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Cannabis medicinal

Cannabis: beneficios médicos, riesgos y preocupaciones regulatorias

Salud y Fármacos
Boletín Fármacos: Prescripción, Farmacia y Utilización 2025; 28 (2)

Tags: Cannabis, marihuana, tetrahidrocannabinol (THC), cannabidiol (CBD), productos de cáñamo, dependencia al cannabis, regulación del cannabis, interacciones medicamentosas, marihuana medicinal, dronabinol, Epidiolex para epilepsia, regulación del cannabis medicinal en América Latina

La Fundación Medshadows, que agrupa a periodistas dedicados a investigar los efectos adversos que causan los fármacos, ha publicado un artículo sobre el cannabis que resumimos a continuación.

Según el artículo de laFundación Medshadows [1] cannabis sativa es una de las plantas más antiguas del mundo y se ha utilizado con fines medicinales durante siglos. Contiene más de 100 compuestos, que se conocen como cannabinoides, siendo los más estudiados: Δ9-tetrahidrocannabinol (THC) (principal responsable de sus efectos psicoactivos, alteraciones del estado de ánimo, el pensamiento y la percepción) y Cannabidiol (CBD) que no produce intoxicación, pero tiene efectos terapéuticos.

Un informe exhaustivo de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina [2], dice que hay evidencia sobre la eficacia del uso medicinal del cannabis para tratar condiciones como dolor crónico e insomnio, ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT), síndrome de Tourette, las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia, la pérdida de apetito y de peso en pacientes con VIH/SIDA y la espasticidad en esclerosis múltiple.

Los medicamentos a base de cannabis que ha aprobado la FDA incluyen el Epidiolex (CBD) para tratar epilepsias raras; Marinol y Syndros (dronabinol, THC sintético) para la pérdida de apetito y las náuseas y el Cesamet (nabilona, similar al THC) para las náuseas.

Entre los efectos adversos del cannabis a corto plazo (THC) está la intoxicación psicoactiva (euforia, alteración del juicio, coordinación y memoria), somnolencia, por ende, riesgo para la realización de actividades como conducir o manejar maquinaria, y el deterioro para ejecutar tareas de precisión. Los efectos a largo plazo incluyen: problemas gastrointestinales, pulmonares y cardiovasculares, un mayor riesgo de infarto y accidente cerebrovascular, y el trastorno por uso de cannabis (adicción), especialmente en adolescentes y adultos jóvenes.

Aunque el CBD es generalmente seguro, interactúa con múltiples medicamentos, potenciando los efectos sedantes o alterando el metabolismo hepático de los fármacos, lo que puede resultar en sobredosis o pérdida de eficacia.

El Dr. Jordan Tishler, médico especialista en medicina interna y presidente de la Asociación de Médicos por el Cannabis Medicinal (The Association of Cannabinoil Specialists), destaca que el THC puede causar intoxicación, con efectos adversos sobre el pensamiento y la coordinación, por lo que recomienda que para uso terapéutico se utilicen dosis bajas.

El Dr. Deepak D’Souza, psiquiatra e investigador en neurociencia del cannabis en la Universidad de Yale, advierte sobre la variabilidad de efectos del THC (relajación en unos, ansiedad en otros), riesgo de intoxicación grave cuando se utilizan formas comestibles, porque su efecto no es inmediato, sino que puede tardar hasta 90 minutos, pudiéndose producir una sobredosis involuntaria y síntomas de “mala experiencia” o bad trip: desorientación, paranoia, pánico.

Por otra parte, estudios recientes y reportajes publicados en los medios de comunicación [3-4] alertan sobre la contaminación del cannabis con metales pesados (cadmio, plomo), pesticidas, moho, solventes industriales, y tóxicos absorbidos por la planta, que tiene mucha capacidad de fitoacumulación y genera un importante impacto en la salud pública y el medio ambiente.

Un estudio publicado en Environmental Health Perspectives [5] encontró niveles elevados de cadmio y plomo en la sangre y orina de los consumidores de cannabis. Según la OMS [4], el cadmio se asocia a cáncer y daños en riñones, pulmones y huesos; y el plomo, que es tóxico a cualquier nivel de exposición afecta a múltiples órganos y es especialmente tóxico para niños y embarazadas. La vaporización del cannabis también implica riesgos, ya que los dispositivos electrónicos pueden liberar metales al líquido inhalado.

En cuanto a implicaciones regulatorias, a pesar de su creciente legalización en varios países, el uso médico y recreativo del cannabis sigue representando un desafío regulatorio global. Las agencias de salud deben implementar marcos regulatorios estrictos que garanticen:

  • La calidad, pureza y etiquetado de productos
  • La educación sobre dosis seguras y métodos de administración
  • El monitoreo de interacciones farmacológicas
  • La prevención del uso problemático por poblaciones vulnerables

Conclusión: Aunque el cannabis y sus derivados podrían aportar beneficios terapéuticos, especialmente para ciertas condiciones neurológicas y oncológicas, su uso inadecuado y la falta de regulación estricta pueden traducirse en riesgos significativos para la salud pública. Desde la perspectiva farmacológica y científica, se requiere investigación más sólida, así como políticas de salud pública responsables y basadas en la evidencia.

Salud y fármacos ha hecho una revisión narrativa de la literatura sobre los efectos del cannabis y ha encontrado lo siguiente:

  • El consumo de cannabis, especialmente por adolescentes, se ha vinculado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos psicóticos [6]. La evidencia indica que puede desencadenarlos en individuos genéticamente predispuestos.
  • Además, la exposición temprana al cannabis durante la adolescencia afecta negativamente el desarrollo cerebral, particularmente de las áreas responsables de la cognición y la regulación emocional. La exposición temprana a THC puede alterar los procesos neurobioquímicos y aumentar la vulnerabilidad a trastornos psicóticos [7].
  • Un estudio realizado por Kendler et al. (2021) [8] demostró que los individuos con psicosis inducida por cannabis tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar esquizofrenia en comparación con la población general. Esto sugiere que el cannabis no solo precipita síntomas psicóticos temporales, sino que podría acelerar el inicio de enfermedades subyacentes.
  • En otro estudio con adultos jóvenes [9], el consumo excesivo de cannabis a lo largo de la vida se asoció con una menor activación cerebral durante una prueba de memoria. Estos hallazgos identifican consecuencias negativas asociadas con el consumo excesivo de cannabis a lo largo de la vida, principalmente afectaciones de la memoria en adultos jóvenes sanos, que podrían ser duraderas.
  • Las variedades de cannabis con concentraciones más altas de THC se asocian con un mayor riesgo de psicosis. Un metaanálisis [10] indicó que el consumo diario de cannabis de alta potencia aumenta cinco veces el riesgo de desarrollar psicosis.

Fuente Original:

  1. Teresa Carr. Risk and Relief: Reckoning with the Complicated Side Effects of Cannabis. Medshadow Foundation, febrero 6, 2025 (actualizado el 15 de febrero de 2025). https://medshadow.org/side-effects-of-cannabis/

Referencias

  1. Carr, Teresa. Risk and Relief: Reckoning with The Complicated Side Effects of Cannabis. Medshadow. Actualizado 15 Feb 2025. https://medshadow.org/side-effects-of-cannabis/
  2. National Academies of Sciences: Engineering and Medicine 2017, The health effects of cannabis and cannabinoid. The current state of evidence and recommendations. https://nap.nationalacademies.org/catalog/24625/the-health-effects-of-cannabis-and-cannabinoids-the-current-state
  3. NY Times. What´s in New York´s illicit Cannabis: Germs, toxins and metals. A report from a medical cannabis trade groupe. https://www.nytimes.com/2022/12/01/nyregion/cannabis-bacteria-pesticides-illegal-dispensary.html
  4. WHO Exposure to Cadmiun: A major public health concern, World Health Organization 2019. Some rights reserved. This work is available under the CC BYNC-SA 3.0 IGO licence. https://www.who.int/teams/environment-climate-change-and-health/chemical-safety-and-health/health-impacts/chemicals/cadmium
  5. Jameson L, Conrow K, Pinkhasova D et al. Comparison of State-Level Regulations for Cannabis Contaminants and Implications for Public Health Environmental Health Perspectives 2022. https://ehp.niehs.nih.gov/doi/full/10.1289/EHP11206
  6. Volkow, N. D., Swanson, J. M., Evins, A. E., DeLisi, L. E., Meier, M. H., Gonzalez, R., … & Baler, R. (2016). Effects of cannabis use on human behavior, including cognition, motivation, and psychosis: A review. JAMA Psychiatry, 73(3), 292-297. https://doi.org/10.1001/jamapsychiatry.2015.3278
  7. Schneider, M. (2020). Adolescence as a vulnerable period to alter rodent behavior by cannabis exposure: Implications for the endocannabinoid system and neuropsychiatric disorders. Frontiers in Psychiatry, 11, 859. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2020.00859
  8. Kendler, K. S., Ohlsson, H., Sundquist, K., & Sundquist, J. (2021). Prediction of schizophrenia based on familial and individual risk factors in a Swedish national cohort. Psychological Medicine, 51(6), 970-977. https://doi.org/10.1017/S0033291720001967
  9. Gowin JL, Ellingson JM, Karoly HC, et al. Brain Function Outcomes of Recent and Lifetime Cannabis Use. JAMA Netw Open. 2025;8(1):e2457069. doi:10.1001/jamanetworkopen.2024.5706
  10. Di Forti, M., Quattrone, D., Freeman, T. P., Tripoli, G., Gayer-Anderson, C., Quigley, H., … & Murray, R. M. (2019). The contribution of cannabis use to variation in the incidence of psychotic disorder across Europe (EU-GEI): A multicentre case-control study. The Lancet Psychiatry, 6(5), 427-436. https://doi.org/10.1016/S2215-0366(19)30048-3
creado el 14 de Julio de 2025