Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

Prescripción

EE UU. Más estados dicen que al recetar opioides los médicos deben ofrecer naloxone. Pero ¿es co-prescribir la solución?
(More states say docs must offer naloxone with opioids. But is co-prescribing the solution?)
Barbara Feder Ostrov
Kaiser Health News, 21 de febrero de 2019
https://khn.org/news/more-states-say-doctors-must-offer-overdose-reversal-drug-along-with-opioids/
Traducido por Salud y Fármacos

En un número creciente de estados, los pacientes que reciben opioides para el dolor grave pueden salir del consultorio de sus médicos con una receta adicional para el medicamento de reversión de los opioides: naloxona (Narcan, Evzio).

Las nuevas leyes y regulaciones estatales en California, Virginia, Arizona, Ohio, Washington, Vermont y Rhode Island requieren que los médicos prescriban o, al menos, ofrezcan recetas de naloxona cuando prescriben opioides a pacientes considerados con alto riesgo de sobredosis. Se considera que los pacientes son de alto riesgo si necesitan una dosis alta de opioides, toman otros medicamentos, tienen apnea del sueño o antecedentes de adicción.

Estas directrices de prescripción simultánea están surgiendo como la última táctica en una guerra contra una epidemia de prescripción y de opioides ilegales que ha cobrado cientos de miles de vidas en las últimas dos décadas.

La FDA está considerando si debe recomendar la prescripción de naloxona a nivel nacional (un subcomité de la FDA recientemente votó a favor), y otros funcionarios federales de salud ya lo recomiendan para ciertos pacientes. Las empresas que producen el medicamento apoyan esta iniciativa. No es difícil ver por qué: un análisis de la FDA estimó que se necesitarían más de 48 millones de dosis adicionales de naloxona si la agencia recomendaba oficialmente su prescripción a nivel nacional.

La mayoría de los estados han limitado el volumen de opioides que los médicos pueden recetar a la vez y han ampliado considerablemente el acceso a la naloxona. En California, por ejemplo, los farmacéuticos pueden proporcionar naloxona directamente a los consumidores que toman opioides ilegales o recetados, o conocen a alguien que lo está haciendo.

En los estados con reglas de prescripción conjunta, los pacientes no están obligados a llenar sus recetas de naloxona, y los pacientes con cáncer o que se encuentran en hogares de ancianos o en un hospicio generalmente están exentos.

Kristy Shepard de Haymarket, Virginia, se sorprendió cuando fue a la farmacia para recoger sus medicamentos opioides y había una receta de naloxona esperándola. Su primer instinto fue no aceptarla. La compró solo después de que la enfermera de la oficina de su médico la presionara para hacerlo. La doctora nunca había hablado con ella sobre la nueva ley de co-prescripción de Virginia, dijo.

“Es tan tonto. No sentí que la necesitara. A menos que planee perjudicarme, no es probable que tenga una sobredosis”, dijo Shepard, de 41 años, enfermera registrada y administradora de hospital que ya no puede trabajar y ha solicitado prestaciones de invalidez.

Pero tener una sobredosis con analgésicos de venta con receta puede que no sea tan difícil como algunas personas piensan.

“Puede tomar medicamentos para el dolor de manera responsable, y puede correr el riesgo de una sobredosis accidental incluso cuando está haciéndolo todo bien”, dijo Nathan Schlicher, MD, médico de emergencias en el estado de Washington y miembro del grupo de trabajo sobre opioides de la asociación de hospitales a nivel estatal.

Según la FDA, dos millones de estadounidenses son adictos a los analgésicos recetados. Y de acuerdo con los CDC, casi 218.000 personas han muerto por sobredosis en EE UU entre 1999 y 2017. Durante el mismo período, las muertes por opioides recetados se multiplicaron por cinco, según los datos de los CDC.

En California, los médicos escribieron casi 22 millones de recetas de opioides en 2017 y 1.169 personas murieron ese año por sobredosis de opioides recetados. Los opioides que se venden con prescripción y son de uso frecuente incluyen a la hidrocodona-paracetamol (Vicodin), oxicodona (OxyContin), acetaminofeno-oxicodona (Percocet), morfina, codeína y fentanilo.

Para contrarrestar esta tendencia, “los estados están utilizando cualquier política que puedan encontrar para solucionar la situación”, dijo Kitty Purington, directora sénior de programas de la Academia Nacional de Políticas Estatales de Salud.

Incluso antes de los mandatos estatales, los especialistas en dolor consideraban que recetar naloxona junto con analgésicos opioides era una buena práctica para algunos pacientes, en particular aquellos con antecedentes de abuso de sustancias.

Los grupos que hacen cabildeo en beneficio de los médicos generalmente se resisten a las reglas gubernamentales que afectan su práctica, pero las asociaciones médicas de algunos estados apoyaron o al menos se mantuvieron neutrales respecto a la co-prescripción de naloxona.

Las compañías que fabrican el medicamento han gastado cientos de miles de dólares presionando colectivamente por sus intereses a nivel estatal.

Kaléo, que fabrica el autoinyector de naloxona Evzio, gastó US$77.200 de 2017 a 2018 presionando a los legisladores de California para que apoyaran los proyectos de ley que amplian el acceso a la naloxona, incluyendo la ley estatal de prescripción, que requiere que los médicos ofrezcan recetas de naloxona a pacientes de alto riesgo tratados con opioides

En diciembre, Kaléo introdujo una versión genérica más barata del inyector después de que una investigación del Senado encontrara que la compañía había elevado el precio de su versión de marca 600% entre 2014 y 2017, a US$4.100 por dos inyectores.

Adapt Pharma, que fabrica el aerosol nasal de naloxona Narcan, gastó US$48.000 para presionar a los legisladores de California sobre la legislación de prescripción conjunta.

Una de las ventajas de las reglas de prescripción conjunta es que fomentan conversaciones importantes entre médicos y pacientes en torno al riesgo de los opioides, dijo Farshad Ahadian, MD, director médico del Centro de Salud para la Medicina del Dolor de la Universidad de California en San Diego.

“La mayoría de los proveedores probablemente sienten que es mejor que los médicos se autorregulen que practicar la medicina desde la legislatura”, dijo Ahadian. “La verdad es que los opioides han hecho mucho daño, han generado mucha adicción. Es innegable que tenemos que rendirnos a eso y reconocer que la seguridad pública es crítica”.

Pero algunos médicos, por no mencionar a los pacientes, tienen reservas sobre los nuevos requisitos. Algunos médicos dicen que será casi imposible para los estados hacer cumplir el mandato. A otros les preocupa que la prescripción de naloxona a los pacientes que viven solos sea inútil, ya que normalmente debe ser administrada por otra persona, idealmente una persona que haya sido entrenada para hacerlo.

Los pacientes temen que las prescripciones de naloxona puedan estigmatizarlos injustamente como adictos a las drogas y temen que los que proveen seguros de vida les nieguen la cobertura.

Shepard, la enfermera discapacitada de Virginia y madre de cuatro hijos, dijo que le preocupa que su receta de naloxona pueda afectar sus posibilidades de obtener un seguro de vida adicional, una pregunta urgente, dijo, ya que su lupus empeora con el tiempo.

Y una compañía de seguros de vida rechazó asegurar a una enfermera del área de Boston que trabajaba en un programa de tratamiento de la adicción simplemente porque llevaba naloxona para sus pacientes.

La decisión de recetar naloxona “es algo que debe quedarse entre el médico y su paciente, porque cada situación es única”, dijo Katie O’Leary, de 31 años, gerente de oficina de una compañía que produce películas, que vive en Los Ángeles y que hace unos 5 años fue diagnosticada con síndrome de dolor regional complejo.

“Muchos pacientes tienen que saltar muchos obstáculos para obtener sus medicamentos”, dijo O’Leary. “Y si vive solo y no tiene familiares o amigos que lo atiendan, la naloxona podría no ser algo que realmente ayude”.

La adicción a los opioides y las sobredosis son un problema complejo, y la naloxona es solo una parte de la solución, dijo Ben Bobrow, MD, profesor de medicina de emergencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona.

“En el pasado, el dolor era el quinto signo vital; pensábamos que estábamos haciendo un mal trabajo si no tratábamos el dolor”, dijo Bobrow. “Inadvertidamente, estábamos perjudicando a las personas. Terminamos convirtiendo a todas estas personas en adictos. Ahora nuestro trabajo es ayudarles a encontrar otras [formas] de tratar su dolor”.

La reportera digital de California Healthline Harriet Blair Rowan contribuyó a este informe. Kaiser Health News (KHN) es un servicio nacional de noticias sobre políticas de salud. Es un programa editorialmente independiente de la Fundación de la Familia Henry J. Kaiser, que no está afiliada a Kaiser Permanente.

creado el 4 de Diciembre de 2020