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Novedades sobre el COVID

El mundo virtual y la industria farmacéutica: lecciones aprendidas durante la pandemia

Salud y Fármacos
Boletín Fármacos: Ensayos Clínicos 2022; 25(1)

Tags: I +D, estudios descentralizados, TMF Futures, Takeda, UCB, Novartis, monitoreo a domicilio, tecnología virtual, covid, telemedicina, dispositivos virtuales, control a distancia, consentimiento informado, CIe, Janssen, tecnología digital, reclutamiento en ensayos clínicos, inscripción de pacientes

FierceBiotech ha publicado un informe sobre los ajustes que ha hecho la industria farmacéutica para implementar los ensayos clínicos durante la pandemia por covid-19 [1]. A continuación, resumimos los aspectos más relevantes de los diferentes capítulos incluidos en este informe.

El informe empieza diciendo que las empresas se percataron de que la pandemia iba a tener un impacto importante en la I+D cuando de repente se pararon todas las actividades. Se interrumpió la inscripción de pacientes, los participantes cancelaron las visitas a las clínicas y centros de investigación, y los investigadores tuvieron que dejar los estudios para ayudar a tratar a los afectados por el covid.

Ante esta situación muchas empresas se lanzaron a investigar vacunas y terapias para el covid-19, pero ninguna de ellas se resignó a abandonar los ensayos clínicos, sobre todo las que ya habían reclutado pacientes, porque sin los resultados de esos ensayos no podrían registrar y comercializar los productos en los que ya habían invertido muchos recursos. Se les estaba desmoronando el negocio.

Antes de que empezara la pandemia, algunas empresas habían empezado a utilizar o al menos a explorar la posibilidad de utilizar la telemedicina y los estudios descentralizados para ampliar la base geográfica donde reclutar pacientes. Con la pandemia, las empresas se vieron obligadas a implementar los ensayos clínicos utilizando al máximo la tecnología digital y tuvieron que hacerlo de inmediato. También tuvieron que suspender o cancelar ensayos clínicos, y otros tardaron mucho más de lo previsto en concluirse.

Una encuesta que hizo Medidata documentó que el 13% de los centros de investigación cancelaron algún estudio, y el 31% de los sitios experimentaron retrasos con alguno de los proyectos. El 27% de los centros envió los medicamentos a los hogares de los pacientes, el 14% hicieron visitas domiciliarias y el 40% realizaron las visitas con los pacientes de forma virtual.

Un informe de TMF Futures dice que, entre los centros que se dedican a estudiar las ciencias de la vida, el 65% dice que después de la pandemia seguirá haciendo estudios descentralizados. El 57% opinó que el costo y el tiempo necesario para concluir los ensayos clínicos aumentó a partir de la pandemia.

UCB y Takeda interrumpieron los ensayos clínicos porque no podían asegurar que, en el entorno de la pandemia, se pudieran implementar con el rigor necesario.

Las agencias reguladoras también tuvieron que ajustar sus procedimientos a la nueva realidad, pero a veces las empresas tomaron decisiones sin consultar con los reguladores.

Uno de los problemas importantes fue el consentimiento informado. Para facilitarlo, la FDA lanzó una aplicación para obtener el consentimiento de los participantes en ensayos relacionados con el covid (COVID MyStudies) de forma virtual. La FDA también emitió una guía la cual iba actualizando regularmente [2].

Algunos creen que los ensayos descentralizados pueden mejorar la eficiencia, la velocidad e incluso la calidad de la investigación, por lo que es probable que después de la pandemia se sigan utilizando estrategias virtuales y se encuentren nuevas formas de realizar los ensayos clínicos. Sin embargo, también se reconocen algunas limitaciones, entre ellas, las dificultades en estandarizar los procesos para que la información de todos los participantes se obtenga de forma uniforme. La FDA ha manifestado que permitirá que se sigan utilizando las flexibilidades que se adoptaron durante la pandemia.

Novartis, Janssen, UCB y otras empresas dijeron que es poco probable que las nuevas tecnologías para los ensayos reduzcan sus costos, pero otras ventajas pueden valer la pena.

Uno de los informes que se cita en el documento cuestiona si los estudios descentralizados pueden contribuir a mejorar la diversidad de los participantes [3]. Según esta nota, solo el 8% de los pacientes que participaron en los ensayos clínicos que se utilizaron para respaldar los 53 medicamentos que aprobó la FDA en 2020 eran negros o afroamericanos. Solo el 6% eran asiáticos. El 11% eran hispanos y solo el 30% tenían 65 años o más. La telemedicina y los estudios descentralizados podrían ayudar a balancear este desequilibrio, pero la industria tiene mucho trabajo que hacer. Muchos grupos étnicos no quieren participar en investigación clínica porque se han documentado casos de explotación durante la implementación de ensayos clínicos en esas comunidades (por ejemplo, los ensayos de Tuskeegee en la comunidad negra y el uso de las células madre de Henrietta Lacks).

En este momento se habla mucho de ampliar la diversidad de los participantes en la investigación clínica, incluyendo en los ensayos clínicos. Se pretende que la población que participa en los ensayos se parezca a los que posteriormente van a utilizar los medicamentos que se comercialicen. Una de las estrategias es lograr que las personas que trabajan en los centros de investigación se parezcan a las personas que se quiere reclutar. Novartis ha lanzado un ambicioso proyecto para financiar las universidades que se establecieron en el pasado para la población negra y preparar investigadores clínicos negros. Janssen requiere que cada equipo que diseñe un nuevo estudio incluya estrategias para ampliar la diversidad, y estos protocolos se revisan antes de que el ensayo pueda proceder.

Novartis tiene especial interés en seguir haciendo estudios descentralizados y uno de los informes explica sus estrategias [4]. Cuando se declaró la pandemia, Novartis tenía 500 ensayos clínicos en curso, con aproximadamente 100.000 pacientes distribuidos en 20.000 centros de investigación, ubicados en 60 países.

Novartis comenzó a planificar antes de que la Organización Mundial de la Salud declarase el COVID como pandemia. Creó un equipo “COVID SWAT” y otros grupos para que anticiparan los problemas que podría ocasionar el virus y desarrollaran un plan de respuesta. Cuando el verdadero peligro del virus se hizo evidente, Novartis puso en marcha su plan. La primera prioridad fue la seguridad de los empleados de la empresa, los investigadores clínicos y los participantes en los ensayos. Otro objetivo importante fue garantizar la integridad científica de los ensayos, y hacer los ajustes de forma rápida, de manera que no hubiera cuellos de botella ni retrasos innecesarios en su implementación.

La mayor parte de las interacciones entre el paciente y el investigador se hicieron de forma virtual, y para ello la empresa tuvo que proporcionar los equipos adecuados, tanto a los centros como a los participantes. Para aliviar la carga de los pacientes, Novartis comenzó a enviar medicamentos por correo y a ofrecer cuidados de enfermería a domicilio. Para facilitarlo, la empresa emitió guías para asegurar el cumplimiento de las buenas prácticas clínicas y proteger la seguridad de los pacientes.

En el 2020, Novartis hizo 55.000 visitas remotas de seguimiento, envió por correo más de 3.000 paquetes de medicamentos, y ofreció atención de enfermería domiciliaria en 9 países.

Novartis tuvo que actualizar su tecnología para poder hacer los estudios descentralizados, por lo que los nuevos métodos de I + D, que lanzaron rápidamente, ahora serán permanentes. Eso significa que en el futuro seguirán haciendo visitas remotas de monitoreo, tendrán centros de investigación virtuales, enviaran los medicamentos directamente al hogar, utilizaran telemedicina y gestionarán la experiencia del paciente. Esto no impide que algunos pacientes sigan yendo a los centros para recibir algunos tratamientos, por ejemplo, las infusiones de quimioterapia.

Novartis también eliminó parte de la burocracia y dio más poder decisorio a las personas más cercanas a la investigación, en lugar de estratificar esas decisiones a través de comités directivos. Por ejemplo, los responsables de implementar el ensayo clínico en los países se acercaron a trabajar con las embajadas para garantizar que los envíos de medicamentos se realizaran a tiempo, aunque las fronteras estuvieran cerradas.

El covid también ha demostrado que no hay que esperar a que las agencias reguladoras emitan guías. Las empresas pueden tomar la iniciativa y hacer las cosas correctamente.

Durante el covid, la UCB abandonó el liderazgo [5] y tuvo que aprender a confiar en que los clínicos protegieran a los pacientes. Cuando surgió la pandemia, esta empresa belga detuvo todos sus estudios, que son principalmente de neurología e inmunología. Lo primero que hizo fue establecer un equipo multidisciplinar para determinar cómo responder a la pandemia. Ese grupo estuvo compuesto por investigadores, responsables de manufactura, de los laboratorios y comerciales, entre otros. Hasta que no tuvieron el plan, no iniciaron ningún ensayo nuevo.

La situación era diferente en cada país, por lo que UCB permitió que las personas que realizaban los ensayos sobre el terreno dictaran la política, en lugar de impulsar sus propias ideas en cada sitio. Establecieron planes de contingencia en cada región, en cada país, y en cada hospital.

Hubo investigadores que tuvieron que dedicarse a tratar a los afectados por el covid. Hubo que dotar a todo el personal que siguió implementando los ensayos con equipos de protección, y todos el tuvieron que someterse a pruebas de antígenos antes de entrar en los centros de investigación. Hubo que modificar los horarios de los pacientes que tuvieron que seguir yendo a los centros de investigación y asegurar que se respetaban los criterios de distancia social. La mayoría de las citas con los pacientes se hicieron de forma remota (Zoom, Face time). Al igual que Novartis, también entregaron los medicamentos por correo.

UCB cree que en futuras pandemias no tendrán que interrumpir los ensayos clínicos, y piensa seguir haciendo los ensayos de forma descentralizada.

Durante la pandemia, Medidata dejo de recibir información [6]. Medidata es un proveedor de software para los que hacen investigación en ciencias de la vida, especialmente para los que hacen ensayos clínicos. Esta empresa tuvo que adaptar sus bases de datos para que se pudieran recopilar de forma virtual (incluyendo la elaboración de una plataforma de tecnología descentralizada que respalda la participación remota de los pacientes, la supervisión de la seguridad del paciente y de la calidad de los datos por parte de los patrocinadores, y la entrega de medicamentos a los hogares). Tuvo que desarrollar tecnología para que los participantes en los ensayos informaran síntomas y reacciones utilizando teléfonos móviles.

Esta empresa también recopiló las experiencias de sus clientes y la sistematizó para beneficio de todos los involucrados en los ensayos clínicos descentralizados [7]. Entre otras cosas documentaron que el reclutamiento de pacientes disminuyó en un 20%.

Según Medidata, no todas las empresas pudieron implementar los ensayos de forma descentralizada, y las que habían empezado a utilizar estos métodos se pudieron acoplar mejor a los cambios.

Medidata dice que enfrenta la competencia de muchas otras empresas de software y que los ensayos clínicos virtuales no son más baratos, al menos a corto plazo.

El equipo de oncología de la unidad Janssen de Johnson & Johnson tuvo que pensar rápido para apoyar a los miles de pacientes [8], y terminaron estableciendo una especie de menú flexible, a la carta, para los sitios de ensayos clínicos que se convertirá en una oferta permanente. Janssen empleó enfermeras domiciliarias, envió medicamentos por correo, utilizó programas de asistencia para viajes, telemedicina y ensayos descentralizados. En lugar de hacer que los pacientes fueran a los centros para las pruebas de laboratorio, enviaron personal de enfermería a recolectar muestras o hicieron arreglos para que los pacientes visitaran un laboratorio local para evitar las visitas al centro de investigación clínica habitual.

Los centros de investigación mantuvieron un “diálogo constante” con el personal de oncología de Janssen para revisar a cada paciente y planificar las próximas visitas. En algunos centros disminuyó la inscripción de pacientes nuevos. Algunos pacientes no acudieron a sus controles y hubo que documentar los datos faltantes. Esto se hizo en coordinación con la FDA, y luego Janssen incorporó la información modificada en los planes revisados de análisis estadísticos.

Janssen tampoco piensa volver a hacer las cosas como las había hecho antes de la pandemia.

Takeda está revisando lo sucedido durante un año caótico para la I + D. Su objetivo es descubrir qué funcionó y qué no funcionó, ya que tuvo que superar una interrupción sin precedentes de sus actividades [9]. Takeda detuvo rápidamente todas las investigaciones, tanto los ensayos en curso y los estudios en desarrollo, salvo unos pocos en enfermedades raras y cáncer. El reto más importante fue lograr que los medicamentos llegaran a los participantes.

Uno de los puntos que enfatizaron los ejecutivos de Takeda fue la colaboración entre las distintas empresas farmacéuticas. Todos sabían que “cuanto más rápido pudiéramos superar esto, mejor”.

Takeda está considerando mejoras, tanto en la tecnología como en los procesos. Quieren diseñar protocolos de estudio que requieran la menor cantidad de pacientes para obtener resultados de mejor calidad. Eso significa usar más datos de la práctica clínica para informar la investigación. La tecnología también se puede utilizar para enviar medicamentos a los pacientes o crear formularios de consentimiento electrónicos.

Al contrario de todas las empresas, Takeda estima que los estudios descentralizados son más baratos que los habituales.

Lo que está claro es que en el futuro habrá muchos más estudios virtuales y descentralizados.

Nota de Salud y Fármacos: Está claro que a la industria le interesan los ensayos clínicos descentralizados, pero también se ha ido acumulando evidencia de que estos métodos no siempre permiten recopilar información precisa, y con frecuencia hay problemas con la tecnología. A parte de que todos los participantes tienen que familiarizarse con la tecnología, amenazando la representatividad de la muestra, se ha demostrado que la utilización de App impide documentar los eventos adversos que no ha anticipado la empresa, que hay problemas con la privacidad de los participantes y con la precisión de la información. Antes de poder recomendar los ensayos clínicos remotos hay que hacer una evaluación mucho más precisa de lo que se refleja en esta publicación.

Referencias

  1. Annalee Armstrong. Forced into a virtual world’: How pharma R&D bounced back from a once-in-a-lifetime pandemic. FierceBiotech, 9 de Agosto de 2021 https://www.fiercebiotech.com/biotech/forced-into-a-virtual-world-how-pharma-r-d-bounced-back-from-a-once-a-lifetime-pandemic
  2. FDA. Conduct of Clinical Trials of Medical Products During the COVID-19 Public Health Emergency – Guidance for Industry, Investigators, and Institutional Review Boards. Marzo 2020; Actualizado en agosto 30 de 2021. https://www.fda.gov/media/136238/download
  3. Can the tech that kept pharma R&D going through the pandemic tackle trial diversity, too? FierceBiotech, 10 de agosto de 2021. https://www.fiercebiotech.com/biotech/forced-into-a-virtual-world-after-surviving-covid-disruption-pharma-has-tools-to-tackle
  4. Novartis brings trials to the patient. Fiercebiotech, 9 de agosto de 2021 https://www.fiercebiotech.com/biotech/forced-into-a-virtual-world-novartis-brings-trials-to-patient
  5. UCB gets out of the driver’s seat. FierceBiotech, 9 de agosto de 2021 https://www.fiercebiotech.com/biotech/forced-into-a-virtual-world-ucb-gets-out-driver-s-seat
  6. At Medidata, things got real quiet. FierceBiotech, 10 de agosto de 2021 https://www.fiercebiotech.com/biotech/forced-into-a-virtual-world-at-medidata-things-got-real-quiet
  7. Medidata. COVID-19 and Clinical Trials: The Medidata Perspective. https://www.medidata.com/en/insight/covid-19-and-clinical-trials-the-medidata-perspective
  8. J&J’s Janssen offers a la carte flexibility. FierceBiotech, 10 de agosto de 2021. https://www.fiercebiotech.com/biotech/forced-into-a-virtual-world-j-j-s-janssen-offers-a-la-carte-flexibility
  9. Takeda hunts for COVID’s silver linings. FierceBiotech, 10 de agosto de 2021 https://www.fiercebiotech.com/biotech/forced-into-a-virtual-world-takeda-hunts-for-covid-s-silver-linings
creado el 23 de Abril de 2022