Es claro que el equipo de Alejandro Svarch en Cofepris no ha logrado combatir el enorme rezago de trámites ante sus industrias reguladas. La realidad es que arrastra una muy larga fila de pendientes que le viene desbordando desde hace rato y se vuelve un círculo vicioso porque ello a su vez le repercute en su operación interna en muchos sentidos.
La industria, ante la falta de respuesta del regulador sanitario, ha estado recurriendo a los tribunales para desatorar sus procesos productivos pues le resulta muy costosa la falta de autorizaciones y respuestas del regulador. Ello lo que le ha generado a Cofepris es que se le duplica el trabajo y los costos; tiene que dedicar tiempo y esfuerzo a estar respondiendo la ola de denuncias y amparos, y, como nos enteramos, le está significando también elevados costos a su plantilla laboral.
Entre las industrias que más han recurrido a la opción judicial como recurso para presionar a Cofepris a que responda, está la de cannabis industrial (medicinal y lúdico) que ha sido ignorado por completo por Cofepris; la de vacunas, la de plaguicidas (que es la industria agroalimentaria), de terceros interesados, de medicamentos y de dispositivos médicos.
Son miles de juicios los que corren exigiendo, por ejemplo, la afirmativa ficta, un recurso ante el cual Cofepris está obligado a dar una respuesta inmediata por orden del juez, pero como no se lo toma en serio o está abrumado de tantas denuncias, en vez de responder oportunamente termina incumpliendo, entonces le siguen llegando a Cofepris infinidad de multas. Esto ya lo habíamos reportado en una anterior entrega el 6 de febrero.
El punto es que dichas multas van dirigidas al propio comisionado federal Svarch o a sus direcciones, y para ello Cofepris debe tener un presupuesto específico. Pero lo que está sucediendo, según versiones de abogados que laboran en Cofepris, es que la Subdirección Ejecutiva de lo Contencioso que lleva Edith Viviana Panduro Moreno, buscando proteger a los superiores jerárquicos, les termina quitando a los abogados a su cargo los recursos para pasajes para con ello pagar las multas impuestas derivadas de los juicios, es decir los mismos empleados están poniendo de sus viáticos para pagar las multas, lo cual no es ético ni legal, y si Cofepris no lo resuelve pronto le podría derivar en más problemas legales.
Para acabarla de amolar, la Coordinación General Jurídica y Consultiva está acéfala y no hay entonces quien establezca una directriz o estrategia jurídica para enfrentar de la mejor manera la ola de juicios y multas, y entonces las decisiones en esta área las están tomando encargados de despacho. Es el caso de Mario Issac González Valderrama, quien fue quien instauró la llamada “Unidad Modelo” como una iniciativa de mejora continua pero nos dicen que ha sido más bien una forma de acosar y explotar al personal de la Subdirección Ejecutiva de lo Contencioso, pues los pone a competir intensamente sin darles mayor capacitación o elementos para sacar más rápido los procesos; más bien con amenazas de despido y señalando que son instrucciones del Comisionado.
Entonces lo que se ha generado en el área jurídica de Cofepris es un ambiente tóxico de hostilidad. Valderrama creó un torneo llamado “mundialito” el cual consistió en dividir al área en cuatro equipos, obligándolos a trabajar durante extensas jornadas de trabajo con la promesa de otorgar plazas a los mejores abogados y de reducir las horas laborales los viernes.
Aquí el punto es que no se trata de un tema de productividad humana sino de procesos, pues lo que pasa en jurídico es consecuencia del rezago en el área técnica, y por más que laboren a marchas forzadas el tema es que están rebasados; mientras no resuelvan el rezago tampoco podrán acabar con los problemas judiciales. Aparte, como autoridad están desde una posición difícil defendiendo lo indefendible porque es innegable que están fuera de tiempo en la respuesta a los regulados, y éstos tienen la razón de su lado para ganar los juicios.
La mira está en septiembre
Interesante la señal que han mandado Ajejandro Svarch y Pablo Quiroga, comisionado de fomento sanitario, de que tienen hasta septiembre para implementar nuevas políticas y todos los esfuerzos posibles para agilizar las cosas en Cofepris. Así lo dejaron en claro en una reunión con la industria farmacéutica. Lo que se entiende de ello es que ya están vislumbrando sus siguientes pasos mirando hacia el siguiente sexenio. La reacción automática de cualquiera es pensar que podrían irse al IMSS. Pero no. Más bien lo que tendrían en la mira es sumarse a la campaña de Morena (Claudia o Adán) y competir por una curul en la siguiente Legislatura…