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Economía y Acceso
Genéricos

Colombia. Siete verdades sobre medicamentos genéricos en Colombia
Bernier y Ricardo Arias Mora, de la Comisión VII de Senado.
www.med-informatica.net/BIS/WebMail_06a12abr09.htm

Ecuador. Genéricos una alternativa para el tratamiento médico
El Mercurio, 29 de abril de 2009.
www.elmercurio.com.ec/web/titulares.php?seccion=xJoURMC&codigo=3MBXi0mv4q&nuevo_
mes=04&nuevo_ano=2009&dias=29&noticias=2009-04-29

España. Más del 21% de los fármacos consumidos en España en 2008 fueron genéricos
El País, 6 de abril de 2009
www.elpais.com/solotexto/articulo.html?xref=20090406elpepusoc_6&type=Tes&anchor=elpepusoc
Andalucía, Madrid y Baleares, las comunidades que recurrieron más a estos medicamentos

España. Sanidad aumenta el control a los médicos para que receten más genéricos
Azumendi E.
El País, 28 de abril de 2009
Euskadi contará con la primera unidad de Farmacoeconomía de España


Colombia. Siete verdades sobre medicamentos genéricos en Colombia
Bernier y Ricardo Arias Mora, de la Comisión VII de Senado.
www.med-informatica.net/BIS/WebMail_06a12abr09.htm

Ponencia de la Federación Médica Colombiana ante el foro “La verdad sobre los medicamentos genéricos en Colombia promovido por los senadores Jorge Ballesteros

La Federación Médica Colombiana saluda la feliz iniciativa de las Comisiones Séptimas del Senado de la República y la Cámara de Representantes y presenta ante este 1er. foro nacional “La verdad sobre los medicamentos genéricos” la siguiente ponencia titulada "Siete verdades sobre medicamentos genéricos en Colombia:

1. Es verdad que gracias a una intensa y continuada actividad propagandística y publicitaria, entre los colombianos se ha creado una imagen que identifica a los medicamentos genéricos con “mala calidad”

. Aprovechando la existencia de algunas imperfecciones en las normas sobre la calidad de estos medicamentos, y gracias a observaciones empíricas anecdóticas hechas sin suficiente evidencia científica, que podrían alimentar cierta duda razonable al respecto, algunos sectores de la industria farmacéutica tienen “claras razones de mercado” para difundir la imagen de “mala calidad” de los genéricos. Ante esto, debemos diferenciar la necesidad legítima que tenemos los colombianos de avanzar en garantizar la calidad de nuestros medicamentos, de la imagen perversa de “mala calidad” que difunden dichos sectores, para ganar posiciones ventajosas en el plano de los precios de sus medicamentos.

2. Es verdad que el imaginario de “mala calidad” de los genéricos tiene efectos económicos ciertos a nivel del “gasto de bolsillo” y del gasto institucional

. A nivel del llamado “gasto de bolsillo” (lo que todos pagamos en las farmacias) encontramos un reciente estudio de la ONG mundial HAI-AIS en los países andinos que demuestra que en Colombia, los precios de las “marcas originales” son los más altos de la región y las diferencias con los precios de los genéricos, son las más significativas. Informes publicados por nuestro Observatorio confirman la existencia de diferencias de precios tan irracionalmente grandes, tan fuera de toda lógica, que resulta desquiciado aceptar que se basen en diferencias de calidad, que nadie ha demostrado científicamente.
A nivel “institucional” (recobros al FOSYGA que en último término, pagamos todos los colombianos) basta cualquier búsqueda por Internet para encontrar sentencias de jueces que ordenan suministrar una “marca original”, sobre el supuesto de que el genérico no funcionó, sin que estas sospechas sean respaldadas siquiera con reportes de farmacovigilancia. Por su perentoriedad, las acciones de tutela estimulan el suministro de medicamentos “a cualquier precio”, lo cual a su vez empeora el problema de los precios perversos, que tarde o temprano el FOSYGA reconoce y acepta.

Es así como el imaginario de “mala calidad” de los medicamentos genéricos puede generar grandes beneficios económicos para quienes interesadamente difunden este prejuicio, al margen de cualquier evidencia científica.

3. Es verdad que para superar esta imagen de “mala calidad” que ya hace parte del imaginario de muchos colombianos, debemos hacer ajustes al sistema vigente de aseguramiento de la calidad. No basta con afirmar que los sistemas de seguridad social -incluso de los países del 1er. mundo- manejan fundamentalmente medicamentos genéricos, ni basta decir que la mayor parte de los genéricos en Colombia son producidos por 3 grandes multinacionales y los 10 laboratorios nacionales más importantes del país. No es suficiente decir que todos los laboratorios que producen genéricos cuentan con certificación de buenas prácticas de manufactura del INVIMA o de las agencias reguladoras más importantes del mundo. Es necesario avanzar en el aseguramiento de la calidad de todos los medicamentos que consumimos los colombianos. Es necesario avanzar hacia actos legislativos como una “Ley del Medicamento” que asegure la defensa de los intereses de la salud pública. Y es necesario avanzar hacia el “Sistema Nacional de Farmacovigilancia” que la Federación Médica Colombiana con sus Colegios Departamentales se propone dinamizar, a partir de los avances del INVIMA y las instituciones que ya trabajan científicamente en este campo.

4. Es verdad que, además de asegurar mejor la calidad de los medicamentos genéricos, debemos defenderlos de 2 grandes peligros que amenazan su futuro.

Por un lado, está la extensión de patentes a 25 años y protección de datos de prueba a 11 años, que los fundamentalistas de la protección del interés comercial exigen en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea. Aceptar estas exigencias, nos llevaría mucho más allá de lo establecido en cualquier convenio internacional y –simplemente- liquidaría la industria de medicamentos genéricos y con ello, las posibilidades de acceso de los colombianos a próximas innovaciones farmacéuticas.

Por otro lado, está la anunciada expedición de un régimen especial de registros sanitarios para "medicamentos biotecnológicos" que, excediendo incluso la capacidad regulatoria de la FDA norteamericana, pretende introducir barreras tecnológicas al ingreso de genéricos "biosimilares". De expedirse esta norma, sería otra forma de liquidar las posibilidades de acceso de los colombianos a las innovaciones terapéuticas, pero esta vez en el campo específico de los “medicamentos biotecnológicos" y “de alto costo”, precisamente aquellos que no tienen genéricos y cuyos millonarios recobros al FOSYGA nos están llevando rápidamente al colapso financiero del sistema de salud.

5. Es verdad que debemos defender el rol que cumplen los medicamentos genéricos en el acceso a las innovaciones farmacéuticas. Debemos oponernos a los excesos en la protección de patentes. Debemos asegurarnos de que no se repita lo sucedido en las negociaciones del TLC con los Estados Unidos, donde fue el protocolo modificatorio impulsado por los demócratas norteamericanos el que revirtió varias concesiones contrarias al interés de la salud pública que nuestro equipo negociador ya había aceptado. Las pretensiones de los negociadores europeos son muy duras y neutralizarían incluso lo logrado con los demócratas norteamericanos. Al respecto, las manifestaciones públicas de nuestros negociadores no son tranquilizadoras. Nuestros negociadores se niegan a hablar siquiera de líneas rojas, aún para las pretensiones más exageradas y absurdas de los fundamentalistas defensores no de la propiedad intelectual, sino del interés comercial.

6. Es verdad que debemos evitar que el Gobierno se precipite en la imposición de barreras tecnológicas a los genéricos “biosimilares”.

Actualmente, no se conocen problemas realmente graves en el tema de registros sanitarios porque el INVIMA reconoce las decisiones de las agencias regulatorias más importantes del mundo, entonces ¿de donde surge y a quién sirve la urgencia de una legislación especial, que incluso anticipe a la FDA norteamericana?. Los sectores que vienen impulsando este régimen especial para “medicamentos biotecnológicos” con el argumento de “defensa de la calidad” deberían demostrar primero que están alejados del interés comercial de las grandes transnacionales farmacéuticas, que son las que realmente necesitan de la fórmula “más años de protección de patentes, más años de protección de datos de prueba y más barreras tecnológicas” para proteger sus multimillonarias inversiones en empresas biotecnológicas.

7. Finalmente, es verdad que debemos evitar que quienes implementan la actual política de desregulación y desinformación del mercado farmacéutico aniquilen además nuestras posibilidades de acceso a las innovaciones terapéuticas

. Recordemos que el Ministro de la Protección social aquí citado, es miembro de la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos, y es coautor de la Circular 04 de 2006 que puso en marcha la política de desregulación de precios de medicamentos, que tiene al borde del colapso financiero el sistema de salud. En Colombia, el mercado farmacéutico se encuentra “desregulado”. Para ilustrar con hechos esta afirmación, baste recordar que a finales del año 2002, 32 laboratorios tenían sus productos en régimen de “libertad regulada” por incrementos injustificados en sus precios. Hoy a 21 de abril de 2009, solo 10 productos están en este régimen y aún no se han hecho públicos sus precios. Recordemos además que, con la Circular 05 de 2002 impulsada por el extinto Ministro Juan Luís Londoño teníamos en régimen de “control directo” (máximo nivel de regulación) a 118 productos considerados “monopólicos” (que podían abusar de su posición dominante en el mercado). Hoy, en manos de su ex asesor y sucesor, doctor Diego Palacio, no queda ni un solo producto en este nivel de regulación. Esto es “desregulación”. Prácticamente todos los medicamentos que el FOSYGA pagó y sigue pagando “a cualquier precio” estaban en la lista de 118 que el entonces Ministro Londoño proponía regular. Hoy, por haber eliminado la regulación de precios de esos productos, miles de millones de pesos colombianos han sido pagados como excedente en recobros por el FOSYGA, en lugar de servir para la salud pública. Como si esto fuera poco, tenemos además ausencia total de información, debido a que ni la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos ni el SISMED han publicado ni uno solo de los datos reportados desde finales de 2006 ¿A quién beneficia la desregulación y el silencio informativo en un mercado como el farmacéutico, reconocido por todos como uno de los más imperfectos? Solo a quienes buscan en este mercado unos rendimientos financieros que no pueden imaginarse en otros sectores de la economía Los mismos que –como dijimos antes- se enriquecen con la difusión del imaginario de “mala calidad” de los genéricos, con la ampliación de la protección de patentes a 25 años o datos de prueba a 11 años y con las barreras tecnológicas a los genéricos “biosimilares”.

Terminamos esta ponencia con un llamado a todos los sectores aquí representados, para que juntos evitemos que los fundamentalistas del interés comercial y sus servidores, logren limitar el derecho que tenemos todos los colombianos de acceder tanto a medicamentos genéricos de la mejor calidad como a todas las innovaciones farmacoterapéuticas a un precio justo.

Ver lo que dice la FDA sobre los medicamentos genéricos:
www.med-informatica.net/BIS/WebMail_09a15feb09.htm

 

 

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Ecuador. Genéricos una alternativa para el tratamiento médico
El Mercurio, 29 de abril de 2009.
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Hace dos semanas, Fernanda Guevara llevó a su pequeño de 5 años al pediatra. Dolores intensos de estómago y molestias intestinales hicieron que el médico, después de la revisión respectiva, diagnosticara una infección. Hasta ese momento el mal fue determinado y luego de la consulta siguió el tratamiento.

La joven madre recibió del galeno una receta, acudió a la farmacia y compró los medicamentos especificados.

Esta vez la compra resultó barata, porque en otras ocasiones la receta es cara”, dijo la madre, quien señaló su médico nunca le da como alternativa el nombre genérico de los medicamentos. “Y no sólo él, cuando voy a la farmacia quien atiende tampoco me sugiere un medicamento genérico. Por eso es que en ocasiones la receta resulta costosa”, reiteró.

Este no es el único caso. Como Fernanda existen varias personas que se ven afectadas por el irrespeto a lo señalado en la Ley Orgánica de Salud, donde se expresa la obligatoriedad de recetar medicamentos con sus nombres genéricos, así como expender, en especial en las unidades y centros de salud estatales, estos remedios.

La composición química es la misma y su efecto igual”, dijo por su parte Gilma Serrano, jefa de Control Sanitario del Azuay, quien informó realizan controles en centros estatales e incluso en clínicas y hospitales privados, con la finalidad de que la ley se cumpla.

En el Azuay, desde septiembre de 2008 funciona el programa SUGMI (Suministro Único de Gestión de Medicamentos e Insumos). Su finalidad es controlar que se respete la distribución y entrega de medicamentos genéricos en los centros del Ministerio de Salud.

Dentro de este control también consta la revisión de las recetas, saber lo que prescribe el médico y que lo señalado esté en letra legible y con el nombre genérico”, manifestó por su parte Mónica Farfán, responsable del programa.

El personal del SUGMI además vigila el almacenamiento y adquisición de medicamentos para evitar la caducidad de productos y la venta de los mismos a los consumidores.

El objetivo es lograr que las personas puedan acceder a medicamentos a bajos costos, cumplir con el tratamiento establecido y sobre todo evitar que la resistencia bacteriana se presente ante la automedicación o incumplimiento de las dosis recetadas.

Medicamentos a bajos costos
Mientras el Ministerio controla el almacenamiento, expendio y prescripción de medicamentos genéricos, en Cuenca existen alternativas para las personas que deseen adquirir medicinas a bajos costos.

El Voluntariado del INFA, las Damas Salesianas y la Municipalidad a través de Farmasol brindan un servicio comunitario.

Los beneficios se reflejan en los bajos costos debido a que en ocasiones un medicamento genérico cuesta de cuatro a cinco veces menos que uno de marca.

Además, como asistencia complementaria estos centros cuentan con consultorios a donde los usuarios pueden acudir para tener un adecuado diagnóstico y ser medicados. “Nuestro fin no es vender medicamentos, sino verdaderamente dar un servicio a la comunidad”, señaló César Guerra, director de Acción Social Municipal, responsable de la red de farmacias solidarias Farmasol.

Un caso similar ocurre en María Auxiliadora, donde las Damas Salesianas asisten diariamente a decenas de personas en su farmacia. Allí, las responsables, profesionales químicas farmacéuticas sugieren a las personas medicamentos genéricos y les explican sobre la igualdad que tienen con los de marca.

Mientras que en el Voluntariado del INFA (Sucre y Hermano Miguel), las personas acuden para comprar medicamentos a precios inferiores a los que se encuentran en farmacias privadas.

Es una forma de ahorrar, así nos toque hacer fila y esperar”, dijo Martha Ulloa de 78 años quien acude con frecuencia a comprar sus medicinas.

Control
Mientras en el Ecuador se buscan alternativas para que las personas accedan a medicamentos a bajos costos en el mercado ilegal también se idean estrategias para ingresar medicinas de dudosa procedencia. Muchos de ellos sin registro sanitario, ni con los permisos correspondientes.

Por esta razón, la Jefatura de Vigilancia Sanitaria del Azuay emprende campañas de vigilancia, a fin de que clínicas, hospitales y consultorios no incumplan lo dispuesto por la ley.

Quienes adquieran medicamentos para su posterior expendio deben exigir a proveedores, laboratorios y casa farmacéuticas los respectivos permisos tanto sanitarios como de funcionamiento”, reiteró Gilma Serrano, jefa de Vigilancia Sanitaria del Azuay. Esto es comprobado por la Dirección de Salud, quienes verifican facturas y registros de los proveedores. (MLS)

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España. Más del 21% de los fármacos consumidos en España en 2008 fueron genéricos
El País, 6 de abril de 2009
www.elpais.com/solotexto/articulo.html?xref=20090406elpepusoc_6&type=Tes&anchor=elpepusoc
Andalucía, Madrid y Baleares, las comunidades que recurrieron más a estos medicamentos

En cuatro años, de 2004 a 2008, prácticamente se ha duplicado el número de genéricos consumidos: del 12,03% del total de medicamentos dispensados a través de recetas del Sistema Nacional de Salud (SNS) en 2004 al 21,81% en 2008, según ha informado este lunes el Ministerio de Sanidad y Consumo. En 2002, el porcentaje era sólo del 3,11%. El importe de estos fármacos blancos también se ha ido incrementando paulatinamente, año tras año, pasando de un 2,78% en 2000 a un 9,20% en 2008.

Las Comunidades Autónomas con una mayor implantación de genéricos son Andalucía (29,86%), Madrid (27,74%) y Baleares (27,36%). Las que menos genéricos consumen son Galicia (9,79%), Murcia (12,59%) y Canarias (13,18%).

El departamento que dirige Bernat Soria ha informado de que en 2008 pasaron a engrosar la lista de genéricos 25 nuevos principios activos.

Sanidad recuerda que estos fármacos "desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad financiera del Sistema Nacional de Salud ya que, manteniendo la misma calidad, seguridad y eficacia que los medicamentos de marca, su precio es sensiblemente inferior".

 

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(regresa a economía)

 

 

 

 

 

España. Sanidad aumenta el control a los médicos para que receten más genéricos

Azumendi E.
El País, 28 de abril de 2009
Euskadi contará con la primera unidad de Farmacoeconomía de España

Los esfuerzos del Departamento de Sanidad para contener el gasto farmacéutico vienen de lejos. Sus iniciativas son muy variadas, pero en los últimos años se ha centrado en concienciar a los pacientes y, en especial, a los médicos de los beneficios de recetar medicamentos genéricos -un 25% más baratos por término medio- frente a los de marca de efecto equivalente.

Los esfuerzos del Departamento de Sanidad para contener el gasto farmacéutico vienen de lejos. Sus iniciativas son muy variadas, pero en los últimos años se ha centrado en concienciar a los pacientes y, en especial, a los médicos de los beneficios de recetar medicamentos genéricos -un 25% más baratos por término medio- frente a los de marca de efecto equivalente. En esa línea, la última iniciativa de la consejería consiste en la creación de la primera unidad de Farmacoeconomía de España, que evaluará el impacto económico que tiene prescribir los nuevos medicamentos frente a los genéricos, más baratos porque la marca comercial ha perdido la patente (duran 10 años) y su principio activo lo puede comercializar cualquier laboratorio. De esta forma pretende dar un toque de atención a los médicos y, sobre todo, concienciarles de que son ellos quienes prescriben y pueden conseguir que crezca o disminuya el gasto en medicinas.

Y es que una vez que tanto la Administración como los laboratorios, distribuidores y boticas tienen asumido que la factura farmacéutica no va a dejar de crecer por la incorporación de nuevas prestaciones y el envejecimiento de la población, la única opción que queda es contener ese aumento lo más posible.

Sanidad ya ha elaborado la primera ficha de uno de los últimos productos en salir al mercado, la paliperidona, destinada a tratar a los enfermos con trastornos mentales. Su objetivo es que los médicos estudien esas fichas y se percaten de que, además de recetar con "seguridad, eficacia y calidad", hay que hacerlo con "eficiencia", recalca el director de Farmacia, Gonzalo Trincado. "Todos los que formamos parte del sistema sanitario debemos ser conscientes de lo que se debe hacer para que sea más sostenible económicamente. Y recetar mejor y más barato es una de ellas", añade.

En el caso de la paliperidona, el impacto neto de su introducción y prescripción frente a sus equivalentes genéricos actuales se elevará a 395.370 euros este año en el presupuesto de la dirección de Farmacia, cifra que aumentará hasta los 454.050 en 2013. "Se trata de que los médicos se conciencien de la eficiencia de los genéricos, que son fármacos autorizados por la Agencia Española del Medicamento y, por tanto, han pasado por todo tipo de controles y son igual de seguros y eficaces que las últimas incorporaciones", apunta Trincado. Cada ficha se puede consultar en la dirección www.osasun.ejgv.euskadi.net

El director de Farmacia puntualiza que las fichas servirán como soporte científico a los gestores sanitarios para, en un momento dado, resolver que los facultativos no prescriban un medicamento nuevo por su mayor coste frente a los genéricos. Este tipo de fichas culminan, por ahora, el trabajo que Sanidad desarrolla con los profesionales para convencerles del beneficio de los genéricos. Por una parte, el departamento envía periódicamente a cada médico un listado con todos los que ha recetado en una temporada concreta para que lo compare con sus compañeros de la comarca sanitaria en que trabaja. Y también les remite las fichas que elabora con los nuevos productos, que compara científicamente con los sin marca.

El consumo de genéricos ha crecido en los últimos años de manera lenta, pero sostenida. En 2003, el 7,61% de todas las medicinas recetadas por los facultativos vascos fueron genéricos. El año pasado concluyó con el 18,30% y en lo que va de 2009 se supera ya el 19%. "Puede parecer una progresión lenta, pero estamos en la parte alta de la tabla de las comunidades españolas", indica Trincado. De momento, el objetivo fijado para esta legislatura pasa por elevar ese listón al 25%, a falta de que el nuevo responsable de Sanidad fije el objetivo con mayor precisión.

¿Cómo han variado las actitudes y percepciones de ciudadanos y médicos con relación a la imagen de los genéricos? "La población en general tiene asumida la eficacia de estos fármacos. Si se los receta su médico deberán aceptar la prescripción, aunque es cierto que algunos pacientes se resisten", apunta el director de Farmacia.

La doctora Cristina Domingo, presidenta de la Asociación Vasca de Medicina de Familia-Osatzen, afirma rotunda que los genéricos son "totalmente válidos, igual que cualquier otra medicina de marca. Cuando me encuentro delante de un paciente en la consulta y tengo que recetar, lo primero que pienso es en el genérico y en el caso de que no exista en el mercado, recurro al de marca. El 25% de todo lo que receto son genéricos". Domingo sostiene que resulta necesario que los facultativos se den cuenta de lo que cuestan unos y otros fármacos: "Debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para hacer más sostenible el sistema sanitario".

Rafael Gracia, médico de Atención Primaria en el centro de salud de Amurrio, coincide en que las medicinas sin marca comercial resultan tan buenas como cualquier otro fármaco. "Han pasado todos los controles, están autorizadas y encima son más baratas", enfatiza. En lo que insiste es en que el Ministerio de Sanidad debería impartir alguna instrucción a los laboratorios para que las presentaciones (los envases) de este tipo de medicinas resultasen más homogéneas y "no se presenten envases con 16 dosis, otro con diez y otro más con ocho. Al final resulta un lío y complica las cosas de manera innecesaria al médico y al paciente"

 

 

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modificado el 19 de septiembre de 2017