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Agencias Reguladoras

EE UU

LA FDA ¿Está engañando al Congreso sobre la seguridad de los medicamentos importados? (Is the FDA misleading congress about the safety of imported medicines?)
Gabriel Levitt
The Nation, 1 de abril de 2019
https://www.thenation.com/article/canarx-prescriptions-drug-importation-fda/
Traducido por Salud y Fármacos

Los medicamentos de venta con receta pueden costar 80% menos en Canadá, Australia y el Reino Unido. ¿Por qué la FDA no apoya la importación segura?

Si en algo está de acuerdo nuestra dividida sociedad estadounidense es en el alto costo de los medicamentos de venta con receta. El Congreso ha captado la insinuación y ha denunciado la codicia de la industria farmacéutica en audiencias que parecen celebrarse casi semanalmente, y ha dicho que tomará medidas inmediatamente, que parece que nunca llegan. La Kaiser Family Foundation informó recientemente que uno de cada cuatro estadounidenses tiene dificultades para surtir sus recetas debido al costo, lo que a menudo generar enfermedad o incluso la muerte. Estamos en medio de una crisis de salud pública.

Una de las soluciones que actualmente se está abriendo camino en el Congreso permitiría que los pacientes obtengan medicamentos de bajo costo en las farmacias de Canadá y otros países, donde los precios de los medicamentos suelen ser hasta un 80% más baratos que en las farmacias de EE UU. Sin embargo, los estadounidenses no han esperado a que el Congreso actúe: a pesar de que en la mayoría de las circunstancias está prohibido por el gobierno federal, se estima que 19 millones de estadounidenses ya han importado medicamentos para uso personal debido al costo. Para importar, algunos viajan a Canadá y México, mientras que otros realizan pedidos en línea o a través de programas que los conectan con farmacias internacionales. Para muchos, es un gran ahorro, pero para otros es su única opción.

Si bien nunca se procesa a nadie por esta violación técnica de la ley, el que no se haga cumplir la política de la FDA no impide que la agencia acose a las empresas que facilitan la importación segura de medicamentos para uso personal. Cuando parece que acechan peligros graves, la FDA toma y debe tomar medidas para que se cumpla la regulación, incluyendo contra farmacias ilegales en línea, importaciones de opioides y ventas de medicamentos falsificados. Pero esta orientación e implementación, financiada con dinero público, no debe ser mal utilizada para proteger los márgenes de ganancia de las compañías farmacéuticas.

El 27 de febrero, en una audiencia del subcomité de Asignaciones de Presupuesto de la Cámara de Representantes, que es responsable de financiar a la FDA, la Congresista Chellie Pingree preguntó al comisionado de la FDA Scott Gottlieb que pensaba sobre la importación de medicamentos desde Canadá, y señaló que las personas de Maine pueden comprar medicamentos a un costo mucho menor al otro lado de la frontera. El comisionado Gottlieb afirmó que las personas que compran medicamentos mientras están en Canadá están a salvo.

En cambio, Gottlieb expresó su “profunda preocupación” por las farmacias en línea que “dicen que sus medicamentos son de Canadá u otros mercados del Primer Mundo, pero no lo son”.

“Estamos viendo que se venden una gran cantidad de medicamentos falsificados a través de esos canales”, afirmó Gottlieb, y añadio que hay “una gran cantidad de investigación y que la FDA ha encontrado algunas cosas bastante terribles cuando analiza estos sitios web … Así que tenemos profundas preocupaciones por la salud pública”.

Los comentarios del comisionado podrían llevar al Congreso a creer que la FDA está gastando dólares de los contribuyentes para investigar y tomar medidas contra las ventas de medicamentos falsificados, farmacias ilegales en línea y amenazas graves para la salud pública. Sin embargo, un día antes de ese testimonio, la FDA emitió una carta de advertencia a una compañía llamada CanaRx Services, Inc. para que dejara de facilitar la importación de medicamentos. En su comunicado de prensa, la FDA teje una narrativa siniestra, utilizando un lenguaje muy similar al empleado por organizaciones y expertos financiados por compañías farmacéuticas: “Operaciones como CanaRx usan sus nombres para sugerir que los pacientes están recibiendo medicamentos aprobados en Canadá, cuando lo probable es que los pacientes reciban medicamentos de otros países, y que pueden tener una potencia inferior o superior a la establecida o ser falsos”.

Todo estaría muy bien, si fuera un poco cierto.

En realidad, ciudades, escuelas, empresas y otras organizaciones que tienen seguros de salud para sus empleados contratan a CanaRx para surtir las recetas de sus jubilados municipales y empleados en farmacias con licencia que CanaRX tiene o contrata en Canadá, Australia y el Reino Unido. No se han descubierto medicamentos falsificados y no hay evidencia de que los medicamentos provengan de un país diferente a los mencionados por CanaRx. La compañía ha ahorrado a los contribuyentes y pacientes estadounidenses aproximadamente US$250 millones en los últimos 20 años. Lejos de ser un fraude peligroso, CanaRx es en realidad un ejemplo perfecto de cómo podemos lograr ahorrar dinero en la importación personal de medicamentos de forma segura.

Tampoco son una farmacia en línea. CanaRx y los sitios web con los que trabajan están disponibles solo para los participantes en el programa. En cambio, las farmacias internacionales en línea están disponibles para el público en general. Si bien muchas farmacias en línea son sitios deshonestos, otras son muy seguras, como las que verifica mi empresa. Simplemente pregúntele a Roger Bate, economista y experto en medicamentos falsificados del American Enterprise Institute, de tendencia conservadora: sus investigaciones revisadas por pares y pruebas de laboratorio recopiladas durante los últimos 10 años muestran que las farmacias internacionales en línea debidamente verificadas son tan seguras como las farmacias de EE UU.

Esta realidad esta declaración de la FDA sobre el tema de las farmacias en línea es un engaño, y no debe utilizarse para dañar la reputación de las farmacias que no están en línea, y que son una opción para los pacientes, como el programa CanaRx. La evidencia muestra que sus servicios logran reducir los costos farmacéuticos, sin poner en peligro la salud de los ciudadanos. De hecho, es probable que esa sea la razón por la cual la cámara de las empresas farmacéuticas (PhRMA, estaba muy satisfecha con la amonestación que la FDA hizo a CanaRx.

La FDA debe informar adecuadamente al Congreso, no engañarlo, sobre cómo y por qué el dinero de nuestros contribuyentes se gasta en investigaciones relacionadas con la importación de medicamentos de venta con receta, especialmente cuando estas investigaciones sirven principalmente para proteger las ganancias de una industria a expensas de decenas de millones de estadounidenses que no puede pagar sus medicamentos.

Hay que ser muy claros: los programas como CanaRx y la importación de medicamentos seguros ya sea en línea o fuera de línea, son vitales para los pacientes estadounidenses que necesitan tener acceso a medicamentos a precios mucho más baratos que ofrecen las farmacias en otros países. Por ejemplo, el medicamento Januvia, que trata la diabetes tipo 2, cuesta alrededor de US$1.700 por suministro de tres meses en las farmacias de cadena en EE UU. Merck del Reino Unido fabrica Januvia. Se puede comprar un suministro de tres meses del mismo medicamento en línea en una farmacia del Reino Unido por solo US$275. La razón es que nuestro sistema no funciona.

En lugar de intentar detener las importaciones seguras de medicamentos para uso personal, reduzcamos la demanda bajando sustancialmente los precios de los medicamentos aquí. Mi organización, Prescription Justice http://www.prescriptionjustice.org, apoya terminar con la prohibición de negociar el precio de los medicamentos para el programa Medicare, impedir la manipulación de patentes que evitan que los genéricos de menor costo lleguen al mercado y eliminar los regalos de los acuerdos comerciales a las compañías farmacéuticas, como el fiasco del NAFTA revisado, que busca extender el monopolio de precios de la industria farmacéutica para los costosos medicamentos biológicos. También apoyamos la legislación para legalizar oficialmente la importación de medicamentos de venta con receta más baratos, pero la reducción de precios en EE UU mitigaría la necesidad de dicha importación.

Hasta que no bajemos los precios en EE UU, la FDA no debe agravar la crisis de los altos precios de los medicamentos tratando de cerrar CanaRx u otras vías de importación segura de medicamentos. Eso solo estaría protegiendo las ganancias de Big Pharma, no a los pacientes

creado el 4 de Diciembre de 2020