Los sistemas y responsabilidades como están estructuradas no permiten una solución al histórico problema
El desabastecimiento de medicamentos e insumos médicos, así como sus precios, responden a causas complejas y multifactoriales.
En la Caja de Seguro Social (CSS) algunas voces sugieren una revisión integral del sistema de compras.
Para el economista y exdirector de la CSS (1999-2003) Juan Jované, lo ideal es revisar todo el sistema de compras y evitar la “discriminación de precios” de la que es objeto el país, donde los fármacos se venden a un precio mayor que en otros países. Y aunque reconoce que la situación es conocida, la catalogó de “competencia desleal”.
Jované propone que esa verificación permita a lo interno de la CSS acelerar las compras, y ello tendría que ir de la mano con una fiscalización oportuna de la Contraloría, además de que la Sala Tercera de lo Contencioso de la Corte Suprema de Justicia no demore uno o dos años en atender las impugnaciones.
Vicente Archibold Blake, abogado y docente de la Universidad de Panamá, cree que la distorsión para el desabastecimiento radica en la licitación. Afirmó que los procesos de licitación pública para la adquisición de medicamentos, tanto en la CSS como en el Ministerio de Salud, en muchas ocasiones se tornan en una opacidad.
Saúl Méndez, dirigente del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) piensa que “los fondos de la CSS están siendo robados por mafias organizadas desde el poder económico, y estas mafias farmacéuticas que denunciamos son cinco, son las que se presentan en la licitación, controlan el mercado junto con (definitivamente) las autoridades que están dentro y fuera de la CSS. La verdad es que hay una mancuerna perfecta, por la cual este tipo de modus operandi se desarrolla con plena impunidad en Panamá”.
Pero, ¿cuáles serían las posibles soluciones para el desabastecimiento de medicinas? El exsubdirector de la CSS (2019-2022) Francisco Bustamante las desarrolla en cinco puntos:
En la Caja se usa el consumo histórico y la entidad que hasta la fecha lo ha realizado es Logística. Los bodegueros, ya que los médicos no han asumido un rol gerencial en el tema. Y Compras se limita a la tramitación de acuerdo con lo que establece la ley de adquisiciones que se usa para comprar desde lápices hasta equipos, etc.
Pero por falla de los sistemas no tenían los inventarios al día. Parte de ellos en kardex. Y lo más grave: no consideraban las recetas no surtidas. Por la falta de sistemas no tenían la gestión de los datos existentes en la atención médica. Hay datos, pero no un gestor informático adecuado.
Y los rechazos de Contraloría. “En nuestra época se hizo un levantamiento donde la ocurrencia de errores era mayor. Resultó en los informes de recepción que son críticos para agilizar los pagos ante la Contraloría. El programa, originalmente diseñado por el director general (Enrique) Lau apuntaba a resolver estos temas de gestión informática. Todavía es un pendiente. Entretanto, los procesos son lentos, manuales y con recurrentes errores. Hasta que no se resuelva esto, las mesas de medicamentos en el mejor de los casos alivian el abastecimiento puntual, pero no resuelven el problema sistémico”, apuntó Bustamante.
Las multas por entrega tardía son muy poco punitivas. Y dado los atrasos en el pago, los informes de recepción defectuosos, a fin de evitar caer en vigencia expirada que entraña un riesgo alto de demora en el cobro de las cuentas, puede influir en que las entregas a fin de año no se cumplan.
“En una ocasión hablamos con unos 20 proveedores y nos comprometimos a tramitar sus informes, y la mayoría entregó basada en mi promesa”.
Ahora, ¿el problema de desabastecimiento de medicamentos oportuno tiene solución? Sí, dice categórico Bustamante. ¿Lo resuelve la mesa de medicamentos? No, también dice de forma categórica. En el mejor de los casos lo alivia. La solución es sistémica. Legal. Recursos humanos. Pero, sobre todo, decisión política.