Un articulo publicado en JAMA Psychiatry [1] enfatiza la necesidad de que los profesionales de la salud, especialmente los especialistas en adicciones se familiaricen con los riesgos y beneficios del cannabis y sus derivados, pues se están promocionando para usos no aprobados y tienen efectos secundarios.
Según el artículo, el consumo de cannabis se asocia a eventos adversos, incluyendo el deterioro de la función neurocognitiva, la mala memoria, la psicosis y el suicidio entre adolescentes y adultos jóvenes, y los bebes de consumidoras de cannabis también pueden salir perjudicados. Además, hay que tener en cuenta que la potencia del cannabis (contenido de Δ9-tetrahidrocannabinol [THC]) se ha multiplicado por una media de 3 a 4, lo que pone a los consumidores en riesgo de sufrir graves consecuencias, como adicción, accidentes, trastornos mentales y del aprendizaje, trastornos del desarrollo cerebral, bajo rendimiento y muerte prematura relacionada con el consumo simultáneo de cannabis y tabaco.
Sólo 4 productos del cannabis aprobados para uso medicinal:
- un THC sintético (dronabinol) para tratar las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia;
- un cannabinoide sintético, la nabilona, para tratar las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia y para estimular el apetito en pacientes con VIH;
- cannabidiol para el tratamiento de dos formas raras de convulsiones (síndromes de Lennox-Gastaut y Dravet en niños pequeños y esclerosis tuberosa de un tumor cerebral benigno);
- cannabidiol más THC en una proporción de 1: 1 en 28 países (no en EE.UU.) para tratar la espasticidad y el dolor neuropático asociados a la esclerosis múltiple.
En opinión de los autores sería útil que las organizaciones médicas consideraran la posibilidad de generar documentos actualizados sobre la función de los médicos en el contexto normativo y sociopolítico relacionado con el cannabis y los cannabioides. Los médicos deben explicar claramente a sus pacientes que la marihuana medicinal no está aprobada por la FDA y que no es un producto estandarizado o purificado.
La American Society of Addiction Medicine (ASAM) recomendó o apoyó:
- que los médicos especialistas en medicina de la adicción y otros clínicos eduquen a sus pacientes sobre los riesgos médicos conocidos del consumo de marihuana;
- la ampliación de las oportunidades para que los jóvenes con trastorno por consumo de cannabis reciban el tratamiento médico necesario e intervenciones de prevención;
- que los clínicos asesoren a las personas que tienen una adicción sobre la necesidad de abstenerse de consumir marihuana y cannabinoides sintéticos, y el papel del consumo de cannabis y cannabinoides en la precipitación de la recaída;
- el establecimiento ampliado de entidades clínicas como los Programas de Asistencia al Estudiante en escuelas de enseñanza media, secundaria y postsecundaria (incluidas las profesionales); y
- que las asociaciones médicas eduquen al público, a los medios de comunicación y a los responsables políticos para que sepan que no hay recetas legales para la marihuana, y que las leyes promulgadas hasta la fecha prevén que los médicos autoricen permisos para el consumo y la posesión, pero no van más allá.