Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Ventana Abierta

ENSEÑANZA DE LA FARMACOLOGÍA CLÍNICA
Marcelo Lalama, Profesor de Farmacología, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Central, Quito, Ecuador

Un proceso de reforma en la enseñanza de la farmacología se encuentra en curso en nuestra Escuela de Medicina y el desafío más importante a corto y mediano plazo, es el diseño, implementación y evaluación de la metodología para la enseñanza de la farmacología clínica, considerando a ésta, como el paso más importante a largo plazo en el proceso de racionalizar la prescripción de medicamentos. Si alguna virtud tiene un proceso de reforma, es la posibilidad de hacer cambios en los procesos instalados, que en el caso de nuestra universidad con más de 400 años de vida encima, es un atrevimiento difícil de planificar, mucho más de implementar y peor de evaluar.1 Por definición, la reforma trata de cambiar paradigmas, ejemplos de conducta que supuestamente han sido fértiles. En el caso de la Farmacología este proceso se complica, por las connotaciones de tipo económico y social que se presentan cuando se manejan programas con medicamentos.

En síntesis, se puede señalar que el verdadero avance o novedad en este proceso ha sido la enseñanza de la farmacología clínica, la cual podemos resumir de la siguiente manera:

-Un objetivo claro y definido: La prescripción racional de  medicamentos.2

-Redimensión del contenido curricular, teniendo como base el diagnóstico específico de problemas y su manejo con los fármacos de la lista de medicamentos esenciales de la OMS. 3

-Aprendizaje en base de problemas:4 Selección de los problemas terapéuticos en base al contexto epidemiológico del país, poniendo énfasis en atención primaria de salud y considerando nuestro producto final: el médico general tipo familiar. Selección de los problemas en términos de prevalencia y luego de importancia o urgencia, en coordinación con los profesores de clínica.

-Solución de los problemas empleando algoritmos racionales, en forma de guías o protocolos terapéuticos, de acuerdo con las recomendaciones metodológicas de la OMS.5

-Validación del medicamento o tratamiento de elección producto de la guía, empleando la medicina en base de evidencias (MBE), la cual parecería haber sido realizada para farmacología clínica, puesto que más del 50% de la evidencia publicada en forma de revisiones sistemáticas y meta-análisis, corresponde a soluciones para problemas terapéuticos, a experiencias con miles de pacientes y son fáciles de leer, asequibles al médico tratante.

No siempre es posible encontrar una revisión sistemática que responda a nuestros problemas; éste es un procedimiento relativamente nuevo y por cierto, la información es escasa cuando se buscan soluciones a problemas terapéuticos del Tercer Mundo, como es el caso de ciertas parasitosis. Las fuentes más importantes de evidencia tienen accesos al Internet, la mayoría sin costo en países como el Ecuador.

-Incorporación del inglés leído como rutina en el proceso, dado que al  menos el 90% de la MBE se publica en este idioma.

-Tutoría empleando la facilitación: aprender haciendo. Abandonar el protagonismo del magister en beneficio de la participación activa de los estudiantes.

-Motivación y entrenamiento para informar al paciente.

-Formación de una cultura virtual, usando bases primarias de datos y portales electrónicos seleccionados.

-Redefinición de la importancia de la farmacología básica, por su grado de proyección en las ciencias clínicas y más específicamente en la prescripción racional de medicamentos; sus contenidos deben estar orientados a un sistema claramente utilitario en la vida práctica de los futuros médicos.

La normatización de la prescripción mediante guías y protocolos, constituye el método más simple y efectivo para mejorar la calidad de la terapéutica y para disminuir los ingentes desperdicios en gastos de medicamentos.2 De la información estadística disponible en 12 centros de salud y en 10 hospitales provinciales del país, se puede concluir que 25 problemas nosológicos corresponden al 80% de necesidades terapéuticas en la consulta externa de un centro de salud o de un hospital provincial, y que 25 adicionales corresponden al 80% de necesidades terapéuticas de los egresos hospitalarios de un hospital provincial.6 Estos problemas pueden ser solucionados holgadamente con 50 protocolos y los medicamentos de elección que se escojan. Sobre estas bases conceptuales y con el propósito de desarrollar la metodología para la enseñanza de la farmacología clínica, hemos trabajado durante los cinco últimos años en la edición y difusión, tanto impresa como virtual del programa "Los 100 Protocolos Terapéuticos", instrumento útil para que un potencial prescriptor se capacite en la selección racional de su propia lista de medicamentos.7

El entrenamiento en base de problemas y evidencias científicas, más la decisión en su aplicación, son claves para tener éxito con este proceso. Por razones naturales, los médicos jóvenes son más propensos al cambio de hábitos prescriptivos, en particular los estudiantes de medicina. La experiencia internacional demuestra que éstos son procesos con buenas posibilidades de eficiencia a largo plazo y que el éxito está relacionado con la persistencia, la paciencia y el liderazgo en la aplicación del método.

Es parte esencial de un proceso de desarrollo, la obtención de resultados tangibles que puedan ser medidos, por tanto, la evaluación del impacto en forma cuantitativa, es el principal desafío de los programas que se emplean para Uso Racional de Medicamentos.7

 

Bibliografía:

  1. Estévez EM. El arte de enseñar en la audiencia de Quito.Quito: Publicaciones Médicas; 2002.
  2. Laing R, et al. Ten recommendations to improve use of medicines in developing countries, Health Policy and Planning 2001;16(1): 13-20.
  3. World Health Organization. Essential Medicines WHO Model List, 13th edition. Ginebra; abril 2003.
  4. Lalama M, Terán R. Buenas prácticas de prescripción. Cuarta Edición. Quito: Fundación Terapia & Rational Pharmaceutical Management; 2000.
  5. OMS. Guide to Good Prescribing: A Practical Manual. Ginebra: World Health Organization, Action Programme on Essential Drugs; 1999.
  6. Lalama M. Los 100 protocolos terapéuticos. Segunda Edición. Quito: Editorial Concepto; 2003.
  7. Lalama M, de Paepe P. Impacto de las guías terapéuticas estándar en la prescripción racional de medicamentos, Boletín APS, 9: 25, 2003.

modificado el 28 de noviembre de 2013