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Ética

Conducta de la industria

EE UU. Solo en EE UU las grandes empresas farmacéuticas han eludido pagar impuestos por valor de US$2.300 (¿Se podría haber usado ese dinero para financiar un sistema de salud más justo? (Pharmaceutical giants have avoided paying about $2.3 billion in taxes in the us alone. Could that money be used to fund a more humane health-care system?)
Michelle Chen
The Nation, 2 de octubre de 2018
https://www.thenation.com/article/pharmaceuticals-drugs-taxes-healthcare/
Traducido y editado por Salud y Fármacos

La industria farmacéutica global está flotando en dinero de nuestros bolsillos que consiguen todos los años cuando nos venden medicamentos que nos mantienen vivos. Pero llega el día de pagar impuestos, y mucha de esa riqueza rápidamente “desaparece” a través de resquicios legales que permiten a las empresas transferir dinero a cuentas ocultas en paraísos fiscales. Según una investigación detallada de Oxfam, la máquina que hace desaparecer el dinero permite a las multinacionales dejar de pagar cantidades ingentes de impuestos, disminuyendo los presupuestos de los gobiernos, con frecuencia a expensas de los programas de salud, al mismo tiempo que vende medicamentos a esos programas.

El uso de programas de contabilidad que permiten detectar fraudes (forensic acccounting en inglés) y los datos financieros de las grandes empresa tales como Johnson & Johnson, Pfizer, Merck, Sharp and Dohme, y Abbott, demuestran que entre 2013 y 2015, estas

cuatro farmacéuticas en conjunto evadieron pagar alrededor de US$3.700 millones a los gobiernos de Australia, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Nueva Zelanda, España, Reino Unido y EE UU. (Solo en EE UU unos US$2.300 millones).

Las multinacionales responden con frecuencia que cumplen con la ley, y que simplemente hacen lo que leyes fiscales de los países requieren. Técnicamente esto es correcto, pero ¿No ven las autoridades tributarias cómo las corporaciones evasivas están de hecho burlando la supervisión fiscal y drenando los presupuestos sociales de sus países? Este juego corporativo, no es mas que el resultado de las trampas legales a los impuestos corporativos que permiten que las compañías minimicen su carga de impuestos en los países de impuestos altos. Con los limitados datos disponibles, los investigadores han calculado que “los márgenes promedios de beneficios antes de impuestos son solo 6% en los países con tasas estándares de impuestos, comparado con 31% en los paraísos fiscales que utilizan las empresas de Holanda, Bélgica, Irlanda y Singapur.

El problema se extiende mucho más allá de los países ricos en donde estas empresas tienen sus sedes. En muchos países más pobres, en donde el acceso a medicamentos es muy crítico, los evasores de impuestos parece que estan también drenando las arcas públicas: en Tailandia, India, Ecuador, Colombia, Pakistán, Perú y Chile en conjunto están evadiendo el pago por US$112 millones. Ese dinero, es dinero que se podría haber utilizado para financiar programas de vacunas para niños, o insulina y tratamientos para los pobres con VIH/Sida.

En India, en donde un sistema de salud frágil lucha para poder proveer servicios básicos de salud a millones, el presupuesto ha sufrido una hemorragia de aproximadamente US$74 millones que han terminado en paraísos fiscales.

Además de usurpar los impuestos, las farmacéuticas también son famosas por los pecios exorbitantes de sus productos, los medicamentos para el cáncer por ejemplo se venden a un precio que es más de 100 veces superior al costo de fabricar cada píldora. Pero el análisis de Oxfam revela que las farmacéuticas no solo explotan a los pacientes con sus exorbitantes precios, sino que también se apropian de más de nuestro dinero utilizando sistemas fiscales que no estan bien regulados. Al ocultar sus ganancias a las autoridades fiscales reducen la financiación de los servicios sociales, y las grandes farmacéuticas de hecho debilitan los servicios de salud que dan servicios a los ciudadanos.

Mientras las finanzas de las farmacéuticas no sean algo más transparentes, solo hay una forma de manejar la política de ocultar impuestos. demandando transparencia de forma que pueda haber un cálculo completo de sus finanzas y las obligaciones éticas para con los países de donde provienen las ganancias. Oxfam pide a los gobiernos que establezcan regulaciones que se coordinen globalmente y que “obliguen… a todas las empresas globales grandes a publicar informes financieros de cada país en los que trabajan” para regular y forzar a las empresas a pagar los impuestos que les corresponde. Y aún más importante, diseñar regulaciones para asegurar para toda la población tenga un acceso equitativo a medicamentos.

El sistema para exigir el cumplimiento global de las regulaciones no ha podido durante muchos años controlar el movimiento de las redes globales de capital. Al contrario, al promover el comercio global que desregula los sistemas financieros locales y facilita las redes de comercio masivo que es lo que alimenta el comercio global, los gobiernos han ayudado a las corporaciones a jugar con el sistema tributario. De hecho, Perú, Colombia y otros “socios comerciles” en los países del sur han negociado tratados neoliberales de libre comercio con EE UU que solo han promovido más liberalización de los sistemas financieros.

La administración de Trump ha afirmado que su última revisión del código fiscal ayudará a devolver a EE UU los ingresos tributarios de las corporaciones. Pero las “reformas” fiscales recientemente aprobadas parecen favorecer a las multinacionales farmacéuticas con enormes recortes de impuestos. De acuerdo a Silverman, además de reducir los impuestos, el Congreso ha “recompensado generosamente a estas empresas permitiéndolas repatriar esta riqueza a una tasa muy reducida, un 15,5%, con lo cual se han ahorrado unos US50.000 millones: Pfizer US25.000 millones, Merck US$13.000 millones, y Johnson & Johnson US$9.000 mil millones; y además el gobierno seguirá perdiento US$4.000 millones anuales

Entonces, en vez de hacerles responsables a las empresas, en realidad premian su explotación financiera con una amnistía fiscal generosa. Siverman sugiere: “La reforma no redujo el incentivo de las empresas estadounidenses a trabajar en otros países” De momento la repatriación de los impuestos ha sido una pequeñez. Y lo poco que ha sido repatriado no se ha investido en las comunidades del país para el beneficio de los trabajadores estadounidenses; en cambio se ha distribuido en dividendos y en auto-compra de acciones que han hecho las empresas, lo que aumenta el valor de empresa.

creado el 4 de Diciembre de 2020