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Investigaciones

Estudio sugiere el uso frecuentemente inadecuado de corticosteroides sistémicos para enfermedades respiratorias
(Study suggests frequent improper use of systemic corticosteroids for respiratory illnesses)
Worst Pills Best Pills Newsletter, diciembre de 2018
Traducido por William Louth

Las infecciones agudas del tracto respiratorio incluyen laringitis (inflamación de la laringe), otitis (inflamación del oído), faringitis (inflamación de la garganta), rinitis (inflamación e hinchazón de las membranas mucosas nasales), sinusitis (inflamación de los senos paranasales) y tonsilitis (inflamación de las amígdalas). En ocasiones, la bronquitis (inflamación del revestimiento de los bronquios) también se clasifica como una infección aguda del tracto respiratorio.

Ciertas infecciones agudas del tracto respiratorio son de origen bacteriano y, por lo tanto, requieren tratamiento con antibióticos. Sin embargo, la mayoría de estas infecciones son de naturaleza viral y no requieren tratamiento. Así pues, en los últimos años, el esfuerzo se ha enfocado en desalentar el uso indebido de antibióticos para estas enfermedades [1].

Sin embargo, un estudio reciente [2] publicado en la edición del mes de junio de JAMA Internal Medicine https://jamanetwork-com.ezproxy.lib.utexas.edu/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/2682129) reveló que en EE UU hay altas tasas de prescripción de corticosteroides sistémicos (orales e inyectables) a pacientes diagnosticados con infecciones agudas del tracto respiratorio. Este es un hallazgo perturbador ya que las guías clínicas no recomiendan el uso rutinario de corticosteroides para tratar estas enfermedades.

Acerca de los corticosteroides
Los corticosteroides (también llamados glucocorticoides) son una familia de fármacos esteroideos adrenales.[3] Las formulaciones sistémicas de estos fármacos incluyen a la dexametasona (disponible solamente como genérico), hidrocortisona (CORTEF, SOLU-CORTEF), metilprednisolona (A-METHAPRED, DEPO-MEDROL, MEDROL, SOLU-MEDROL) y prednisona (RAYOS).

Debido a sus fuertes propiedades antiinflamatorias e inmunosupresoras, los corticosteroides sistémicos son esenciales para el tratamiento de numerosas condiciones, tales como reacciones alérgicas, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD por sus siglas en inglés), enfermedades intestinales inflamatorias (incluyendo la enfermedad de Crohn), lupus y artritis reumatoidea [4]. También se utilizan ampliamente después del trasplante de órganos y para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.

Los beneficios de los corticoesteroides deben ser balanceados contra sus múltiples y potencialmente serios efectos adversos, especialmente cuando se toman a dosis altas durante períodos prolongados. Un estudio reciente mostró que incluso la exposición a corticosteroides a corto plazo (hasta 29 días, con una mediana de tan solo 6 días) puede incrementar el riesgo de serios efectos adversos, tales como sepsis y fracturas [5].

Los efectos adversos más comúnmente asociados con corticosteroides incluyen supresión adrenal, hipertensión, hinchazón, disminución de la densidad ósea (aumentando el riesgo de fracturas), trastornos oculares (tales como cataratas y glaucoma), enfermedad cardíaca, aumento de niveles sanguíneos de glucosa (diabetes), infección, lipodistrofia (distribución anormal de grasa en el cuerpo), degradación muscular, efectos psiquiátricos (como agitación, ansiedad, depresión, insomnio, manía e ideación suicida), retardo en la reparación de heridas, fragilidad cutánea, úlceras gástricas y duodenales y aumento de peso [6,7].

El nuevo estudio [8]
Los investigadores de Nueva Orleans, Luisiana [Nota de Salud y Fármcos: del Ochsner Health System y la Universidad de Tulane] que realizaron el estudio publicado en JAMA Internal Medicine. Ellos utilizaron datos observacionales retrospectivos de dos fuentes diferentes. La primera fuente de datos fue la Encuesta Nacional de Atención Médica Ambulatoria (National Ambulatory Medical Survey—NAMCS), que es representativa de los servicios de atención médica brindados a nivel nacional en consultorios médicos no federales de los EE. UU [9]. La segunda fuente fue una base de datos de visitas a consultorios médicos de un gran sistema de salud en Luisiana. Los investigadores examinaron, en cada base de datos, el uso de corticosteroides en adultos con infecciones agudas del tracto respiratorio.

La base de datos de la NAMCS no provee información acerca de prescripciones inyectables por lo que los investigadores se enfocaron en las prescripciones de corticosteroides orales, ya que esta. Sin embargo, los investigadores sí analizaron las inyecciones de corticosteroides en la base de datos de Luisiana, la cual contenía esta información. Ellos definieron infección aguda del tracto respiratorio como rinitis alérgica, bronquitis, faringitis, influenza, neumonía, sinusitis e infección respiratoria superior.

En la base de datos de la NAMCS, entre 2012 y 2013, aproximadamente 107.500 adultos visitaron consultorios médicos por infecciones agudas del tracto respiratorio. De estas visitas, cerca del 11% involucró prescripciones de un corticosteroide oral. Cabe resaltar, que estas prescripciones variaron significativamente por región, desde 8% de dichas visitas en el centro del país (Midwest desde Ohio hasta las Dakotas), hasta aproximadamente 14% en el Sur.

En la base de datos de Luisiana, en 2014, cerca de 33.000 adultos acudieron a consulta con infecciones agudas del tracto respiratorio. De estas consultas, 23% incluyeron la prescripción de corticosteroides inyectables. Sin embargo, las prácticas de prescripción para estos pacientes difirieron ampliamente entre los médicos: 17% nunca prescribió inyecciones de corticosteroides, mientras que el 13% prescribió dichas inyecciones a más del 40% de los pacientes diagnosticados con estas infecciones. En una nota que acompañó al estudio, la Dra. Deborah Grady (editora del JAMA Internal Medicine) comentó que los hallazgos mencionados son alarmantes, ya que no hay evidencia que indique que el uso de corticosteroides aporta beneficios en el tratamiento de infecciones agudas del tracto respiratorio y debido a que incluso cursos cortos de corticosteroides pueden resultar en efectos adversos dañinos. Sin embargo, la editora advirtió que estos resultados se basan en datos secundarios de tipo administrativo que pudieran estar incompletos o ser inexactos. Por lo tanto, sugirió investigaciones adicionales para confirmar estos hallazgos entre otros pacientes con infecciones agudas del tracto respiratorio en EE. UU., así como buscar intervenciones efectivas para minimizar su uso si este se confirma.

Qué puede hacer usted
Si usted desarrolla una infección aguda del tracto respiratorio y no tiene ninguna enfermedad pulmonar crónica, tal como asma o COPD, no utilice corticosteroides sistémicos para tratar sus síntomas. En su lugar, intente abordajes no farmacológicos, incluyendo reposo y el consumo de abundantes líquidos.

Referencias

  1. Centers for Disease Control and Prevention. Adult treatment recommendations. https://www.cdc.gov/antibiotic-use/community/for-hcp/outpatient-hcp/adult-treatment-rec.html. Accessed September 27, 2018.
  2. Dvorin EL, Lamb MC, Monlezun DJ, et al. High Frequency o fSystemic Corticosteroid Use for Acute Respiratory Tract Illnesses in Ambulatory Settings. JAMA Intern Med. 2018;178(6):852-854.
  3. WorstPills.org. Drug profile: glucocorticoids. https://www.worstpills.org/member/drugprofile.cfm?m_id=114. Accessed September 27, 2018.
  4. Sarnes E, Crofford L, Watson M, et al. Incidence and US costs of corticosteroid-associated adverse events: a systematic literature review. Clin Ther. 2011;33(10):1413-1432.
  5. Waljee AK, Rogers MA, Lin P, et al. Short term use of oral corticosteroids and related harms among adults in the United States: population based cohort study. BMJ. 2017;357(Apr 12):j1415. doi:10.1136/bmj.j1415.
  6. Poetker DM, Reh DD. A comprehensive review of the adverse effects of systemic corticosteroids. Otolaryngol Clin North Am. 2010;43(4):753-768.
  7. Sarnes E, Crofford L, Watson M, et al. Incidence and US costs of corticosteroid-associated adverse events: a systematic literature review. Clin Ther.em> 2011;33(10):1413-1432.
  8. Dvorin EL, Lamb MC, Monlezun DJ, et al. JAMA Intern Med.em> 2018;178(6):852-854.
  9. National Center for Health Statistics. National Ambulatory Medical Care Survey. March 29, 2017. https://www.cdc.gov/nchs/ahcd/about_ahcd.htm. Accessed September 27, 2018.
  10. Grady D. Inappropriate use of steroids for acute respiratory infection. JAMA Intern Med. 2018;178(6):854.
creado el 4 de Diciembre de 2020