Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

Farmacia

No es lo que dijo el médico: errores en las traducciones de recetas (Not what doctor ordered: Rx translations often faulty)
Whitney Woodward, Alejandra Cancino, Julie Deardorff
Chicago Tribune, 12 de mayo de 2010
Traducido y resumido por Salud y Fármacos

Según un informe publicado en el número de mayo de la revista Pediatrics, las farmacias que entregan la información que acompaña a los medicamentos de venta con receta en español con frecuencia entregan información imprecisa y confusa, que puede ocasionar problemas para la salud de los pacientes.

Los investigadores revisaron 76 etiquetas de medicamentos que habían generado 13 programas de ordenador diferentes y encontraron una tasa de error del 50%. Las farmacias utilizan estos programas para traducir la información que se debe poner en el etiquetado de los medicamentos.

El hallazgo no sorprendió al Dr Alejandro Clavier, quien trabaja en un centro de salud en Chicago y nos puso el ejemplo de un paciente anémico que no se recuperaba después de haber seguido el tratamiento. El Dr. Clavier descubrió que el paciente solo estaba tomando una gota del producto en lugar de la cantidad que le había prescrito. Las instrucciones que había recibido de la farmacia eran muy confusas.

Uno de los problemas es que la información se entrega en una lengua que mezcla el español con el inglés, spanglish. Por ejemplo la instrucción puede decir tome este medicamento una vez al día (once a day) pero en español once significa el número 11, y si el paciente tomase 11 dosis de hierro podría tener problemas.

Otras veces hubo problemas de deletreo, por ejemplo en lugar de decir “boca” (mouth), la receta utilizaba la palabra poca (little).

Otras frases en inglés que deberían haberse traducido como “tómelo con comida”, “de aplicación tópica”, “gotero”, “durante siete días”, “aplíquelo en la zona afectada” no fueron traducidas.

El Dr, Iman Sharif dijo que preocupaba el nivel tan elevado de errores, y que si eso sucedía con la lengua extranjera más hablada en EE.UU., la situación debía ser mucho peor para otros idiomas.

El Dr. Sharif recopiló información en el Bronx, pero los resultados son muy parecidos a los obtenidos el año pasado por investigadores de la Universidad de Northwestern. Según el estudio del año pasado, muchas de las farmacias de cuatro estados que están experimentando un aumento importante de la población latina no tienen forma de proveer traducciones de las recetas. El estudio del 2009 encontró que el 35% de las farmacias no tienen servicio de traducción, y en 22% estos servicios son muy limitados.

“No es que los farmacéuticos sean mala gente, es que no hablan español y no quieren adivinar… No pueden verificar la precisión de la información, por eso son reticentes a ofrecer traducciones,” dijo la Dra. Stacy Cooper Bailey, de la Universidad de Northwestern. Cuando hizo su investigación, un empleado de farmacia dijo que si necesitaban una traducción se iban a un restaurante mexicano situado al final de la calle. Otros empleaban a personal que hubiera tomado algunas clases de español en la escuela secundaria.

Utilizar programas de ordenador para traducir información médica no es adecuado, dijo la directora de un centro de salud para población predominantemente hispana. Uno de los problemas es que las recetas no están suficientemente estandardizadas para que los programas puedan traducirlas bien. Por eso los médicos y los farmacéuticos se deben repasar las instrucciones con los pacientes, independientemente del idioma que hablen.

modificado el 28 de noviembre de 2013