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Políticas

EE UU y Canadá

Grupos de la sociedad civil india a Biden: obligue a J&J a compartir la receta de la vacuna con el mundo

(Indian civil society groups to Biden: Force J&J to share vaccine recipe with the world)
Jake Johnson
Common Dreams, 16 de septiembre de 2021
https://www.commondreams.org/news/2021/09/16/indian-civil-society-groups-biden-force-jj-share-vaccine-recipe-world
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos; Agencias Reguladoras y Políticas 2021; 24(4)

Tags: Johnson & Johnson, aumentar la producción de vacunas, propiedad intelectual, Rusia, licencias obligatorias, Aspen Pharmacare, Sudáfrica

“Su administración tiene el poder moral, legal y, si es necesario, financiero para eliminar las barreras de propiedad intelectual y persuadir a J&J para que ofrezca licencias de su vacuna”.

Más de una docena de organizaciones de la sociedad civil de la India imploraron el jueves al presidente de EE UU, Joe Biden, para que usara su autoridad y obligara a Johnson & Johnson a compartir su receta de la vacuna de dosis única con los fabricantes calificados de todo el mundo, una medida que los grupos dijeron demostraría que él “de hecho va en serio con su promesa de vacunar al mundo”.

En una carta, las 14 organizaciones, refiriéndose a la vacuna que Rusia produce, escribieron: “Su administración tiene el poder moral, legal y, si es necesario, financiero para eliminar las barreras de propiedad intelectual y persuadir a J&J para que otorgue licencias sobre su vacuna, incluyendo la tecnología y la asistencia, a todos los fabricantes que actualmente se dedican a fabricar la vacuna Sputnik-V. Incluso si algunas empresas… se pusieran a trabajar y se les diera lo que necesitan, el mundo podría tener miles de millones adicionales de dosis de vacunas J&J”.

Los grupos argumentan que debido a que las vacunas de Sputnik-V y J&J son vacunas de adenovirus que dependen de una tecnología similar, las docenas de fabricantes de todo el mundo que actualmente producen la vacuna de Rusia podrían hacer ajustes para producir la vacuna de J&J con relativa facilidad y velocidad.

“De esos fabricantes, 34 tienen su sede fuera de Rusia, en países que van desde India hasta Argentina y Corea del Sur”, señala la carta. “Incluso si solo algunas empresas de esta larga lista se pusieran a trabajar y se les diera lo que necesitan, el mundo podría tener miles de millones más de dosis de vacunas J&J para usar en la pandemia. Y finalmente, si se autorizara como sugerimos aquí, el licenciatario correría con los gastos de producir la vacuna J&J, como lo han hecho los que han fabricado la vacuna Sputnik-V, resolviendo así los problemas de J&J y del mundo”.

J&J, que tiene su sede en Nueva Jersey, ha otorgado licencias voluntarias de su tecnología de vacunas al Serum Institute of India y actualmente está en conversaciones para entregárselas a Aspen Pharmacare, la compañía farmacéutica más grande de África.

A pesar de la creciente presión de los defensores de la salud pública y los expertos, la administración Biden se ha negado a tomar medidas para obligar a los gigantes farmacéuticos estadounidenses a compartir ampliamente sus recetas para la producción de vacunas y sus conocimientos tecnológicos. En cambio, la Casa Blanca ha preferido centrarse en las donaciones de vacunas a los países de bajos ingresos y en los acuerdos bilaterales de concesión de licencias.

Pero los críticos han argumentado durante mucho tiempo que tales acuerdos son insuficientes para satisfacer las necesidades globales de producción y distribución de vacunas, que siguen siendo nefastos, ya que miles de millones de personas en países de bajos ingresos carecen de acceso a las vacunas. El grupo humanitario Médicos sin Fronteras advirtió en un informe reciente que “las licencias voluntarias tienen limitaciones inherentes a su dependencia de la voluntad de las empresas para establecer los términos y condiciones, y a menudo incluyen factores limitantes”.

“Más de un año después del inicio de la pandemia de covid-19”, agregó el grupo, “es evidente que depender de la voluntad de las compañías farmacéuticas multinacionales no garantiza la diversidad de la oferta y la equidad global en el acceso”.

Achal Prabhala, autor de la nueva carta abierta y coordinador de la iniciativa AccessIBSA con sede en India, dijo a Nature que la “barrera real” que impide la producción adecuada de vacunas y su acceso equitativo es “la falta de voluntad por parte de las compañías farmacéuticas occidentales para ceder el control sobre sus patentes y la tecnología, incluso a costa de millones de vidas”.

La coalición de organizaciones de la sociedad civil india advirtió que, según un acuerdo actual entre J&J y la firma india Biological E, es probable que se exporten 600 millones de dosis de la vacuna de J&J a la Unión Europea y EE UU, donde más del 50% de los adultos están completamente vacunados, en lugar de utilizarse en la India, que hasta la fecha sólo ha vacunado al 13% de su población, o al continente africano, donde la cifra equivalente es del 3%”.

El mes pasado, un acuerdo de contrato similar entre J&J y Aspen Pharmacare de Sudáfrica provocó indignación. Solo dos semanas después de que el New York Times informara los detalles del contrato, los funcionarios sudafricanos anunciaron que el trato había sido suspendido.

En su carta del miércoles, las organizaciones de la sociedad civil argumentaron que la “falta de voluntad de Johnson & Johnson para otorgar licencias a otros fabricantes en todo el mundo” es “tanto inexcusable como inexplicable”.

“J&J debe enviar estos 600 millones de vacunas, algunas de las cuales están listas, a donde más se necesitan y no a donde puedan generar más dinero”, se lee en la carta.

creado el 16 de Febrero de 2022