La psoriasis es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica caracterizada por lesiones eritematosas como escamas que a veces provocan prurito. Afecta principalmente a adultos (prevalencia de hasta un 10%) y con menos frecuencia a niños (prevalencia de aproximadamente un 1%) [1, 2].
En 2024, usando la base de datos de farmacovigilancia de la OMS, un centro regional de farmacovigilancia francés (CRPV) publicó un análisis de reportes de psoriasis atribuida a un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) [3]. A finales de marzo de 2023, esta base de datos contenía 467 reportes de ese tipo, de los cuales 39 involucraban a las formas graves (psoriasis pustulosa o eritrodérmica). La psoriasis en placas fue la forma más frecuente (85% de los casos). Los pacientes afectados tenían un promedio de edad de 60 años.
Todos los inhibidores de la ECA estuvieron implicados, incluyendo al lisinopril (132 casos), al ramipril (114 casos), al perindopril (67 casos) y al enalapril (63 casos). La mediana del intervalo desde la primera dosis de un inhibidor de la ECA hasta la aparición de la psoriasis (que se conoció en 282 casos) fue de aproximadamente 60 días. Cuando se documentó el desenlace tras la interrupción del inhibidor de la ECA, las lesiones psoriásicas se habían aclarado o habían mejorado notablemente en el 61% de los casos. La psoriasis reapareció en dos pacientes tras reanudar el lisinopril [3].
Se han sugerido muchos factores que pueden participar en la aparición o la exacerbación de la psoriasis, incluyendo los inmunitarios, genéticos, infecciosos, ambientales y psicológicos [1, 2].
La psoriasis o la exacerbación de la psoriasis se mencionan en los resúmenes franceses de las características del producto (RCP) de los que contienen a los inhibidores de la ECA benazepril, lisinopril, perindopril, quinapril, ramipril, trandolapril y zofenopril [4].
Además de los inhibidores de la ECA, muchos otros medicamentos conllevan un riesgo de psoriasis, en particular los betabloqueadores, los bloqueadores de receptores de angiotensina II (BRA), el litio y los antipalúdicos (cloroquina, hidroxicloroquina y quinidina) [2, 3]. Cuando se usan estos medicamentos simultáneamente, aumentan el riesgo de aparición o de exacerbación de la psoriasis.
En la práctica, siun paciente tratado con un inhibidor de la ECA presenta psoriasis o padece una psoriasis que empeora tras el inicio del inhibidor de la ECA, es beneficioso considerar la posible participación del medicamento. En la mayoría de los casos, al interrumpir el medicamento responsable, la psoriasis remitirá. En tales casos, es recomendable no reemplazar el inhibidor de la ECA con un BRA, ya que los BRA conllevan el mismo riesgo.
Referencias seleccionadas de la búsqueda bibliográfica de Prescrire