Preventionevaluaron prescripciones de antibiótico ambulatorio de 2011 a 2014 en adultos de 65 años de edad o mayores [1]. Se prescribieron anualmente cerca de 50 millones de ciclos de antibióticos, lo que se correlacionó con 1.110 prescripciones por 1.000 años-persona. Las tasas de prescripción se mantuvieron estables durante este periodo. La tasa de prescripción para mujeres fue mayor que para hombres, y aumentó conforme se incrementó la edad. Las cinco clases de antibiótico prescritas con más frecuencia, en orden descendente, fueron: quinolonas, penicilinas, macrólidos, cefalosporinas y trimetoprima-sulfametoxazol.

Ciprofloxacino fue el antibiótico individual más prescrito en pacientes de 75 años o mayores. La proporción no ajustada de todos los antibióticos prescritos por especialidad fue: medicina familiar (23%), medicina interna (20%), enfermeras y asistentes de médico (14%), odontología (11%) y urología (6%). Se comunicó una distribución similar en la prescripción por especialidades en el caso de la prescripción de fluoroquinolona.

Prescripciones y satisfacción del paciente
En un estudio diferente relacionado con el uso ambulatorio de antibiótico, investigadores de la Cleveland Clinic evaluaron la relación entre prescripciones de antibiótico en consultas de telemedicina directas al consumidor por infecciones de vías respiratorias [2]. De las 8.437 consultas de telemedicina con 85 médicos entre 2013 y 2016, se prescribió antibiótico en 66% de las ocasiones. Se prescribió un medicamento no antibiótico en 16% de las consultas y no se emitió ningún tipo de prescripción en 18% de las consultas. Los pacientes calificaron las consultas con 5 estrellas en 91% de las consultas en que se prescribió antibiótico; en 86% de las consultas en que se prescribió un medicamento no antibiótico, y en 73% de las consultas en que no se prescribió algún fármaco. La recepción de un antibiótico (odds ratioajustado [ORa]: 3,23; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 2,67 – 3,91) o la prescripción de un fármaco no antibiótico (ORa: 2,21; IC 95%: 1,80 – 2,71) se asociaron a una calificación de satisfacción del paciente de 5 estrellas, en comparación con ninguna prescripción. Las tasas de prescripción de antibiótico por médicos también se correlacionaron significativamente con la satisfacción del paciente.

Perspectiva
La alta tasa estable de prescripciones ambulatorias por infecciones de vías respiratorias y la tasa elevada de prescripción de quinolona que encontraron la Dra. Kabbani y sus colaboradores son alarmantes, sobre todo en vista de la advertencia de seguridad de la FDA de Estados Unidos, que desaconseja el uso de fluoroquinolona para tratar infecciones no complicadas y la estrategia nacional para combatir bacterias resistentes a antibióticos (https://www.cdc.gov/drugresistance/pdf/carb_national_strategy.pdf) que hace un llamado a reducir 50% el uso inadecuado de antibiótico para infecciones bacterianas importantes [1]. Cabe destacar que los periodos de evaluación de estos estudios preceden o se superponen a las advertencias de seguridad de la FDA y la Estrategia Nacional de Estados Unidos. Aún falta ver si las advertencias y los mayores esfuerzos para la utilización óptima de antimicrobianos repercutirán en el uso ambulatorio de antibiótico común, y a la vez a menudo innecesario, en Estados Unidos.

Aunque los hallazgos de Martínez y sus colaboradores parecen fomentar el uso inadecuado de antibiótico para infecciones de vías respiratorias, investigaciones similares no siempre han informado una repercusión negativa de oponerse a las peticiones del paciente [2,3]. Sea esto solo una percepción o una realidad, los médicos y los encargados de la vigilancia del uso de antibiótico deben reconocer la necesidad de estrategias sin antibiótico para el tratamiento de infecciones de las vías respiratorias. Tales estrategias comprenden una comunicación clara de un diagnóstico no bacteriano, de la falta de beneficio de los antibióticos, de los posibles daños de los antibióticos y proporcionar prescripciones de medicamentos no antibióticos para el control de los síntomas. Además, los autores del estudio hacen un llamado a no fomentar la prescripción de un antibiótico innecesario para tratar infecciones de las vías respiratorias.

Referencias

  1. Kabbani S, Palms D, Bartoces M, Stone N, y col. Outpatient Antibiotic Prescribing for Older Adults in the United States: 2011 to 2014. J Am Geriatr Soc. Oct 2018;66(10):1998-2002. doi: 10.1111/jgs.15518. PMID: 30221746.
  2. Martinez KA, Rood M, Jhangiani N, Boissy A, y col. Association Between Antibiotic Prescribing for Respiratory Tract Infections and Patient Satisfaction in Direct-to-Consumer Telemedicine. JAMA Intern Med. 1 Nov 2018;178(11):1558-1560. doi: 10.1001/jamainternmed.2018.4318. PMID: 30285050.
  3. Jerant A, Fenton JJ, Kravitz RL, Tancredi DJ, y cols. Association of clinician denial of patient requests with patient satisfaction. JAMA Intern Med. 1 Ene 2018;178(1):85-91. doi: 10.1001/jamainternmed.2017.6611. PMID: 29181542.
creado el 4 de Diciembre de 2020