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Comentario de los editores de Salud y Fármacos

Salud y Fármacos no está de acuerdo con muchos de las sugerencias que avanza en el artículo que publicamos de la International Federation of Pharmaceutical Manufacturers & Associations IFPMA, organización que representa los intereses de la industria farmacéutica global. La decisión de publicar el artículo se basa en la importancia de conocer el pensamiento de la industria farmacéutica.

La Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS ha empezado a incluir medicamentos de alto costo, y además la OMS ha manifestado que la Lista ya no es solo de utilidad para países en desarrollo sino también para países de altos ingresos. Por ello, la industria farmacéutica innovadora está altamente preocupada. En efecto, en un comunicado de la OMS que también publicamos en la Sección de Innovación, su director general el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus nos recuerda que más de 150 países usan la Lista y añade: “La inclusión en esta lista de algunos de los últimos y más avanzado medicamentos para el cáncer es una afirmación clara de que cada uno de nosotros tiene el derecho de acceder a los medicamentos que le puedan salvar la vida, y no solo aquellos que tienen los recursos para comprarlos”. Es una forma de recordarnos lo que ya ha sido aprobado por las Naciones Unidas y los principios éticos: el acceso a los medicamentos necesarios es un derecho humano.

Es decir, la Lista de Medicamentos Esenciales ya no es para las enfermedades que impactan a un gran número de personas en los países pobres, es para toda la población global y se refiere a todos los medicamentos que sirven para salvar vidas. Nos gustaría añadir que también debería incluir los medicamentos necesarios para reducir el dolor o mejorar la calidad de vida. Esto le preocupa a la industria ya que es consciente de que todos los nuevos medicamentos que salen al mercado no son asequibles para la mayoría de la población mundial que los necesita, y teme que ello lleve al final de su control monopólico a través de las patentes. Las patentes permiten que sus dueños pongan el precio que deseen durante un número de años que depende ciertas variables. Contrario a la información que da la industria, los precios no están relacionados con los costos de I & D. Sobre este tema, que se ha discutido en la Asamblea Mundial de la Salud, también publicamos en este número la posición de la industria farmacéutica.

La industria farmacéutica defiende las patentes porque es lo que le permite seguir con un sistema de I & D que se ha quedado obsoleto. Cada día hay más información que confirma esta realidad. En el artículo que reproducimos de la industria, los autores ponen énfasis en las limitaciones que tienen muchos países de bajos ingresos para utilizar los nuevos medicamentos. Afirman que no es tanto su precio sino la falta de recursos humanos y de infraestructura de los países lo que impide el acceso a los nuevos medicamentos. La gran mayoría de los países tienen hospitales de alta tecnología y muchos de los nuevos medicamentos de alto costo son de fácil administración, por ejemplo, los medicamentos para la hepatitis C o el VIH. El temor de la industria es que, al no poder pagar la mayoría de los nuevos medicamentos en la Lista de Medicamentos Esenciales, los países rompan las patentes. Los últimos procedimientos ya superan el millón de dólares, y esos precios raramente están basados en los costos de I & D. No extraña que la industria no quiera que los costos de I & D sean de conocimiento público, los consideran un secreto comercial, incluyendo los de los ensayos clínicos que se hacen en aquellos mismos países que la industria asegura que no tienen los recursos para administrar esos mismos medicamentos.

Las siguientes citas del artículo revelan las preocupaciones de las farmacéuticas sobre la posibilidad de perder el modelo de I & D basado en las patentes:

“La OMS no debe promover políticas que descuiden el valor y socaven la innovación, como las licencias obligatorias”.

“El desarrollo de la LME no debe basarse en un racionamiento implícito que no tenga en cuenta la perspectiva de la sociedad y se guíe únicamente por los objetivos de contención de costos”.

“Es importante que los países fortalezcan sus sistemas de salud y trabajen con las partes interesadas, incluyendo los que financian los servicios públicos y privados de salud, para garantizar que se dispondrá de fondos sostenidos”.

“La fuerte protección de la propiedad intelectual permite hacer las inversiones necesarias y apoya la innovación continua. La propiedad intelectual incentiva no solo el descubrimiento y desarrollo de nuevos medicamentos, sino también la optimización de los medicamentos existentes (por ejemplo, el desarrollo de formulaciones pediátricas), incluyendo aquellos que pueden abordar las necesidades médicas mundiales no cubiertas”.

“La propiedad intelectual no es la principal barrera para acceder a los medicamentos de la LME”.

“La innovación respaldada por la propiedad intelectual es esencial para el desarrollo y el acceso a los nuevos medicamentos”.

Los cambios que según la industria se necesitan para que los sistemas de salud puedan usar sus nuevos productos innovadores son “modelos innovadores de financiamiento y pago”. No queda duda que la razón de este documento de la industria es sustancialmente económica. La protección de la propiedad intelectual aparece por todas partes, en activo y pasivo. La industria está preocupada porque hay muchas voces, no solo en los países de bajos y medianos ingresos si no en los de altos ingresos, que están ofreciendo alternativas a las patentes. Como se puede leer en noticias que reproducimos en este número del Boletín Fármacos, las voces de científicos y políticos reconocidos en países como Holanda, Reino Unido, EE UU… están sugiriendo la ruptura de las patentes y alternativas al actual modelo de I & D de medicamentos.

Como se percatará el lector, un segundo objetivo es el deseo de la industria de participar en el proceso bienal de actualización de la Lista. Sus bien retribuidos CEOs no se dan cuenta de que su presencia en el comité que decide qué medicamentos deben incluirse en la lista constituiría un conflicto de interés. Les permitiría influir en la discusión sobre la inclusión o exclusión de un producto, sobre los potenciales beneficios o efectos secundarios, o sobre las ventajas de un producto sobre otro, temas que se discuten en la reunión del Comité. En la sección de Innovación de este número el lector podrá leer una breve noticia sobre las discusiones que se han dado para incluir o excluir medicamentos en la Lista de 2019. La industria no debe participar en las decisiones sobre los medicamentos que se deben incluir en la LME. Solo deben hacerlo científicos independientes. Esto no excluye la participación de grupos independientes que puedan ofrecer sus puntos de vista.

El artículo que sigue al de IPFMA del Dr. German Velázquez, así como la entrevista que se publica en unas páginas posteriores con Ellen ‘t Hoen, investigadora de la Unidad de Salud Global del Centro Médico de la Universidad de Groningen y directora de la Medicine Law and Policy se pueden considerar como antídotos al artículo de IFPMA.

creado el 4 de Diciembre de 2020