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Prescripción, Farmacia y Utilización
Europa

España: Aumenta el uso inadecuado de los medicamentos
Editado por Boletín Fármacos de: Mónica L Ferrado, Nos medicamos más, nos medicamos mal, El País (España), 25 de febrero de 2008

España: La problemática que rodea a la oficina de farmacia rural
Resumido por Boletín Fármacos de: Antonio J. Galán Martín (vocal de Farmacia Rural del COF de Ciudad Real), El Global, 6 de abril de 2008.

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España: Aumenta el uso inadecuado de los medicamentos
Editado por Boletín Fármacos de: Mónica L Ferrado, Nos medicamos más, nos medicamos mal, El País (España), 25 de febrero de 2008

La mitad de los botiquines de los hogares españoles contienen entre 10 y 20 fármacos y el gasto farmacéutico de este enero ha crecido un 6,19% respecto al de 2007, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo.

Está claro que el entorno se ha medicalizado. ¿Se utilizan los medicamentos de forma racional y eficaz? Teniendo en cuenta que un 36% de los casos que se atienden en los servicios de urgencias de los hospitales españoles se deben a un mal uso de los medicamentos, la respuesta es que en muchas ocasiones no. Estos son los resultados preliminares de un ambicioso estudio en el que participan nueve hospitales de toda España (el Virgen de las Nieves de Granada, el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, el Reina Sofía de Córdoba, el Carlos Haya de Málaga, el hospital General de Asturias de Oviedo, el de Cruces de Bilbao, el Gregorio Marañón de Madrid, el hospital Clínic y el de Sant Pau de Barcelona).

“Un medicamento tiene que ser necesario, efectivo y seguro”, afirma Isabel Baena, coordinadora del proyecto e investigadora del grupo de investigación en atención farmacéutica de la Universidad de Granada. Muchos de los problemas relacionados con los medicamentos se deben tanto al exceso como a la falta de medicación. “Hay muchos pacientes que necesitarían medicación pero que no van al médico, cerca de un 9%. Luego tenemos un 1% que toma un medicamento que sobra, a veces por automedicación, otras por una mala prescripción médica”, explica Baena.

La ineficacia de los medicamentos está detrás de las razones por las que algunos pacientes acuden a urgencias. “Es muy frecuente que el paciente no tome la pauta entera, y también que no siga las dosis adecuadas, porque no hace caso al médico o porque el mismo facultativo no ha prescrito la dosis adecuada”, explica Baena. La inefectividad también se puede deber a la interacción con otros medicamentos, que anulan el efecto deseado. De hecho, los pacientes más afectados por esta situación son los enfermos crónicos que toman más de cinco medicamentos.

También existe una pequeña fracción de inefectividad que entra dentro de la normalidad, puntualiza María José Faus, directora del Máster en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada: “A algunas personas les ocurre que, por sus características propias, el medicamento no les hace efecto. No hay ni un solo medicamento que funcione al cien por cien, la máxima efectividad se sitúa en el 85%, o sea que ese margen de inefectividad existe aunque el tratamiento se siga bien”.

Los ancianos son quienes más acuden a urgencias por tener problemas con los medicamentos. Toman muchos, un arsenal para algunos difícil de gestionar.

Según el estudio, el 75% de estos malos usos que acaban con un viaje a urgencias se podrían evitar. ¿Sobre quién recaen las responsabilidades? “El paciente pasa por diferentes puntos del sistema sanitario que permitirían identificar estos problemas y desde los que se podría actuar”, afirma Baena. Las responsabilidades se reparten a partes iguales entre los tres eslabones de la cadena sanitaria: médicos, farmacéuticos y el propio paciente. “Un médico te receta una cosa, y puede que otro te recete otra. Si no hay alguien que ordene esta medicación, difícilmente se puede resolver el problema”, apunta Faus. “Para evitar estos problemas serían necesarios profesionales dedicados a realizar un seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes, se trata de buscar complicidades y aliados”.

Ordenar la medicación de los pacientes enfermos puede contribuir a mejorar la situación. Pero también será necesario revisar los botiquines de los hogares españoles. Según un estudio del grupo Urano, más de la mitad de los botiquines españoles guardan más de 10 medicamentos. “La composición del botiquín suele reflejar, en cierto modo, la estructura del mercado farmacéutico”, explica José González, farmacéutico y uno de los responsables del estudio. Los analgésicos y antipiréticos son el grupo terapéutico más frecuente, presentes en el 89% de los hogares, seguidos por los antiinflamatorios no esteroides, en el 53%, y los antibióticos, en el 46%. En el caso de estos últimos, uno de cada tres se ha comprado sin receta. Según la Red Española de Atención Primaria (REAP), un 10,8% de los medicamentos que necesitan receta se acaba vendiendo sin ella. También muchos quedan aparcados en el botiquín como resto de un tratamiento no finalizado, para acabar siendo utilizados por otros miembros de la familia sin acudir al médico.

José Martínez Olmos, secretario general del Ministerio de Sanidad y Consumo, reconoce que “estamos en una sociedad donde el medicamento tiene una valoración social muy alta, como algo capaz de curarlo todo, de solucionar los problemas de salud, y a veces al médico le cuesta explicar a la persona que su problema no se soluciona con fármacos, sino con cambios en estilos de vida”. Afirma que “los únicos medicamentos que no están de más en un botiquín son los que se anuncian por televisión y que por tanto no requieren receta; el resto sobra”.

El consumo de psicofármacos, es decir, antidepresivos, antipsicóticos, antiepilépticos y ansiolíticos e hipnóticos, se ha triplicado en España en la última década. Josep Basora, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia (SEMFYC), explica que un 28% de los pacientes que se visitan en los centros de atención primaria presentan signos y síntomas antidepresivos, aunque tan sólo la mitad se diagnostica como depresión mayor. Para este especialista, el problema es que “se han medicalizado enfermedades que no eran más que cosas de la vida cotidiana”. Las mujeres son el 75% de los consumidores totales de somníferos o tranquilizantes, según datos del segundo informe sobre salud y género. “Ante situaciones inespecíficas expresadas por las mujeres, donde no existe una patología clara, médicos y médicas tienden a prescribir psicofármacos”, según responsables del Ministerio de Sanidad y Consumo.

 

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España: La problemática que rodea a la oficina de farmacia rural
Resumido por Boletín Fármacos de: Antonio J. Galán Martín (vocal de Farmacia Rural del COF de Ciudad Real), El Global, 6 de abril de 2008.

La defensa del modelo español de farmacia, en el que el 99% de la población dispone de una oficina de farmacia en su lugar de residencia, la farmacia rural es el eslabón clave, ya que gracias a muchas de estas oficinas de farmacia se va a dar un servicio farmacéutico en poblaciones con un reducido número de habitantes.

Una de las características principales de la farmacia rural es la gran cercanía a los pacientes, ya que el farmacéutico suele conocer bastante bien sus enfermedades y tratamientos. Por ello, se suele generar una buena comunicación y gran confianza con ellos. Es más, ocurre muchas veces que cuando el médico y enfermero acaban su consulta, el farmacéutico va a ser el único sanitario que va a quedar en el pueblo. Y al final, aparte de sus funciones, realiza otras labores sanitarias.

En un futuro, estas oficinas de farmacia se van a encontrar con una problemática, que a continuación paso a enunciar. Primero, las guardias. A excepción de algunas comunidades autónomas, donde se ha conseguido una exención de guardia total o bien solo nocturna, en el resto de las comunidades siguen siendo largas (de una semana entera durante las 24 horas) y en absoluto rentable ya que el servicio de urgencias demandado es prácticamente nulo. Por ello, habría que replantearse una nueva planificación de las guardias, eso sí quedando garantizado el servicio.

El segundo problema son las vacaciones. Debido a la dificultad actual de encontrar farmacéuticos sustitutos, que incluso afecta a grandes poblaciones, las vacaciones hoy día parecen una utopía para la farmacia rural. Ésta situación, junto a las guardias, puede hacer que no sea fácil compaginar adecuadamente la vida profesional con la familiar.

El tercero es la disminución de la rentabilidad de estas farmacias, debido a las continuas bajadas de los precios de los medicamentos y a la progresiva disminución de los habitantes de las poblaciones rurales. Esto afecta principalmente a las farmacias de poblaciones más pequeñas, en las que más del 90% de sus ventas es de recetas y que no pueden compensar esas bajadas con un aumento de la venta libre. Además, habría que añadir que debido al aumento de las nuevas especialidades farmacéuticas y presentaciones que van saliendo al mercado hay que aumentar las existencias de las farmacias.

Otra dificultad es el aumento de los problemas de desabastecimiento de medicamentos. Éste afecta principalmente a la farmacia rural, ya que muchas de ellas sólo tienen un almacén proveedor, o como mucho dos. Por ello, había que dar más libertad a la sustitución de medicamentos y potenciar la prescripción por principio activo. Y lo que está claro es que sin el actual sistema de distribución la farmacia rural no podría dar el servicio que da ahora mismo.

También están las dificultades para asistir a cursos de formación, reuniones, etc. Dado que la formación continuada es básica en nuestro trabajo son de agradecer los cursos a distancia que oferta la prensa farmacéutica, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF) y laboratorios.

Por todo esto, creo que es muy importante contar con el apoyo del CGCOF y de los Colegios de Farmacéuticos (COF) para hacer ver esa problemática a las Administraciones Sanitarias y que éstas comprendan la importancia de la búsqueda de soluciones a nivel nacional.

Y al igual que en ciertas comunidades autónomas se han ido consiguiendo avances, sería muy positivo que estos avances también se extendieran al resto de España. Aunque será una tarea lenta y ardua, pero merecerá la pena si se van consiguiendo mejoras. Para ello sería muy interesante la creación de Vocalías de Farmacia Rural en los distintos COF que aún no la tienen, así como una Vocalía Nacional. Esto puede ser un buen punto de partida para el desarrollo de un futuro Plan Estratégico Nacional para la Farmacia Rural.

Por último, pienso que los farmacéuticos rurales, debido a la ventaja de esa cercanía a los pacientes y a la existencia, frecuentemente, de un único médico en la población, nos debemos involucrar más en la Atención Farmacéutica y el Seguimiento Farmacoterapéutico, que debe ser el futuro de nuestra profesión. Así se hará ver a la Administración sanitaria que no sólo pedimos soluciones a nuestros problemas sino que también podemos aportar mucho al sistema desde nuestra posición.

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modificado el 13 de septiembre de 2017