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ECONOMÍA Y ACCESO

Investigaciones

Innovacion farmaceutica: un modelo en crisis. Medicamentos: el lucro o la vida
Germán Velásquez [1]
Le Monde Dipomatique en español Nº: 205 Noviembre 2012

Cincuenta por ciento de los medicamentos que circulan en el mercado francés son inútiles. En un libro publicado en Francia en Septiembre del 2012, del que sin duda oiremos hablar en los próximos meses, tanto en Francia como en muchos otros países, los profesores Philippe Even y Bernard Debré [2], analizan cuidadosamente 4.000 medicamentos que circulan actualmente en el mercado francés y llegan a la conclusión de que 50% son inútiles, 20% mal tolerados, 5% potencialmente muy peligrosos. Estos últimos tienen como consecuencia cerca de 100.000 accidentes terapéuticos graves por año, y que necesitan una hospitalización y, 20.000 muertes debidas a la toma de medicamentos [3]. La publicación, controversial en varios casos puntuales, es “una patada en el hormiguero del mundo del medicamento todavía sacudido por el escándalo del Mediator” [4]. En un mercado que creíamos altamente reglamentado y seguro como sería el mercado farmacéutico de Francia, los dos expertos franceses nos aseguran que la mitad son totalmente inútiles. Las criticas de los dos autores no van solo dirigidas a la industria farmacéutica sino también a los gobiernos: “El Estado hubiera debido designar, hace 30 años un grupo de trabajo para escribir una guía de medicamentos, como esta, para orientar a los médicos y a los pacientes” [5].

¿Qué está haciendo entonces la Industria farmacéutica? ¿No hay que reconocerle grandes invenciones que han cambiado la vida de nuestras sociedades? Sí, responde el profesor Even [6], uno de los autores del libro, entre 1950 y 1990 esto fue cierto, la industria farmacéutica puso en el mercado medicamentos que nos han cambiado la vida, los antibióticos, las vacunas, medicamentos contra el cáncer, enfermedades cardiacas, enfermedades inflamatorias o la diabetes. Es importante sin embargo señalar, que la investigación de muchos de estos productos “milagrosos” fue realizada con fondos públicos en institutos nacionales de salud, centros de investigación y universidades. Según los autores del la “Guía de medicamentos” la industria farmacéutica internacional tiene “un pasado magnifico. Un presente de esterilidad, de lucro, de mentiras y de corrupción. Un futuro de esperanza” [7].

A partir de los anos 90 la industria farmacéutica se convierte en un capitalismo especulativo que busca la rentabilidad inmediata alcanzando niveles de rentabilidad del orden del 20% anual [8]. Se crean enfermedades, se inventan patentes mas de lo que se patentan verdaderas invenciones. Hace mas de veinte años los mercados están inundados de los famosos “me too”, medicamentos antiguos que vuelven a salir al mercado “maquillados” con grandes esfuerzos publicitarios, re-patentados, pero que en su gran mayoría no ofrecen ninguna ventaja terapéutica para los pacientes. Según Even y Debré en Francia existen 5 moléculas de referencia, para tratar la hipertensión arterial y 150 “me too”, una buena parte de estos patentados como novedades. Los visitadores médicos, (18.000 en Francia) [9] se encargan de convencer los prescriptores de las ventajas de los “nuevos medicamentos”. “Lo que interesa a un gerente de la industria no es tratar o curar una enfermedad sino abrir un gran mercado” [10]. ¿Cómo puede suceder todo esto en un país como Francia? ¿Qué pasa con la Agencia de evaluación de los medicamentos? ¿Cómo se da una autorización para poner en el mercado a un medicamento inútil o peligroso? Uno de los autores del estudio, el profesor Even, responde en una entrevista al semanario francés le Nouvel Observateur: “los ensayos clínicos realizados por la industria (presentados para la evaluación a las autoridades sanitarias) son sesgados, fraudulentamente manipulados, mentirosos, ocultando los peligros y amplificando los efectos positivos” [11].

Además del capitalismo especulativo de la industria farmacéutica que se dedica al “re-look” de los medicamentos ya existentes, su filosofía consiste en tratar, creado una dependencia, mas que curar como es el caso, por ejemplo con los medicamentos para la hipertensión, el colesterol, la diabetes, el sida y la mayoría de las enfermedades crónicas. El paciente continuará el tratamiento por el resto de su vida. Productos que curan el paciente, matan el mercado, de lo que se trata es de mantener al paciente en tratamiento y aumentar las ventas. El paciente sin cura, será consumidor permanente para que las ganancias de la industria estén sanas.

En Agosto de este año la Ministra de Sanidad española Ana Mato anunció que el Sistema Nacional de Salud de España dejará de financiar 426 medicamentos, lo que permitirá ahorrar 458 millones de Euros por año [12]. Tal vez estos medicamentos correspondan al 50 % de los medicamentos inútiles de Francia según el análisis de Even y Debré; sin embargo sanidad española informó que “los fármacos incluidos en la lista se podrán seguir recetando cuando lo considere el médico, pero el paciente tendrá que abonar el precio total” [13]. Como consecuencia de la crisis financiera el gobierno español dio también “luz verde a una reforma sanitaria por la que los inmigrantes indocumentados no podrán acceder gratuitamente al sistema de salud público a partir del sábado 1ro. de septiembre del 2012” [14]. Algunos han llegado a tildar la medida de “apartheid sanitario”.

En España se “retiraron pacientes” para bajar los costes de la sanidad. ¿Que hará el gobierno francés ante la constatación que 50% de los medicamentos circulando en su mercado son inútiles, inútiles en términos terapéuticos, es decir que no ayudan a mejorar la salud o prevenir la enfermedad. Útiles sí, en términos económicos, entre €10 y 15.000 millones estiman Even y Debré es el valor de los medicamentos inútiles que el sistema público de seguridad social francés paga anualmente [15]. Sin contar el valor de las exportaciones francesas de estos productos considerados como inútiles por los dos científicos franceses autores del libro. ¿Qué elegirá el gobierno francés: defender el interés de sus ciudadanos o preservar los intereses financieros de la industria farmacéutica?

Las 900 páginas de la publicación de Even y Devré son un estudio basado en 20.000 referencias de investigaciones internacionales existentes en el Instituto Necker de Paris y en los análisis de la revista “Prescrire” [16] publicados entre 1981 y 2011 [17]; ¿será que el gobierno de Francois Holande va a actuar en consecuencia o estará amarrado a las ventas internas y a las exportaciones de productos inútiles y potencialmente muy peligrosos de la industria farmacéutica? Según el Profesor Even “La industria es un pulpo infiltrado en todas las instancias de decisión nacional e internacional [18], los gobiernos, las grandes administraciones, las instituciones, las asociaciones médicas científicas y los medios de comunicación”[19].

A los tres días de haber salido en las librerías en Francia la “guía de los medicamentos útiles, inútiles y peligrosos” de Even y Debré, la edición estaba completamente agotada… [20] aparentemente no solo los médicos están interesados en el asunto, tal vez el público en general quiere comprobar que el medicamento que esta ingiriendo no es inútil o que incluso no vaya a estar entre los “5% potencialmente muy peligrosos”. En las próximas ediciones, la casa editorial debería pensar no solo en el público francés sino en el resto de los países que importan de Francia estos medicamentos inútiles y o potencialmente peligrosos.

El caso de los medicamentos y su producción por parte de la industria farmacéutica forma parte de ese monstruo fabril y comercial que pretende obtener la mayor ganancia en el menor tiempo. Lo que sucede actualmente en Francia y en España muestra claramente que el problema está en el modelo de innovación, en la filosofía de la investigación y producción farmacéutica, se investiga y desarrollan productos para aumentar las rentas, no para prevenir o curar enfermedades. Si en un país como Francia el 50% por ciento de los medicamentos que se ponen en el mercado son inútiles en términos terapéuticos, es claro que no fue un error puntual con algunos productos que se escaparon al control, es un problema estructural del modelo en sí de investigación y desarrollo de bienes (no mercancías) sanitarios.

En mayo de este año una resolución adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra [21] representa un primer paso hacia un cambio en el modelo de investigación farmacéutica hoy dominante.

Esta Resolución “es una primera respuesta a los síntomas de una crisis del actual modelo de investigación farmacéutica basado en los incentivos del mercado y el sistema de patentes, principal método de apropiación de las rentas generadas por los nuevos productos. La innovación en la industria farmacéutica ha declinado drásticamente en los últimos diez años. Ello a pesar de la alta rentabilidad de la industria llamada ‘con base en la investigación’, y de la disponibilidad de mejores y más poderosas herramientas científico-tecnológicas. No sólo la productividad de la investigación ha caído, sino que la gran mayoría de las nuevas moléculas introducidas al mercado son ‘me toos’, es decir, ellas no aportan soluciones terapéuticas novedosas pues ya existen otros tratamientos disponibles, normalmente a un costo menor” [22]. Como dice la revista Prescrire: “en un sistema de innovación en bancarrota, la agitación comercial de las firmas crece” [23].

La resolución de la OMS da seguimiento del informe del “Grupo consultivo de expertos en investigación y desarrollo: financiación y coordinación” -conocido con la sigla inglesa de CEWG-, La principal recomendación de este grupo de expertos, es la de iniciar negociaciones sobre una convención internacional vinculante para promover la investigación y desarrollo en medicamentos.

Apoyarse en un tratado o convención mundial de carácter obligatorio, negociada en la OMS podría permitir de asegurar un financiamiento sostenible de la investigación y desarrollo de medicamentos útiles y seguros, a precios accesibles a la población y a los sistemas públicos de seguridad social. La adopción de una convención de este género, en el marco de la OMS, basado en el artículo 19 de su constitución [24], permitiría también repensar la gobernanza de la salud mundial.

La investigación y desarrollo (I+D) de productos farmacéuticos no ha logrado que los medicamentos sean accesibles para un gran número de personas que viven en países en desarrollo, y es un fenómeno que empiezan a enfrentar los sistemas sanitarios de los países desarrollados. Los productos farmacéuticos sujetos a patentes y otras modalidades de derechos de exclusividad son normalmente comercializados a precios inalcanzables para gran parte de la población y para los sistemas de rembolso de los países industrializados.

El tratado internacional tendría como principal objetivo la creación de un fondo público común para financiar la I+D de productos farmacéuticos. Con el fin de asegurar un financiamiento sostenible de la I+D, la Convención debería prever la contribución obligatoria, de los países que ratifiquen el tratado, a un fondo común. Dichas contribuciones estarían fijadas de acuerdo al desarrollo económico de cada país. Los resultados de la investigación obtenidos por este nuevo modelo, serían considerados como un bien público y por lo tanto permanecerían en el dominio público. Los costes de las actividades de investigación, financiadas por este fondo público deberán ser transparentes, para permitir el seguimiento necesario para que los países puedan comprobar el interés de un sistema más eficiente y mucho menos oneroso que el actual sistema basado en la exclusividad y el monopolio a través de las patentes. No se trata, en lo mas mínimo de una nueva y contribución financiera, se trata de buscar un modelo de I+D mas cerca de los intereses de los pacientes que el modelo actual.

La negociación de “un instrumento global y vinculante para la I+D e innovación para la salud”, según lo recomendado por el CEWG de la OMS es una pista prometedora que podrá contribuir a la creación de un sistema de abastecimiento en medicamentos, mas eficiente, mas barato y que responda a las verdaderas necesidades sanitarias de los países del Norte como los del Sur.

Veremos en el futuro que cual será la prioridad para los países miembros de la OMS que empiezan ahora esta negociación: constituir stocks para enfermedades que nunca llegaron, como fue el caso de la constitución de stocks gigantescos del oseltamivir (Tamiflu) para la amenaza de la gripe aviar, o construir un sistema que permita asegurar el acceso a medicamentos útiles, seguros y a precios asequibles para las personas y los sistemas públicos de seguridad social. El reto a los países miembros de la OMS se aplica también al Gobierno Francés que sobre el anuncio de los profesores Even y Debré de los medicamentos inútiles y peligrosos que circulan en el mercado, tendrá que escoger una vez mas, entre la protección del comercio o el respeto a la vida.

Referencias
1. Consejero principal para Salud y Desarrollo, en el Centro del Sur, Ginebra, Suiza.
2. Even P, Debré B. Le guide des médicaments utiles, inutiles ou dangereux. Ed. Cherche-midi. Paris; 2012.
3. Ídem p 19.
4. Benkimoun P, Cabut S. Les tontons flinguers de la pharmacie. Le Monde, 22 de septiembre 2012.
5. Benkimoun P, Cabut S. Entrevista a Philippe Even. Le Monde, 22 septiembre 2012.
6. Le Nouvel Observateur. Dossier exclusif : Le guide de medicaments utiles, inutiles et dangereux. 13-19 septiembre 2012
7. Even P, Debré B. Op cit. p 70.
8. Según Even y Debré la industria farmacéutica es la tercera a nivel mundial en términos de sus beneficios, después de la industria bancaria y de la industria petrolera, op cit. p 79.
9. Pénicaut N. Entrevista a Phipipe Even. Le Nouvel Observateur, 13-19 septiembre 2012, p 83.
10. Ibid. p 82.
11. idem.
12. Cadena SER, 27 de junio de 2012. http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/ana-mato-confirma-sanidad-dejara-financiar-426-farmacos-partir-agosto/csrcsrpor/20120627csrcsrsoc_9/Tes
13. idem
14. http://www.voanoticias.com/content/espana-no-dara-cobertura-sanitaria-indocumentados/1499319.html
15. Even P, Debré B. Op.cit p 27.
16. La revista de información farmacológica independiente más importante de Francia.
17. Even P, Debré B. Op cit. p 873
18. Como lo confirmó recientemente la gestión de la pandemia H1N1 por parte de los Ministerios de Sanidad y de la OMS.
19. Pénicaut N. Entrevista a Phipipe Even. Op cit. p 82
20. De acuerdo con las informaciones de la casa editorial, 100.000 ejemplares vendidos en menos de 10 días.
21. 65.ª Asamblea Mundial de La Salud WHA65.22. Seguimiento del informe del Grupo consultivo de expertos en investigación y desarrollo: financiación y coordinación. 26 de mayo 2012.
22. Correa C. Una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud: ¿Curar por fin las enfermedades de los pobres? Le Monde Diplomatique, julio 2012.
23. Editorial. Prescrire. Febrero 2005.
24. Artículo de la Constitución de la OMS que otorga a la organización la posibilidad de adoptar convenciones o tratados internacionales vinculantes de carácter obligatorio. Este artículo ha sido utilizado solo una vez en los 64 años de existencia de la OMS, con la adopción de la convención para el control del tabaco adoptada en el 2003.

modificado el 28 de noviembre de 2013