Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante
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Una investigación del Observer revela que Novo Nordisk dio millones a organizaciones benéficas y a profesionales de la salud especializados en obesidad, incluyendo a un experto que asesoró a Nice.
El gigante farmacéutico responsable de las nuevas inyecciones para adelgazar que han sido aprobadas para ser reembolsadas por el Servicio Nacional de Salud gastó millones en sólo tres años en una “campaña de relaciones públicas diseñada” para aumentar su influencia en el Reino Unido.
Como parte de su estrategia, Novo Nordisk pagó £21,7 millones a organizaciones y profesionales de la salud que, en algunos casos, elogiaron el tratamiento sin dejar siempre claros sus vínculos con la empresa, según ha revelado una investigación del Observer.
Entre los defensores a ultranza de las inyecciones de Wegovy se encontraba un experto clínico que testificó ante el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Asistencial (National Institute for Health and Care Excellence o NICE) y otros que elogiaron públicamente a las llamadas “inyecciones para adelgazar” como un “cambio radical”.
Las revelaciones se producen en un momento en que el gigante farmacéutico danés está siendo investigado por el organismo de control farmacéutico del Reino Unido después de que se descubriera que había infringido siete veces el código de la industria en relación con una “campaña promocional encubierta” de otro de sus medicamentos para adelgazar a través de seminarios web en línea para profesionales de la salud.
La Asociación de la Industria Farmacéutica Británica ha ordenado una auditoría de las prácticas y la cultura de la empresa para determinar si las infracciones son puntuales o forman parte de una red más amplia de incumplimientos.
Los más de 3.500 pagos de Novo Nordisk en 2019-21 incluyen donaciones, patrocinio de eventos, becas y otros honorarios a prominentes organizaciones benéficas relacionadas con la obesidad, fideicomisos del NHS, colegios profesionales, oficinas médicas, proveedores de educación en salud y universidades. Esto además de los £28 millones que gastó Novo Nordisk en investigación y desarrollo en el Reino Unido en el mismo período. Novo también ayudó a financiar un grupo de parlamentarios que cabildea a favor de la estrategia contra la obesidad.
El Observer puede afirmar:
No hay indicios de que los pagos infringieran ninguna norma, y la empresa afirma que nunca ha “actuado deliberadamente” al margen de las normas éticas o legales. Los receptores de la financiación afirman que no se vieron influidos por ella y que declararon debidamente sus conflictos de intereses.
Aunque expertos independientes han calificado de “buena noticia” la recomendación de comercializar el fármaco en el NHS, preocupa que el debate público pueda verse influido por la financiación de la industria farmacéutica.
Simon Capewell, catedrático emérito del Instituto de Salud de la Población de la Universidad de Liverpool, afirmó que los pagos de Novo eran un intento de “comprar influencia y opiniones favorables”. En su opinión: “Ha habido una campaña de relaciones públicas, y es lamentable que tantos colegas clínicos hayan participado en ella. Deberíamos tener controles mucho más estrictos para este tipo de pagos”.
La profesora Allyson Pollock, catedrática de Salud Pública de la Universidad de Newcastle, afirmó que la campaña de Novo “no es inusual” en la industria farmacéutica y reclamó medidas para promover la confianza. “El público no es lo suficientemente consciente de la posibilidad de que se produzcan sesgos y reclamaciones excesivas”, afirmó.
Entre los mayores receptores de dinero se encuentran las organizaciones benéficas dedicadas a la lucha contra la obesidad, según el análisis realizado por Observer de los registros de información de la industria farmacéutica.
La Federación Mundial de Obesidad (WOF), que pide que el tratamiento se financie como un “servicio de salud esencial”, recibió £4.326.698 de Novo entre 2019 y 2021. La Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) recibió £3.666.574 en el mismo periodo. Las donaciones representaron una proporción sustancial de los ingresos de las organizaciones benéficas, pero Novo no se menciona en sus cuentas.
Ambas organizaciones están afiliadas a la Asociación para el Estudio de la Obesidad (ASO) del Reino Unido, que presentó pruebas en Nice afirmando que Wegovy era “con diferencia el tratamiento más eficaz para la obesidad en ese momento”. La ASO, que había recibido una donación de £100.000 de Novo en 2021, afirmó que había declarado debidamente sus conflictos de intereses.
Nice también escuchó el testimonio del Real Colegio de Médicos (Royal College of Physicians o RCP), que recibió más de £100.000 libras en patrocinio de eventos de Novo Nordisk. El patrocinio no fue declarado a Nice. El RCP declaró al Observer que debería haber facilitado voluntariamente la información, pero que la financiación de Novo no tenía “ninguna relación” con las opiniones que ofrecía, que se basaban enteramente en sus conocimientos y experiencia.
Nice declaró que contaba con una “sólida política” de declaración de conflicto de intereses y que la transparencia en torno a posibles conflictos era “vital” para poder gestionarlos adecuadamente. “Revisaremos la información proporcionada en relación con nuestra política de declaración y gestión de intereses para los comités consultivos de Nice”, dijo el organismo de control.
Por su parte, Novo Nordisk afirmó estar “comprometida a trabajar de forma transparente y ética con los responsables políticos y se adhiere a los estrictos marcos normativos y legales que rigen tanto nuestra industria como las mejores prácticas parlamentarias”. “La insinuación de que Novo Nordisk ha actuado deliberadamente al margen de las normas éticas o legales y de los procesos adecuados es infundada y engañosa”, añadió.
Dijo que no participó en la organización de apariciones en los medios de comunicación de los médicos para hablar de sus productos, y que su participación con los parlamentarios del grupo multipartidista sobre la obesidad terminó en julio de 2021. En relación con sus seminarios web, dijo que su intención había sido educar a los profesionales de la salud en el control del peso, pero aceptó que se cometieron errores significativos.
La Universidad de Leeds, donde trabaja Halford, dijo que sus artículos “revelan todos sus conflictos de interés”. Un portavoz afirmó que Halford no recibía remuneración por su trabajo de consultoría y que todos los pagos de Novo se hacían a la universidad.
Finer dijo que siempre había revelado correctamente sus conflictos de intereses y que había dejado claro, al hacer comentarios la semana pasada al Science Media Centre, que facilita comentarios a los medios de comunicación, que era ex empleado de Novo. La WOF y la EASO afirman que sus procesos de toma de decisiones y sus actividades no están influidas por las donaciones de la industria. Wilding dijo que “refutaba enérgicamente” la interpretación de su relación con Novo y su papel en el proceso de Nice.
Añadió que había trabajado duro para garantizar que “las personas con obesidad grave tengan acceso a todos los tratamientos adecuados”, pero no hizo más comentarios.
El mercado de fármacos contra la obesidad podría alcanzar los US$54.000 millones en la próxima década, según la empresa de servicios financieros Morgan Stanley. La semaglutida, comercializada en el Reino Unido con el nombre de Wegovy, fue aprobada la semana pasada para su uso en el NHS de Inglaterra.
En EE UU, el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (Physicians Committee for Responsible Medicine) ha expresado su preocupación por los pagos efectuados por Novo Nordisk para ayudar a promover el lanzamiento de su tratamiento contra la obesidad. El comité de acción política de Novo donó más de US$210.000 a los candidatos federales a las elecciones de 2022, algunos de los cuales quieren que el gobierno estadounidense financie Wegovy a un coste de US$1.300 al mes por paciente.
