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Entrevistas

ENTREVISTA CON ELENA SALGADO, MINISTRA DE SALUD DE ESPAÑA
Resumido de: Alain Ochoa y Carlos Gil, Diario Médico, 1 de junio de 2004.

ENTREVISTA A GINÉS GONZÁLEZ GARCÍA, MINISTRO DE SALUD DE ARGENTINA
Resumido de: El Tribuno, 31 de julio de 2004

ENTREVISTA A CARLOS CORREA, NEGOCIADOR DEL TLC VETADO POR EE.UU.
Jacqueline Guevara Gil, El Tiempo (Colombia), 1 de agosto de 2004

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ENTREVISTA CON ELENA SALGADO, MINISTRA DE SALUD DE ESPAÑA
Resumido de: Alain Ochoa y Carlos Gil, Diario Médico, 1 de junio de 2004.

La Ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, en una entrevista a Diario Médico sostuvo lo siguiente respecto al futuro del acuerdo con Farmaindustria:

P: Uno de sus principales retos es definir el nuevo marco de relaciones con la industria farmacéutica. ¿Será un acuerdo similar al de 2001, basado en aumentos del gasto?
R: Yo no le daría tanta importancia al aspecto formal. Lo que me produce cierto sonrojo es llegar a acuerdos en que ambas partes se comprometen a que el incremento del gasto no supere cierta cifra, porque supone establecer eso como objetivo. Yo insisto en que la meta es el uso racional del medicamento, y a través de él se moderará la factura.

Pero convenir entre todos que el gasto no debe superar cierto nivel es algo que intelectualmente rechina. Era casi un pacto, más que un acuerdo.

P: ¿Las conversaciones están ya en marcha?
R: Sí, el subsecretario tiene esa tarea como fundamental y yo ya he tenido una primera entrevista con el presidente de Farmaindustria.

P:¿Se han marcado algún plazo?
R: Lo antes posible. Pero no se trata de caer en el vacío sino de sustituir lo actual por algo que se lleve a la práctica. No estamos pensando tanto en un acuerdo global como en conseguir pequeños pasos para que todos caminemos en la misma dirección, pero sin abdicar del papel fundamental del Estado: mejorar la salud de los ciudadanos en el medio plazo, es decir, procurando la sostenibilidad del sistema.

P:¿Es posible que no haya un acuerdo como tal?


R: No es obligado que haya acuerdos con la industria farmacéutica. Creemos que es bueno que existan, pero con determinadas características, no el acuerdo per se. Si lo que se nos plantea no es razonable, la posición del Ministerio es no firmar.

P:¿Lo que es seguro es que se desligará la I+D de ese futuro acuerdo?
R: La inversión en investigación ya está ligada al gasto farmacéutico de muchas formas, por ejemplo porque se incluye en la valoración previa al establecimiento del precio de un nuevo medicamento. Lo que no quiero es que esa inversión esté ligada a incumplimientos de un acuerdo con la industria, como lo está ahora, porque no queremos que haya tales incumplimientos.

En la misma línea, unos meses después, también se refirió a la relación que mantiene el Gobierno con la industria farmacéutica. Indicó que la labor del Ejecutivo socialista se traducirá en una “relación distinta”, cuya principal diferencia será dejar de vincular el incremento de la factura en medicamentos con los retornos de los laboratorios para financiar proyectos de investigación biomédica.

A su juicio, el acuerdo firmado con Farmaindustria por el anterior Ejecutivo “tenía como uno de sus objetivos visualizar unas determinadas inversiones en investigación, además concentradas en dos centros muy espectaculares”, el de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). “Una vez que estos centros están ahí los vamos a utilizar al máximo, aunque no creemos que esa sea la mejor forma; eso vició mucho el acuerdo con la industria, al ligar el exceso de gasto farmacéutico a la financiación de la investigación. Y vamos a cambiarlo”, anunció.

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ENTREVISTA A GINÉS GONZÁLEZ GARCÍA, MINISTRO DE SALUD DE ARGENTINA

Resumido de: El Tribuno, 31 de julio de 2004

P: ¿Por qué los medicamentos genéricos producen un rechazo entre los médicos y los pacientes?

R: No hay ningún médico que haya hecho una denuncia formal respecto de la calidad de los genéricos. En realidad, esos médicos que hablan mal de la calidad de estos remedios son voceros de los laboratorios. Los únicos que dicen cosas de los genéricos son los mismos que no pueden explicar por qué un mismo medicamento con el mismo nombre genérico, pero con distinta marca comercial, vale dos o tres veces más que otros. Como no hay forma de explicarlo, intentan decir que hay diferencia de calidad.

P: Pero la gente dice que no tienen efecto…?


R: Yo digo clarito: si está en venta en una farmacia y está aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación no tenga ninguna duda que tiene todas las condiciones que tiene que tener.

P: ¿Cómo es la relación actual con los laboratorios?
R: La relación con los laboratorios está menos tensa ahora que antes. Llegamos a tener diferencias muy graves, pero tendrán que aceptar lo que es una política de Estado donde las provincias y la Nación hemos trabajado juntos y sobre todo con un enorme apoyo de la gente. Hoy no hay ninguna política pública social que tenga la aprobación que tiene en este momento la política de medicamentos. Hoy tenemos la más alta de las aprobaciones y eso es un orgullo.

P: ¿A qué nivel se llegó con los genéricos?
R: Hoy me decían que en el IPS (Instituto Provincial de Salud de Salta) un 82% de los medicamentos son por prescripción de genéricos. Un estudio de la Capital Federal de la semana pasada sitúa ese nivel en un 89%. Hace un año atrás me decían que yo era dueño de laboratorios y difamaciones por el estilo. Lo que pasa es que a nadie le gusta perder plata. Antes cobraban el doble por lo que hoy reciben la mitad. La Argentina vende muchos más medicamentos, tiene mejor acceso la gente al igual que en el año 2000.

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ENTREVISTA A CARLOS CORREA, NEGOCIADOR DEL TLC VETADO POR EE.UU.

Jacqueline Guevara Gil, El Tiempo (Colombia), 1 de agosto de 2004

Las posiciones de Correa han ido en contravía de los intereses de las farmacéuticas multinacionales, muchas de las cuales tienen asiento en ese país EE.UU. Para él, el veto muestra el temor de los estadounidenses de enfrentarse a un técnico que no dejará pasar nada en contra de los países andinos.

Correa, de nacionalidad argentina, es uno de los latinoamericanos más preparados y estudiosos del tema y defensor del acceso de los países en desarrollo a los medicamentos. Ha sido consultor de Naciones Unidas, el BID, la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en los últimos 10 años ha librado batallas en defensa de la salud pública en las rondas de
Uruguay y de Doha para establecer las bases del libre comercio mundial. Con Correa habló El Tiempo desde Buenos Aires.

P: ¿Qué opinión le merece el veto?
R: Cada país tiene derecho a elegir quién negocia y quién lo asesora en estos temas. Fui invitado por los ministros de salud de Ecuador, Perú y Colombia para asesorarlos en torno a las implicaciones que podrían tener sobre la salud pública las propuestas que se negocien en propiedad intelectual. Los países tendrán que examinar en qué medida las propuestas de EE.UU. pueden tener efectos negativos sobre el acceso a los medicamentos.

P: El hecho de que no esté como negociador sino como asesor le resta importancia?
R: EE.UU. planteó una objeción y se suspendió la discusión, de manera que estoy pendiente de que me pedirán los gobiernos para la próxima ronda. Mi posición sigue intacta.

P: ¿Por qué usted le resulta tan incómodo a EE.UU.?
R: Yo he trabajado en temas de salud pública con la OMS y en otros ámbitos académicos y supongo que mis posiciones, que son conocidas, no son totalmente coincidentes con las de ese gobierno.

P: ¿Con ese veto EE.UU. comenzó a mostrar las uñas?
R: Si uno analiza lo que ha obtenido en otras negociaciones como los acuerdos con Chile, con Centroamérica y con Marruecos no es de sorprender que a los andinos les plantee requerimientos similares. Esto no significa que estén en las mismas condiciones ni que deban adoptar esos estándares, pero anticipa el tipo de discusión que se va a dar. Lo importante es que planteamientos hace EEUU. en el capítulo de propiedad intelectual, que es propuesta de esa nación y no de los andinos.

P: ¿Por qué es tan clave para EE.UU. el tema de la propiedad intelectual?
R: EE.UU. ha tratado de buscar soluciones muy proteccionistas y en algunos casos sobreproteccionistas en ese tema; eso es bien conocido. Pero al mismo tiempo, los países tienen todo el derecho de proteger la salud pública como lo establece la declaración de Doha. Ese debería ser el punto de partida para cualquier discusión: el derecho de los países a la protección de la salud pública y a favorecer el acceso a los medicamentos y a los tratamientos médicos a la mayor parte de la población.

P: ¿En qué no deben ceder los países andinos?
R: Tienen que ser firmes en mantener estos principios que han sido ratificados por la Organización Mundial de Comercio y seguir con la flexibilidad que el derecho vigente les permite para proteger los intereses de la salud pública. No se deben hacer concesiones para favorecer a una industria en particular, que pueden tener efectos negativos sobre los medicamentos en estos países.

P: Es decir, no se deben aceptar más restricciones a la elaboración de genéricos?
R: Efectivamente. No se deben aceptar más restricciones que aquellas consagradas en el derecho internacional vigente. Negociar más que eso puede generar efectos perversos significativos.

P: ¿Cuáles fueron los errores de los TLC firmados por Centroamérica y Marruecos que los andinos no pueden cometer?
En esos acuerdos se admitió la elevación de los estándares de protección de la propiedad intelectual en una forma que no asegura una retribución justa a aquellos que desarrollan productos innovativos; se establecen disposiciones que pueden crear barreras a la competencia legítima y que pueden disminuir la difusión de medicamentos genéricos.

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modificado el 25 de septiembre de 2017