En julio de 2024, la FDA aprobó la benzgalantamina (Zunveyl), un fármaco oral para el tratamiento de la demencia leve o moderada, en adultos con enfermedad de Alzheimer [1, 2]. En junio de 2025, casi un año más tarde (y tres meses después del lanzamiento de la benzgalantamina) [3], la FDA publicó los datos que respaldaban su aprobación [4].
La benzgalantamina es un profármaco de la galantamina (solo genérico), otro fármaco para la enfermedad de Alzheimer que la FDA aprobó en 2001 [5]. Al ser un profármaco, la benzgalantamina es un compuesto farmacológicamente inactivo, que se convierte en galantamina cuando se metaboliza en el organismo [6].
La galantamina es un inhibidor de la acetilcolinesterasa que previene la descomposición de un neurotransmisor llamado acetilcolina, que se cree que desempeña un papel en la enfermedad de Alzheimer [7]. El Grupo de Investigación en Salud de Public Citizen ha designado con anterioridad a la galantamina —así como a otros inhibidores de la acetilcolinesterasa, como el donepezilo (Adlarity, Aricept y genéricos) y la rivastigmina (Exelon y genéricos)— como medicamentos No Usar.
Los inhibidores de la acetilcolinesterasa solo aportan beneficios mínimos y temporales que no compensan los riesgos de seguridad, asociados a los medicamentos de esta clase, como los efectos adversos gastrointestinales, cardiovasculares y neuropsiquiátricos [8]. Además, la información para la prescripción de estos fármacos indica claramente que no hay evidencia de que alteren “el curso del proceso de demencia subyacente [9]”.
Dado que la benzgalantamina es un profármaco de la galantamina, la FDA (tal y como se describe con más detalle a continuación) solo exigió evidencias que demostraran que ambos fármacos eran similares y no requirió ensayos clínicos adicionales que demostraran su seguridad y eficacia [10]. En cambio, la aprobación de la benzgalantamina se basó en los datos de eficacia y seguridad de la galantamina.
Dado que no se ha demostrado que el profármaco sea más eficaz o seguro que la galantamina, el Grupo de Investigación en Salud de Public Citizen también designa a la benzgalantamina como un fármaco No Usar
Cabe destacar que, aunque no hay datos que demuestren la superioridad de la benzgalantamina sobre la galantamina, el suministro mensual de benzgalantamina es más de diez veces más caro (US$749) que el de la galantamina genérica (US$70).
El proceso de aprobación de la benzgalantamina
La benzgalantamina se autorizó mediante un proceso de aprobación abreviado, en virtud de la Sección 505(b)(2) de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos [11]. Este proceso permite a los fabricantes utilizar los datos de seguridad o eficacia de un medicamento que ya está aprobado, siempre que el fabricante pueda demostrar que el nuevo medicamento comparte ciertas características con el medicamento anterior [12].
En el caso de la benzgalantamina, el fabricante investigó si la biodisponibilidad de la benzgalantamina era la misma que la de la galantamina [13]. Cuando se trata de un fármaco oral, la biodisponibilidad se refiere a la proporción de fármaco que entra en la circulación después de su ingestión y que puede tener un efecto activo.
La aprobación de la benzgalantamina se basó en cuatro ensayos de fase 1 [14]. Un ensayo investigó las diferentes dosis del profármaco, y tres ensayos investigaron la biodisponibilidad de la benzgalantamina, en comparación con la galantamina, en condiciones de ayuno y después de comer, así como la seguridad y la tolerabilidad de este fármaco. Es importante destacar que todos estos ensayos fueron breves, contaron con pocos participantes y solo incluyeron a adultos jóvenes sanos. Ninguno de los participantes padecía la enfermedad de Alzheimer.
Los tres ensayos de biodisponibilidad se diseñaron como estudios abiertos, en los que los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir benzgalantamina dos veces al día, o galantamina una vez al día, durante una semana [15, 16]. Tras una pausa de una semana en el tratamiento (denominada “período de lavado”), se intercambiaron los fármacos para una segunda semana de tratamiento, en la que los participantes en el estudio recibieron el fármaco que no habían tomado durante la primera semana. Entre 34 y 41 participantes completaron cada ensayo. Todos los participantes eran asiáticos, la mayoría tenían entre 18 y 40 años, y los voluntarios eran tanto hombres como mujeres. El paquete de aprobación de medicamentos de la FDA no explica por qué todos los voluntarios sanos eran asiáticos.
Los tres ensayos excluyeron varias categorías de posibles participantes, por ejemplo, aquellos con hemorragia gastrointestinal o antecedentes de enfermedad pulmonar obstructiva o asma grave [17]. Durante los ensayos, no se permitió que los participantes utilizaran la mayoría de otros medicamentos de venta con receta o de venta libre, ni suplementos.
Teniendo en cuenta el diseño de estos ensayos, no está claro si los datos recopilados a partir de un número tan reducido de adultos jóvenes y sanos son significativos para las personas con enfermedad de Alzheimer —el grupo de pacientes para el que está indicada la benzgalantamina—. Esto puede ser motivo de especial preocupación, ya que la información para la prescripción indica que las concentraciones de galantamina pueden ser entre un 30% y un 40% más altas en los adultos mayores con enfermedad de Alzheimer, que en los adultos jóvenes y sanos [18]. Aún no se dispone de información comparable sobre las concentraciones de benzgalantamina.
Además, los resultados de biodisponibilidad no fueron concluyentes en todos los ensayos. Por ejemplo, solo se demostró la bioequivalencia en los participantes que consumieron alimentos y no en los que se sometieron a las pruebas en ayunas [19]. Sin embargo, la FDA concluyó que los datos disponibles eran suficientes para su aprobación.
La seguridad y eficacia de la benzgalantamina
La aprobación de la benzgalantamina se basó en datos clínicos previos sobre la seguridad y eficacia de la galantamina [20]. Sin embargo, en un comunicado de prensa en el que se anunció la aprobación del fármaco, el fabricante afirmó que el profármaco no solo tiene los mismos beneficios terapéuticos que la galantamina, sino que la benzgalantamina se diseñó para que los pacientes la toleraran mejor.
Como profármaco, la benzgalantamina “podría resolver ciertos problemas de tolerabilidad”, ya que solo se metaboliza en galantamina después de pasar por el tracto intestinal [21]. Muchos pacientes con enfermedad de Alzheimer interrumpen el tratamiento con galantamina, y otros tratamientos, debido a los efectos adversos gastrointestinales. No obstante, la información para la prescripción de benzgalantamina incluye las mismas advertencias, precauciones y reacciones adversas que la galantamina, y con un lenguaje casi idéntico. Actualmente, todavía no hay estudios que comparen directamente la tolerabilidad de la galantamina y la benzgalantamina.
Los efectos adversos más comunes asociados a estos fármacos son náuseas, diarrea, vómitos, dolor de cabeza, mareos y disminución del apetito [22]. Otros efectos adversos graves incluyen un mayor riesgo de sufrir hemorragia gastrointestinal (especialmente en pacientes con mayor riesgo de desarrollar úlceras) y obstrucción de la salida de la vejiga. La benzgalantamina también se asocia a enfermedades cutáneas poco frecuentes, pero graves y potencialmente mortales, como el síndrome de Stevens-Johnson [23].
Además, dado que la galantamina y la benzgalantamina pueden afectar al sistema de conducción cardíaco, estos fármacos pueden aumentar el riesgo de bradicardia y bloqueo auriculoventricular. Los estudios postcomercialización de la galantamina identificaron otros efectos adversos, como alucinaciones, convulsiones, hipertensión y tinnitus.
¿Qué hacer?
Los inhibidores de la acetilcolinesterasa, como la benzgalantamina y la galantamina, no alteran el curso de la enfermedad de Alzheimer. Ambos fármacos tienen los mismos beneficios mínimos y los mismos problemas de seguridad. Además, sin datos adicionales, es imposible saber si la benzgalantamina, mucho más cara, es más eficaz o segura que la galantamina genérica. El Grupo de Investigación en Salud de Public Citizen recomienda no utilizar ni la benzgalantamina ni la galantamina.
Llevar un estilo de vida saludable, que incluya actividad física y social, una dieta equilibrada, mantener un peso saludable, evitar el consumo excesivo de alcohol y dejar de fumar, es importante para todas las personas con riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer [24, 25]. Enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto y la pérdida significativa de la audición o la visión se deben tratar adecuadamente.
Referencias