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Agencias Reguladoras

EE UU y Canadá

Un estudio analiza los 20 años que la FDA ha estado aprobando opioides con escasos datos de seguridad

(Study Probes 20-Year FDA Practice of Approving Opioids With Little Safety Data)
Dustin Manduffie
Courthouse News Service, 28 de septiembre de 2020
https://www.courthousenews.com/study-probes-20-year-fda-practice-of-approving-opioids-with-little-safety-data/
Traducido por Ramiro Paez, Boletín Fármacos: Agencias Reguladoras y Políticas 2021; 24(2)

Tags: agencias reguladoras, epidemia de opioides, OxyContin, adicción, dolor crónico, Purdue, tratamiento del dolor

Investigadores del John Hopkins analizaron a la FDA (https://www.fda.gov/home) y los 48 fármacos nuevos con opioides que aprobaron entre 1997 y 2018 en un nuevo estudio publicado el lunes en la revista Annals of Internal Medicine. El equipo quiso entender la calidad, seguridad y eficacia de los fármacos presentados, y qué clase de datos necesitaba la FDA para darles el visto bueno.

La cantidad de estadounidenses muertos por sobredosis de opioides se ha más que doblado en los últimos años, de 21.000 en 2010 a casi 46.000 en 2018, a pesar de la disminución en la cantidad de recetas prescritas. Entre los que murieron en 2018, 15.000 sucumbieron a los opioides de venta con receta —aun así, la mayoría comenzó su tenebroso viaje estando bajo supervisión médica.

Los estadounidenses abusan de los opioides a un nivel que excede por mucho a los demás habitantes del mundo. A medida que los médicos bien intencionados restringen el acceso a los usuarios que llevan mucho tiempo consumiéndolos, muchos han optado por la heroína como una alternativa más económica, que suele mezclarse con un opioide sintético increíblemente potente llamado fentanilo.

“A pesar del alcance de la actual epidemia de opioides que vive EE UU, poco se sabe sobre la aprobación por parte de la FDA de nuevos opioides durante las últimas dos décadas”, afirma Caleb Alexander, profesor de epidemiología en el Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health (https://www.jhsph.edu/), en una entrevista por e-mail.

“Durante más de dos décadas, la FDA aprobó 48 opioides nuevos, la mayoría representaba nuevas posologías y métodos de administración o una combinación de fármacos. Solo una de las 48 aprobaciones era para una nueva molécula de opioide”, agregó.

Por ejemplo, en 1996 la FDA aprobó el OxyContin, un opioide fabricado por Purdue Pharma que se encuentra entre los medicamentos de venta con receta más buscados para uso recreativo. Al dar su aprobación, la agencia afirmó que la adicción provocada por los opioides, cuando se utilizaban según lo indicado, era “muy infrecuente”.

El hecho es que ese engañoso argumento ha afectado a más de una familia.

Los investigadores hallaron que la FDA, por lo general, aprobaba a los opioides en base a ensayos de corto plazo, con criterios de inclusión estrechos, que excluían a pacientes que reaccionaban mal a un medicamento.

Muchas de las solicitudes de medicamentos que al final se aprobaron utilizaban, como datos de seguridad, la información de opioides que se habían aprobado anteriormente, en lugar de realizar un nuevo ensayo para cada fármaco nuevo. Ninguno de los ensayos de medicamentos aprobados duró más de 84 días, a pesar de que la mayoría de los consumidores reales los hayan tomado durante períodos mucho más largos.

Según Alexander, restringir los ensayos a pacientes que se sabe que toleraran bien el medicamento les resta utilidad y se corre el riesgo de ignorar mucha información valiosa sobre los efectos secundarios. Aparentemente se hace para mejorar la eficacia de los ensayos, el resultado es menos información disponible sobre los pacientes con mayores riesgos.

“La mayoría (17 de 21, 81%) de los productos aprobados para el dolor crónico en ensayos nuevos excluyeron a las personas que no toleraban el fármaco o que confirmaron muy pocos beneficios tempranos, lo que limitó la relevancia de los resultados para la práctica clínica”, explicó Alexander.

Cuando se aprueba un medicamento nuevo, es decir una molécula que no se ha aprobado antes, para que la utilice el público, la FDA necesita un mínimo de dos ensayos de eficacia de fase 3 que demuestren su seguridad y eficacia. También tienen procesos abreviados que otorgan mayor flexibilidad en las formas de dosificación, formulaciones o combinaciones nuevas de medicamentos ya aprobados.

A pesar de la flexibilidad regulatoria de la FDA en relación con la concesión de premisos de comercialización, los investigadores hallaron que la agencia “no la utilizaba para exigir a los fabricantes de opioides que aportaran más información sobre la seguridad y la eficacia de los opioides de venta con receta” antes de que el medicamento saliera al mercado.

Afirman que se debería exigir que la agencia ofreciera información más detallada y relevante antes de que permitir la comercialización y venta de opioides al público. La agencia, además, debería obligar a las compañías a evaluar los efectos secundarios conocidos por el uso de los opioides, en lugar de excluir a los pacientes que experimentan problemas con la medicación.

“La FDA también debería mejorar sus guías para los fabricantes, ofreciendo información explicita sobre las poblaciones, la duración del tratamiento, y los resultados de seguridad y eficacia que se deberían medir en los ensayos de aquí en adelante”, dijo Alexander. “La FDA también hacer cambios a las recomendaciones de la etiqueta /ficha técnica sobre el uso crónico de opioides, para que refleje mejor las condiciones bajo las que se estudiaron para recibir la aprobación regulatoria”.

creado el 13 de Junio de 2021