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Cómo Covax no cumplió su promesa de vacunar al mundo

(How Covax failed on its promise to vaccinate the world)
Rosa Furneaux, Olivia Goldhill, Madlen Davies
The Bureau of Investigative Journalism, 8 de octubre de 2021
https://www.thebureauinvestigates.com/stories/2021-10-08/how-covax-failed-on-its-promise-to-vaccinate-the-world
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Agencias Reguladoras y Políticas 2021; 24(4)

Tags: Covax, Serum Institute, AstraZeneca, India, Cepi, donación de vacunas, Gavi, Cepi, donaciones voluntarias, propiedad intelectual, nacionalismo de vacunas, acumulación de vacunas, Estados Unidos, Trump, Reino Unido, Canada, solidaridad, Operación Warp Speed, Ghana, retrasos en entrega de vacunas, pandemia, covid, OMS, OPS, Chile

La embajadora sintió que su corazón se hundía al leer el correo electrónico. Más tarde recordaría este momento como la peor situación que había enfrentado desde su llegada a Ginebra. A principios de 2021, su país, afectado por la pandemia había recibido muchos miles de vacunas covid-19 gratuitas. Pero el suministro se había agotado rápidamente. Las vacunas procedían de Covax, la ambiciosa colaboración global establecida para ofrecer a las personas de países ricos y pobres un acceso equitativo a las vacunas.

Ahora, en abril, Covax le estaba diciendo que la próxima entrega no llegaría. ¿Qué pasaría con los médicos, enfermeras y abuelos que esperaban sus segundas dosis?

Durante las próximas semanas, la embajadora y sus colegas hicieron todo lo posible para obtener más vacunas para los habitantes de un país grande, en desarrollo, al sur del ecuador. Llamó repetidamente a su coordinador de Covax, pero no la pusieron en contacto con los fabricantes y no pudieron decirle cuándo llegarían más dosis. Intentó ponerse en contacto directamente con los ejecutivos de Covax, pero fue en vano.

Al quedarse sin opciones, los funcionarios del país llamaron a sus contrapartes en otros gobiernos para tratar de negociar acuerdos. Se encontraban en una situación financiera difícil, pero la situación era desesperada. “Estábamos mendigando una respuesta”, dijo.

Concebido al comienzo de la pandemia, Covax tenía objetivos ambiciosos, prometía un acceso justo a las vacunas covid-19 para todos los países del mundo y gratis para los países más pobres. Para las naciones más ricas, Covax dijo que actuaría como una póliza de seguro. Para los más pobres, sería como un salvavidas.

Cruda realidad
Pero los primeros 18 meses no han ido como se esperaba. Mientras los países más ricos administran las dosis de refuerzo, el 98% de las personas en los países de bajos ingresos siguen sin vacunarse. Covax, descrito por un experto como “ingenuamente ambicioso”, ha contribuido con solo el 5% de todas las vacunas administradas a nivel mundial, y recientemente anunció que no alcanzaría su objetivo de 2.000 millones para 2021.

El Bureau of Investigative Journalism (Oficina de Periodismo de Investigación) y STAT han revisado documentos internos confidenciales y han hablado con funcionarios de más de dos docenas de países, muchos de los cuales describieron confusión y frustración con Covax. Aunque agradecidos por lo que la iniciativa está tratando de hacer, dicen que les ha costado obtener información del personal de Covax, y no saben cuándo llegarán las entregas.

Los países han recibido suministros con meses de retraso o sin previo aviso, lo que ha provocado caos durante las campañas de vacunación y, en ocasiones, ha retrasado las segundas dosis. En algunos casos, las vacunas a punto de caducar fueron devueltas o desechadas porque los gobiernos no pudieron distribuirlas a tiempo. Los países y regiones con los medios económicos para hacerlo se apresuraron a establecer acuerdos directamente con los fabricantes de vacunas, pero se tuvieron que colocar al final de la fila.

Se ha acusado a Covax de marginar a las organizaciones que representan los intereses de las naciones más pobres durante las discusiones de más alto nivel, negando una voz a los que estaban más desesperados.

Algunos funcionarios hablaron con nosotros bajo condición de anonimato, temerosos de que discutir abiertamente sus experiencias con Covax pudiera dañar sus relaciones con la organización.

La revisión destacó la “insuficiente inclusión y participación” de los países de bajos y medianos ingresos, las organizaciones de la sociedad civil y los representantes de la comunidad. Además, expresó preocupación por si Covax está haciendo lo suficiente para ampliar la producción de vacunas a través de medidas como la transferencia de tecnología, y por si los sistemas de salud “requieren apoyo” en los próximos meses para distribuir un mayor suministro de vacunas.

Covax dijo al Bureau que la iniciativa está utilizando otras estrategias para facilitar el acceso universal a las vacunas covid-19, incluyendo la creación del “primer mecanismo de asignación global del mundo basado en principios de equidad y justicia”.

Covax dijo que las estimaciones del número de dosis y la disponibilidad se basan en la información recibida de los fabricantes y que “debido a los retrasos de los fabricantes para liberar las vacunas, no siempre ha sido posible notificar a los países con mucho tiempo de antelación” sobre los suministros.

Reconoció que, “si bien el mecanismo ahora funciona a gran escala, los volúmenes que se han distribuido hasta la fecha son inaceptables”. Pide a los fabricantes y gobiernos que “den prioridad a Covax para que pueda acelerar urgentemente las entregas a los países que más necesitan las dosis”.

Hasta ahora, Covax ha entregado unos 330 millones de vacunas, y tiene la intención de distribuir 1.100 millones de vacunas en tan solo los próximos tres meses. Algunos funcionarios de los países más pobres temen que este repentino aumento pueda abrumar a sus sistemas de salud y provocar el desperdicio de vacunas muy necesarias.

Como operación solidaria, basada en la caridad, Covax no ha cumplido su promesa. Dieciocho meses después de que se lanzara la iniciativa, los países del sur global continúan enfrentando olas devastadoras de covid-19 y miles de millones de personas siguen sin vacunarse. Los expertos dicen que Covax debe reflexionar y aprender de sus errores para cambiar la dirección de esta pandemia, e incorporar lecciones vitales antes de la siguiente.

¿Qué propuso hacer Covax?
  • Para 92 países de bajos y medianos ingresos, Covax tenía como objetivo distribuir dosis de vacuna covid-19 subsidiadas o gratis, para cubrir el 20% de su población.
  • Los otros 51 países de ingresos medianos y altos que participan en Covax pagarían sus propias vacunas

Una oportunidad para cambiar
En enero de 2020, en un bar de Davos en Suiza, Seth Berkley y Richard Hatchett discutían la creciente crisis en Wuhan, China. Berkley es el director ejecutivo de Gavi, The Vaccine Alliance, una asociación público-privada que tiene como objetivo mejorar el acceso a las vacunas en los países en desarrollo. Hatchett es director de la Coalición para Innovaciones en la Preparación ante Epidemias (Cepi en inglés), una fundación que financia el desarrollo de vacunas para detener las epidemias.

Cepi ya había establecido sus primeros acuerdos para financiar los ensayos clínicos en humanos de tres candidatas a vacunas covid-19, anticipándose a una emergencia global. En Davos, Hatchett recordó: “[Hablamos] sobre nuestras preocupaciones para poder garantizar el acceso equitativo a cualquier vacuna, si sucedía lo que pensábamos que podía estar sucediendo, y que podría convertirse en una pandemia”.

Tras presenciar la respuesta de la Casa Blanca a la epidemia de gripe porcina de 2009, cuando las naciones ricas acapararon los suministros de vacunas, Hatchett sabía que una reacción similar al covid-19 representaría un desastre para gran parte del mundo. Para evitar eso, le dijo a Berkley, que debían “tratar de crear un sistema globalmente inclusivo que satisficiera las necesidades de todos”.

Dos meses después, Hatchett compartió una propuesta para la iniciativa que se convertiría en Covax. Sería un programa de principio a fin, que abarcaría desde el desarrollo de vacunas hasta su distribución en todos los países del mundo. Al invertir en varios candidatos a vacunas de diferentes compañías, Covax mejoraría las posibilidades de tener una vacuna exitosa cuando concluyeran los ensayos. Al comprar las dosis al por mayor, Covax podría negociar precios favorables con los fabricantes.

Los países de ingresos altos y medianos comprarían en Covax, mientras que los más pobres recibirían vacunas gratis, financiadas por donaciones de gobiernos ricos y las organizaciones benéficas, hasta cubrir el 20% de su población. Como centro de distribución, Covax repartiría las vacunas de forma justa en todo el mundo, y las enviaría simultáneamente a los países ricos y pobres. Dicho sistema se podría establecer de manera bastante sencilla, decía la propuesta, “con suficiente voluntad política y financiamiento del sector público”.

Pero Covax se quedó corto en ambos objetivos. Para funcionar, se requería la cooperación de los gobiernos ricos cuya reacción impulsiva sería comprar tantas vacunas como fuera posible para proteger a sus propios ciudadanos, aun cuando se pudieran beneficiar del menor riesgo de la cartera de vacunas de Covax. Y la iniciativa necesitaría un monto considerable de financiamiento, al menos US$2.000 millones, para invertir tempranamente en candidatas a vacunas y acceder a las que superaran los ensayos.

Covax se lanzó en abril de 2020 como parte de una asociación global conocida como Access to Covid-19 Tools Accelerator (ACT-A). Covax manejaría las vacunas, liderado por Cepi, Gavi y la OMS, mientras Unicef lideraría el esfuerzo de distribución.

Pero incluso en esta etapa, hubo inquietud por el diseño de Covax. Después de reunirse con Hatchett en marzo, Els Torreele, entonces directora de la campaña de acceso a medicamentos esenciales de Médicos Sin Fronteras (MSF), aceptó la idea de un programa global colectivo de principio a fin. Ahora, dice que Covax era un programa “diluido” que se convirtió en un mecanismo de asignación.

En los comentarios que envió a Cepi a principios de abril, Els insistió en la necesidad de que Covax presionara con fuerza para que los fabricantes se pusieran de acuerdo, desde el principio, en darles acceso global a las vacunas si los ensayos eran exitosos, y para invertir inmediatamente en ampliar la infraestructura de fabricación global. También instó a Covax a ser totalmente responsable y transparente sobre los contratos y los precios. “Pero claramente los planes eran otros”, dijo.

Una vez establecida, Covax tuvo una pequeña ventana de oportunidad para inscribir a los países ricos antes de que los gobiernos nacionales comenzaran a comprar sus propios suministros de vacunas.

John-Arne Røttingen, científico médico noruego, funcionario y miembro de la junta de Gavi, dijo que Covax perdió la oportunidad de inscribir a Europa a principios de 2020. “Europa no estaba organizada en ese momento. No habían decidido un modelo a seguir”, dijo. “Definitivamente tratamos de vender la idea, no solo como un mecanismo de adquisición conjunta, sino como un mecanismo de riesgo compartido”.

“Tuve un par de conversaciones con los países que intentamos que formaran una especie de alianza”, dijo, pero agregó que los gobiernos no estaban dispuestos a depositar su confianza en la idea de Covax.

Luego, en mayo, la administración Trump lanzó la Operación Warp Speed, señalando oficialmente que EE UU no quería ingresar en el colectivo global. “Los estadounidenses no querían participar”, dijo Torreele.

Covax dijo que nunca esperó que Europa u otros países de altos ingresos se abstuvieran de hacer acuerdos bilaterales. Sin embargo, dijo que “anticipó que se unirían como una medida de mitigación de riesgos, dado que en el momento en que se diseñó Covax, ninguno de los candidatos a vacunas se había probado”.

“Covax al principio tenía fallas”, dijo Kate Elder, asesora principal de políticas de vacunas en la campaña de acceso de MSF. “Creo que fue ingenuamente ambicioso”.

Otros están de acuerdo. “Covax probablemente sobrestimó la cantidad de vacunas que iban a recibir y la velocidad a la que las iban a conseguir”, dijo Mauricio Cárdenas, miembro del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de la OMS. “Y básicamente le contaron esta historia a los paises.

Covax despega
El 24 de febrero de 2021, diez meses después del lanzamiento de Covax, un avión que transportaba 600.000 dosis de vacuna aterrizó en el aeropuerto internacional de Kotoka en Accra, Ghana. El primer envío internacional de Covax había llegado oficialmente a tiempo, pero unos tres meses después de que comenzara la distribución de la vacuna en el Reino Unido.

Covax estaba funcionando. Durante las seis semanas siguientes envió 38 millones de dosis a todo el mundo. Aunque había planeado utilizar varios fabricantes de vacunas, casi las tres cuartas partes de estas dosis iniciales provinieron de una sola empresa en el oeste de la India. Gavi tenía una relación de larga data con el Serum Institute of India (SII) y había firmado un acuerdo para que suministrara a Covax 1.100 millones de dosis. Más de 110 millones vencen antes de mayo de 2021, y son para los países de bajos ingresos.

Pero en marzo, ocurrió un desastre. India sufrió una repentina y devastadora ola de infecciones por covid-19 y el país impuso una prohibición de facto a las exportaciones de vacunas. Gavi anunció que Covax enfrentaría retrasos de hasta 90 millones de dosis durante marzo y abril. En Ginebra, el embajador se puso frenético.

Los expertos dicen que esto no debería haber sido una sorpresa para Covax. Un informe confidencial de Unicef del verano anterior señaló que posiblemente Covax era demasiado dependiente de la fabricación en India. Sin embargo, parece que no se hicieron cambios. “Deberían haberlo visto venir”, dijo Hitesh Hurkchand, epidemiólogo y experto en cadenas de suministro de medicamentos. “¿Dónde estaba el análisis de riesgos?”

Covax dijo que “era natural que se contratara al SII para suministrar grandes volúmenes” de vacunas a la iniciativa, porque “el resto de la capacidad ya se la habían reservado los países de altos ingresos, y por la gran capacidad de fabricación del SII y su probada habilidad para entregar productos asequibles”.

Los atrasos se acumularon. Los funcionarios de países de todo el mundo dijeron que, desde abril, muchas entregas de Covax han llegado con semanas o meses de retraso.

Para países como el del embajador, donde la gente esperaba su segunda dosis, el resultado fue caos. Los funcionarios del país se enfrentaron a un dilema: dar a las personas su primera dosis de vacuna y esperar que las entregas posteriores llegaran a tiempo para las segundas dosis, o utilizar las dosis para cubrir la primera y la segunda dosis para la mitad del número de personas, si las fechas de vencimiento lo permitían.

En Gambia, los funcionarios se vieron presionados para encontrar segundas dosis. “La gente nos llamaba todos los días para pedir vacunas”, dijo Mustapha Bittaye, director de servicios de salud del Ministerio de Salud de Gambia.

En Nigeria, Namibia y Afganistán, las entregas tardías tuvieron un efecto dominó en las campañas estatales de concienciación sobre la vacunación, lo que perjudicó los esfuerzos por aumentar su aceptación. El líder de vacunación del Ministerio de Salud de Nigeria, el Dr. Faisal Shuaib, dijo que la falta de vacunas permitió que prosperara la información errónea, incluyendo las afirmaciones de que las futuras vacunas estarían contaminadas. “Como las vacunas se retrasaron”, dijo, “esas teorías conspirativas se generalizaron”.

Ben Nangombe, director ejecutivo de salud de Namibia, dijo que la gente en su país había viajado largas distancias solo para encontrar que los centros de vacunación no habían recibido las dosis esperadas. “No volverán”, dijo.

Un alto funcionario del gobierno paquistaní dijo que el impacto de la prohibición de las exportaciones de India había erosionado la confianza en Covax. “Estamos realmente preocupados por si vuelve a interrumpir nuestros planes [de vacunación]”, dijo.

Al igual que otros países de medianos ingresos, Pakistán llegó a sus propios acuerdos con los fabricantes de vacunas cuando quedó claro que Covax no podía cumplir. Este proceso se hizo más difícil porque muchos países más ricos ya habían hecho tratos, dejando a los que llegaban tarde al final de la cola.

Un funcionario de un país latinoamericano describió las posibles consecuencias políticas de las entregas tardías: “¿Cómo vamos a justificar que pusiste tanto dinero por adelantado y aún no has recibido lo prometido?” Los retrasos en las entregas también obligaron a este país a entablar acuerdos directos con los fabricantes.

Tatiana Molcean, embajadora de Moldavia ante la ONU, describió una “situación embarazosa” porque elogió a Covax durante una reunión con la OMS, y acto seguido durante los “discursos, varios embajadores de diferentes países dijeron que no habían [recibido] información”. Ella dijo: “Fue doloroso ver que cuando ya estábamos recibiendo algunos lotes, todavía tenían muchas dificultades”.

A medida que se prolongaban las demoras de la India, Covax se apresuró a compensar su déficit. Las previsiones de suministro interno de abril de 2021 mostraron que Covax esperaba que los fabricantes indios proporcionaran la mayor parte de su suministro hasta septiembre: hasta 560 millones de dosis. Dos meses después de la prohibición de la India, un informe confidencial a los inversores mostró que Covax estaba siguiendo “varias estrategias de mitigación”, incluyendo la diversificación de sus proveedores de vacunas.

Pero alejarse de los fabricantes indios significaría precios más altos, señaló el informe. Las vacunas SII cuestan a Covax alrededor de US$3 por dosis. Los precios medios ofrecidos a Covax por los candidatos no indios eran “50-100% más altos”, según el informe.

Covax dijo que “al tomar decisiones de compra, el precio, si bien es importante, nunca ha sido la única consideración”. Agregó que a medida que se aprueben nuevas vacunas, estarán disponibles a través de la cartera de Covax, y que se han asegurado 400 millones de dosis de la nueva vacuna china Clover. Covax dijo que esperaba que estuvieran disponibles antes de fin de año.

A fines de septiembre, seis meses después de imponer su prohibición a la exportación, el gobierno indio anunció que esperaba reiniciar los envíos a Covax en octubre. Pero algunos creen que el daño ya está hecho. Como dijo un experto en logística: “La decisión de Covax de poner todos sus huevos en una canasta, causó muertes”.

Desesperado por obtener respuestas
Los problemas con las entregas se vieron agravados por la falta de comunicación. Muchos funcionarios dijeron que no pudieron obtener respuestas adecuadas de Covax sobre cuándo podrían llegar las dosis. Covax tenía coordinadores para comunicarse con los funcionarios de los países, pero algunos funcionarios dijeron que les resultaba difícil obtener información clara. “Hablan de problemas con los productores, pero no especifican detalles”, dijo un funcionario latinoamericano. “Siempre preguntamos cuándo se entregarán las vacunas y no nos dan una respuesta precisa”.

Las relaciones con el coordinador de Covax de Libia a veces se pusieron “un poco feas”, dijo Tamim Baiou, embajador de Libia en la ONU. Baiou dijo que la solicitud de su país de reunirse con Berkley fue recibida no tuvo respuesta.

Covax dijo que no había recibido la solicitud y que le daría seguimiento a través de la Misión Permanente de Libia.

Funcionarios de otros países cuestionaron si los coordinadores de Covax retenían información a propósito o si también se les mantenía en la oscuridad. Una embajadora de un pequeño país europeo describió cómo a veces diferentes personas de Covax le habían dado información contradictoria.

Mientras Pakistán presionaba para obtener respuestas, el funcionario dijo que Covax “a veces no contestaba el teléfono”. Cuando se comunicó con un ejecutivo de Gavi, dijo que podía “sentir la sensación de impotencia”. En repetidas ocasiones, Covax dijo a los países que estaban al tanto de las dificultades y que estaban haciendo lo que podían.

El Dr. Sabin Nsanzimana, director general del Centro Biomédico de Ruanda, dijo que Covax había avisado a su país con apenas unos días de antelación de la llegada de un envío. “Tuvimos que correr al aeropuerto por la mañana”, dijo.

Cuando llegaron las dosis, algunas estaban a punto de caducar. Para las naciones con sistemas de salud débiles, esto representó un desafío considerable. En Timor Oriental, las dosis de Covax tuvieron que ser destruidas porque habían expirado o estaban dañadas por falta de congeladores.

La República Democrática del Congo finalmente devolvió más de un millón de dosis a Covax, al no poder usarlas antes de que caducaran. Sudán del Sur también devolvió las vacunas. Covax dijo que la mayoría de las “dosis de la República Democrática del Congo y Sudán se reasignaron con éxito a otros países de África”.

No poder hacer predicciones a largo plazo para los países es “muy frustrante”, dijo Seth Berkley. Pero sostiene que Gavi comunicó la información que tenía. “Es tan complejo, podríamos hablar todos los días y no informar de todo a todos”. Covax agregó que ha mantenido una “comunicación regular” con los países, “incluso con respecto a los cambios en los volúmenes de suministro, los cronogramas y los plazos”.

Pero el Bureau se ha enterado de que persisten algunos problemas de comunicación. Un funcionario de salud latinoamericano dijo que su gobierno escribió a Berkley hace un mes exigiendo una explicación de por qué sus dosis de Covax aún no se habían entregado. No han recibido respuesta.

Mientras tanto, en Somalia, un funcionario de salud dijo que Covax suministró dosis de vacunas, pero no jeringas ni otros equipos necesarios para administrarlas. El país está teniendo que utilizar reservas de jeringas que normalmente se reservan para las campañas de vacunación infantil contra el sarampión.

El funcionario dijo que teme que las interrupciones en la administración de las vacunas de rutina durante la pandemia faciliten un gran brote de sarampión, y la falta de jeringas podría ser desastrosa.

Covax dijo que los países elegibles para las vacunas “también son elegibles para recibir equipos de inyección seguros”. Dijo que es consciente de que algunos países pueden utilizar existencias de rutina como un “puente temporal hasta que haya suministros adicionales disponibles”, y desconoce los riesgos que la escasez de equipos representa para las actividades de inmunización en Somalia.

El funcionario somalí dijo que, aunque a mediados de agosto se envió a Covax la documentación de emergencia para obtener fondos adicionales para las jeringas y otros costos de implementación, aún no ha recibido una respuesta. Cuando hizo el seguimiento, dijo que le dijeron: “Oh, estamos de vacaciones”.

En mayo de 2021, obstaculizado por los acontecimientos en India y sin vacunas, Covax intentó una nueva táctica. Los países ricos habían comprado muchas más vacunas de las necesarias. Aun teniendo en cuenta las dosis de refuerzo, un documento interno de Covax señaló que estos países en conjunto probablemente tendrían entre mil y cinco mil millones de dosis para redistribuir, principalmente de EE UU y la UE. “El momento de donar las dosis sobrantes”, imploró Unicef, “es AHORA”.

Pero los países tardaron en responder a la llamada, incluso mientras siguieron estableciendo sus propios acuerdos. Canadá había comprado suficientes vacunas para inocular a cinco veces a su población, pero solo envió sus primeras donaciones el mes pasado. La mayor parte de esas dosis fueron a Nigeria, que ya estaba en las garras de una tercera ola de coronavirus. EE UU prometió 200 millones de dosis para fin de año, pero no alcanzó su primer objetivo. En septiembre, el presidente de EE UU, Joe Biden, anunció que se donarían 500 millones de dosis adicionales a los países en desarrollo en 2022.

En total, el 24 de septiembre, los países ricos se habían comprometido a donar aproximadamente 785 millones de dosis a Covax. Pero solo ha llegado el 18%, según cifras recopiladas por Our World in Data.

Al mismo tiempo que se prometían donaciones, algunos países ricos recurrieron a los suministros de Covax. El Reino Unido, Canadá y otros países ricos han recibido dosis de Covax en 2021. En junio, Covax envió unas 530.000 dosis solo al Reino Unido. Todo el continente africano recibió solo cuatro veces esa cantidad en el mismo período.

Al igual que con algunas dosis enviadas directamente desde Covax, las donaciones recientes de Canadá y el Reino Unido a través de Covax llegaron a los países africanos solo unas semanas antes de su vencimiento.

El análisis realizado por el grupo de investigación científica Airfinity encontró que más de 100 millones de vacunas en poder de las naciones del G7 y la UE expirarán a fin de año y deben redistribuirse de inmediato. Covax dijo que estaba “comprometido a no permitir que ninguna dosis permaneciera inactiva, siempre que fuera posible”, y que intentaba “identificar a los países capaces de absorber entregas rápidas”.

Internamente, Covax también ha expresado su preocupación por el costo adicional de las donaciones. En una llamada con los líderes de ACT-A en julio, Berkley dijo que algunos donantes no estaban financiando “costos adicionales” como el flete y el transporte, dejando que Covax pague la cuenta. “Covax hace un llamado a los donantes para que cubran estos costos y también para trabajar con los países para comprender con mayor precisión el momento en que se hacen las donaciones”, señala el acta.

En última instancia, las donaciones no han compensado el déficit de Covax. A principios de octubre, Covax había enviado alrededor de 330 millones de sus 2.000 millones de dosis planificadas, el 40% de las cuales fueron donadas. “No creo que las donaciones sean la forma en que debamos lidiar con una crisis de salud como esta”, dijo Berkley al Bureau. “Lo que necesitamos es cerrar esos acuerdos y asegurarnos de que los fabricantes entregan a tiempo”.

“No se puede salir de una pandemia gracias a la caridad”, dijo Elder de MSF. “Por eso es tan importante encontrar el equilibrio entre los intereses corporativos y el interés público”.

Deficiencias y defectos
Con el aumento de las frustraciones, algunos defensores han acusado a Covax de adoptar un enfoque de “negocios como siempre” ante una emergencia global sin precedentes.

“El defecto fundamental para mí es que no invitaran a los países de bajos y medianos ingresos”, dijo la Dra. Joanne Liu, ex presidenta internacional de MSF. Como producto de un sistema de salud global liderado por Occidente, cree que existía la sensación de que Covax no podía encontrar el tiempo o no estaba interesado en escuchar las necesidades de los países más pobres y, en cambio, les decían que estuvieran agradecidos por lo que les estaban dando. “Esa mentalidad indiferente debe cambiar”.

Los países más pobres y las organizaciones de la sociedad civil no fueron consultados adecuadamente en el proceso de diseño de Covax, según MSF, y Covax fue el último pilar de ACT-A en nominar a representantes de estas organizaciones para sus grupos de trabajo. “Inicialmente, nos bloquearon”, dijo Mike Podmore, que representa a organizaciones sin fines de lucro en ACT-A. Se necesitó “mucha promoción y presión”, dijo, antes de que Covax aceptara dejarlos entrar. Incluso entonces, dijeron los informantes, parecía que Covax intentó controlar el proceso de nominación.

Cuando llegaron los representantes, las cosas no mejoraron. Algunos le dijeron al Bureau que Covax no estaba dispuesto a escucharlos. “La primera reunión, me dejo impactado”, dijo Rudelmar Bueno de Faria, quien se unió a un grupo de trabajo de Covax en abril, como uno de los dos representantes de la sociedad civil. “Ni siquiera tuve acceso al chat en Zoom”. Otros representantes confirmaron que no podían activar el sonido para dar su opinión durante las reuniones en línea.

Silenciado en las reuniones, Bueno de Faria dijo que presentó comentarios antes de las llamadas, pero que no fueron reconocidos. Otros representantes dijeron que se sentían como si las decisiones se hubieran “tomado previamente” antes de que comenzaran las reuniones. Los representantes dijeron que Covax había enviado documentos solo 24 horas antes de las llamadas. Podmore dijo que esto eliminó efectivamente la capacidad de los representantes para consultar o aportar comentarios significativos. “Tienen suerte si pueden presentar sus diapositivas”, dijo.

El problema va más allá de la óptica. Sin perspectivas de los países del sur en la sala, los defensores dijeron que Covax tiene puntos ciegos. “Las prioridades están totalmente distorsionadas. No se tiene idea de lo que está sucediendo en el país”, dijo la Dra. Fifa Rahman, representante de la sociedad civil en el consejo de facilitación de ACT-A. “Si no es inclusivo, no será efectivo”.

A Bueno de Faria le preocupa que su experiencia en la lucha contra las dudas relacionadas con las vacunas, un tema prioritario en la agenda de Covax, no se esté utilizando por completo. Está considerando dejar el cargo. “Si vamos a ser meros espectadores, no quiero esa posición”, dijo.

Covax dijo que se toma en serio las aportaciones de las organizaciones de la sociedad civil y realiza llamadas periódicas con personas de más de 100 organizaciones. Dijo que ha recibido “muchos comentarios positivos” de una variedad de estos grupos, y que no había oído hablar de problemas con la activación del sonido.

Covax también ha sido objeto de escrutinio por sus estrechos vínculos con la Fundación Bill y Melinda Gates. (La fundación es uno de los patrocinadores del Bureau). Dos de los tres líderes de Covax, Cepi y Gavi, cuentan con el respaldo de la Fundación y algunos se preguntan si la participación de Gates podría haber llevado a Covax a adoptar un enfoque menos radical en la distribución de vacunas, en particular con respecto a la postura de Covax respecto a las leyes de propiedad intelectual (PI).

El tímido acercamiento de Covax a temas como compartir la tecnología y los conocimientos de vacunas con los fabricantes del sur global ha enfurecido a los defensores de los consumidores, quienes creen que eximir los derechos de propiedad intelectual podría aumentar radicalmente la fabricación y llevar más rápidamente las vacunas a los países más pobres. Pero muchas naciones occidentales se han negado a respaldar incluso una exención temporal de las leyes de propiedad intelectual, y ni Cepi ni Gavi han apoyado públicamente la idea.

La Fundación Gates dijo que las principales barreras para el acceso a las vacunas que ha identificado incluyen “financiamiento, transferencia limitada de tecnología, restricciones a las materias primas y políticas nacionalistas que han mantenido las dosis concentradas en unos pocos países de altos ingresos”. Agregó que “Covax está abriendo nuevos caminos al facilitar el acceso universal a las vacunas covid-19”.

“Toda su premisa es la cooperación público-privada”, dijo Katerini Storeng, profesora asociada de la Universidad de Oslo que ha investigado el enfoque de Gavi y Gates para mejorar la salud global. “Y si intentas cooperar con la gente, no participas en una revolución, ¿verdad?”

Una oleada de invierno
Después de sufrir graves retrasos durante el verano y rebajar su objetivo general de entrega para 2021, Covax planea enviar más de mil millones de vacunas a países pobres durante los últimos tres meses de 2021. Un documento interno de Covax muestra que los sistemas de salud deberán distribuir casi el doble de dosis de Covax que las que hayan recibido en los tres meses anteriores.

Si bien los países que han estado esperando ansiosamente están agradecidos porque pronto recibirán las muy necesarias dosis, algunos están preocupados por manejar las dosis de Covax. Un funcionario latinoamericano describió la asignación esperada de su país, más de 10 millones de dosis, como “una cantidad enorme”, especialmente dado el momento. “Tendremos grandes problemas para intentar que esas vacunas estén en los brazos de la gente antes de fin de año, durante las festividades navideñas”.

Covax dijo que está trabajando arduamente con los ministerios de salud para garantizar que los países estén listos para recibir estas dosis, pero que su cometido no incluye la distribución interna de las vacunas. “Nuestro objetivo es tratar de capacitar a los países para que hagan un buen trabajo”, dijo Berkley. “Podemos ayudar, pero no podemos hacer que eso suceda”.

En un comunicado, Covax agregó que “se espera cierto nivel de desperdicio en todos los programas de inmunización”, y espera que “el desperdicio aumente cuando aumente el suministro”. Pide a los bancos de desarrollo que desbloqueen la financiación y se aseguren de que los países eviten problemas como el vencimiento y el despilfarro.

Pero la reputación de Covax está en juego, dijeron los expertos. “Están presionados para cumplir”, dijo Hurkchand, el experto en cadena de suministro. “La probabilidad de desperdicio es muy alta”.

Es posible que el daño a la reputación de Covax ya esté hecho. En junio, un informe a la junta directiva de Gavi dijo que Covax anticipó que “muchos” países autofinanciados decidirían no recibir dosis a través de Covax en 2022. En agosto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una agencia internacional de salud global anunció que comenzaría a comprar vacunas.

El subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, dijo que la iniciativa “no es para reemplazar a Covax, sino para complementarla”. Pero otros señalan que la región ha sufrido mucho durante la pandemia, y muchos países latinoamericanos han hecho acuerdos de vacunas con países y empresas para compensar el déficit de Covax, en esencia, comprando dos veces.

“Firmamos un acuerdo por una cierta cantidad y tuvimos que pagar, tenemos obligaciones”, dijo el embajador de Uruguay Álvaro Moerzinger Pagani ante la ONU. “Pero Covax no entregó de forma adecuada. Covax no cumplió con el acuerdo”.

Lawrence Gostin, profesor de derecho en salud global en la Universidad de Georgetown, dijo que en América Latina murieron cientos de miles de personas que podrían haberse salvado con las vacunas covid-19. “La OPS tomó la decisión de que, por mucho que crean en Covax, podrían hacer un mejor trabajo”, dijo.

La decisión de la OPS no carecía de precedentes. La Unión Africana estableció previamente el Equipo de Tareas de Adquisición de Vacunas de África (Africa Vaccine Acquisition Task Team) para alcanzar una cobertura del 60% en el continente para 2022. Unicef y Covax dijeron que están enfocados en entregar vacunas a África a través de todos los canales disponibles.

Sin embargo, a pesar de la apariencia amistosa, un informante dijo que parecía una “guerra territorial” entre diversos actores del continente que podría dañar los esfuerzos de acceso. “A nivel táctico, necesitas a estas personas, necesitas estas agencias, sentarlas juntas y planificar”, dijo. “Eso no ha sucedido, punto”.

De cara al futuro
Covax ha enviado dosis a 144 países, pero algunos han recibido menos de la mitad de lo que se les asignó originalmente.

Covax tiene claro quién tiene la culpa del déficit: los fabricantes de vacunas. “No hay transparencia sobre dónde estamos en la cola”, dijo Berkley al Bureau. Si bien algunos retrasos en la fabricación fueron ciertamente legítimos, “la pregunta es, ¿están afectando por igual a todos sus clientes? O están diciendo: ‘Vaya, vamos a tener más presión política de los países de altos ingresos y, por lo tanto, vamos a permitir que [Covax] se vaya quedando atrás’ “.

La Dra. Kate O’Brien, directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, está de acuerdo: “Probablemente sería justo decir que son los fabricantes quienes asignan las vacunas a nivel mundial”.

Pero mientras los fabricantes se están quedando atrás con los pedidos de Covax, los defensores dijeron que Covax no se le debería absolver de todas las fallas. “No creo que el comportamiento de los fabricantes, que se ha probado una y otra vez y siempre ha proporcionado lo mismo, sea la única razón por la que Covax no está cumpliendo”, dijo Elder. “Creo que hubo muchas cosas que estaban bajo el control de los arquitectos de Covax, y que fue un paso en falso”.

El concepto del plan era bueno, pero “fracasó estrepitosamente” en la práctica, dijo el embajador de Libia en la ONU, Baiou. “No entiendo por qué Covax suscribía estos acuerdos cuando no abordaba cómo controlar el suministro de vacunas”.

Torreele lo ve como una oportunidad perdida. En lugar de transformar la forma en que desarrollamos y compartimos medicamentos que salvan vidas de manera equitativa, dice: “Volvimos a lo que siempre hemos hecho”.

En última instancia, los defensores y funcionarios de los países de bajos y medianos ingresos están de acuerdo: Covax no ha solucionado la escasez de vacunas y la distribución injusta, y se debe hacer más antes de la próxima pandemia.

Un funcionario de salud latinoamericano considera las graves consecuencias de no tener otros suministros a los que recurrir. “Si no hubiéramos tenido acuerdos bilaterales, habría sido catastrófico”.

creado el 16 de Febrero de 2022