Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

Prescripción

Los diagnósticos exagerados nos pueden causar desórdenes mentales (Overdiagnosis is enough to ruin your mental health)
Daniel Akst
Associated Press, 25 de enero de 2012
http://www.nola.com/frontpage/t-p/index.ssf?/newsflash/index.ssf/story/overdiagnosis-is-enough-to-ruin-your-mental/3c9e78dbc860e30fce92d7d22c6d2a96
Traducido por Salud y Fármacos

La semana pasada la Encuesta Nacional sobre Uso de Medicamentos y Salud (National Survey on Drug Use and Health NSDUH)  presentó los resultados de la encuesta que preocupan porque demuestran que todos los años un 20% de estadounidenses sufren algún tipo de enfermedad mental. Si sirve de consuelo, la situación es aun peor en Europa, en donde una encuesta similar publicada el pasado septiembre encontró que el 38% de la población sufre algún desorden mental o cerebral cada año.
Hace diez años una encuesta del Instituto Nacional de Salud Mental (National Institute of Mental Health) encontró que un 46% de estadounidenses habían sufrido por lo menos una vez en su vida una enfermedad mental.

Alguien puede pensar que no hay por que alarmarse, pero probablemente si hay que hacerlo porque lo que es una locura es como se está definiendo lo que es una enfermedad mental. La elevada prevalencia de enfermedad mental es previsible cuando se leen las preguntas que hace la encuesta.

Así por ejemplo, le pide al encuestado que escoja “el mes en los últimos 12” cuando estuvo “más deprimido, ansioso o emocionalmente estresado.” Durante ese mes pregunta “¿con que frecuencia te sentiste nervioso?” Otra pregunta: Durante los últimos 30 días, ¿con que frecuencia te sentiste inquieto o nervioso? Y “Con que frecuencia sentiste que todo era cuesta arriba?
El problema es que demasiada gente tiene mucho interés en medicalizar la vida normal convirtiendo la tristeza en depresión, o la timidez en un desorden llamado ansiedad social. Para las empresas farmacéuticas y los proveedores de servicios de salud mental, puede ser un buen negocio.

La NSDUH encontró que los medicamentos que requieren receta constituían el servicio de salud mental más utilizado en 2010 y se recetaron a 26,5 millones de adultos, es decir uno de cada  nueve.

La Dra, Marcia Angell, quien fue editora-jefe del New England Journal of Medicine, es muy escéptica sobre la necesidad de tanto medicamento y escribe: “El número de aquellos que han quedado tan inútiles por enfermedad mental que califican para los programas de Ingreso Suplementario de Seguridad Social (Supplemental Security Income) o Seguro de Discapacidad de la Seguridad Social (Social Security Disability Insurande) aumentó cerca de dos veces y media entre 1987 y 2007, es decir de uno entre 184 estadounidenses a uno entre 76. En el caso de niños, el aumento ha sido incluso mayor, es realmente sorprendente, un incremento de 35 veces”.

Nada de esto quiere decir que se deben desestimar los problemas terribles que sufren algunas personas con enfermedades mentales sobre las cuales no hay la menor duda. Por lo menos un experto dijo que la NSDUH tiene razón cuando afirma que un 5% de estadounidenses sufren un trastorno mental tan severo que perturba sus vidas. Sin duda, la depresión lo consigue.

La dificultad consiste en que la enfermedad mental no es como el cáncer o la influenza. Estos dos se pueden diagnosticar con certeza, pero la enfermedad mental depende de quien la diagnostique. En el pasado la homosexualidad  se consideró una enfermedad mental; ahora los homosexuales se pueden casar entre ellos; la idea de que están enfermos se ha quedado marginada, muy pocos la aceptan.

Hoy día, la enfermedad mental tiene una definición tipo diccionario en el Manual de Diagnóstico y Estadística de Problemas Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría. La última edición se ha disparado y ha triplicado el número de problemas que aparecían en la primera edición de 1952. La próxima edición se espera que se publique en 2013, y es tan controvertida que se está preparando en secreto. Pero ya sabemos que se han abandonado cinco de los 10 “problemas de personalidad” incluidos en la edición vigente, incluyendo el problema de personalidad narcisista; un problema que afortunadamente se va a mantener en el Manual de Diagnóstico y Estadística hasta después de las elecciones presidenciales de este año. Sin duda, lo vamos a necesitar.

modificado el 28 de noviembre de 2013