Resumen
Objetivo. Evaluar el patrón de uso de la medicina tradicional a nivel mundial para el tratamiento de la hipertensión, la diabetes y la hipercolesterolemia.
Métodos. Se combinaron datos individuales de 309.745 personas no embarazadas de 15 años o más, procedentes de 71 encuestas nacionales representativas realizadas en países de ingresos bajos y medianos entre 2005 y 2021. Se identificó a las personas con diagnóstico de hipertensión, diabetes e hipercolesterolemia que declararon utilizar medicina tradicional. Para cada afección, se estimó la prevalencia del uso de medicina tradicional a nivel mundial, regional y según el nivel de ingresos del país, así como el porcentaje de personas que usaban simultáneamente medicina tradicional y biomedicina.
Además, se estimó la asociación entre el uso de medicina tradicional y las características individuales.
Resultados. La prevalencia del uso de medicina tradicional fue del 14,7% (intervalo de confianza, IC, del 95%: 12,7-16,9) para la diabetes; del 12,4% (IC del 95%: 10,0-15,3) para la hipercolesterolemia; y del 8,1% (IC del 95%: 7,3-9,0) para la hipertensión. La mayoría de las personas que utilizaban medicina tradicional para la diabetes o la hipercolesterolemia también usaban simultáneamente biomedicina.
Las asociaciones entre las características sociodemográficas y el uso de medicina tradicional variaron según la región y la afección. En la Región del Pacífico Occidental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de medicina tradicional para la diabetes fue significativamente mayor en hombres y adultos jóvenes, mientras que su uso para la hipertensión fue mayor en mujeres y personas mayores. En la Región de África de la OMS, el uso de medicina tradicional para la diabetes y la hipertensión fue más elevado en hombres y en personas con menor nivel educativo.
Conclusión. Este estudio muestra una elevada prevalencia del uso de la medicina tradicional para el tratamiento de la hipertensión, la diabetes y la hipercolesterolemia en los países de ingresos bajos y medianos. Los resultados destacan la necesidad de comprender mejor las interacciones clínicas y los riesgos asociados al uso de la medicina tradicional para optimizar el tratamiento de las enfermedades cardiometabólicas.