Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Prescripción

Vacunas Covid 19 ¿A quién puede administrase la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech?

El Grupo de Expertos de Asesoramiento sobre inmunización (SAGE) de la OMS ha publicado sus recomendaciones de política para la puesta en marcha de la primera vacuna aprobada contra la COVID-19 para uso en emergencias – en inglés, la vacuna de Pfizer-BioNTech (Nota de Salud y Fármacos, puede encontrar todos los documentos que llevaron a la elaboración de esas guías en https://www.who.int/news-room/events/detail/2021/01/05/default-calendar/extraordinary-meeting-of-the-strategic-advisory-group-of-experts-on-immunization-(sage)—5-january-2021).

Según el SAGE, la vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech es segura y eficaz. Con todo, hay grupos de población para los que no se recomienda la vacunación, ya sea debido a contraindicaciones, falta de suministros o falta de datos. Actualmente esos grupos los constituyen las personas con antecedentes de alergias graves, la mayoría de las mujeres embarazadas, viajeros internacionales que no forman parte de un grupo prioritario y menores de 16 años.

Antes de inmunizar a la población en general, la prioridad es comenzar a vacunar a los trabajadores sanitarios con alto riesgo de exposición y, a continuación, a las personas mayores.

Personas con alergias
No deberá administrarse la vacuna a las personas con antecedentes de reacciones alérgicas graves a cualquiera de sus componentes.

Mujeres embarazadas y en período de lactancia
Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de sufrir una infección grave de COVID-19 que las mujeres no embarazadas y parece existir una relación entre la enfermedad y el riesgo de que se produzca un parto prematuro.

A pesar de ello y debido a la falta de datos, en este momento la OMS no recomienda la vacunación de las mujeres embarazadas.

En caso de que una mujer embarazada no pueda evitar exponerse a un riesgo elevado de contagio (por ejemplo si es una trabajadora de la salud), podrá estudiarse la posibilidad de vacunarla en consulta con su proveedor de atención sanitaria.

Se desaconseja iniciar un embarazo durante los 2 o 3 meses posteriores a la vacunación.

Puede ofrecerse la administración de la vacuna a las mujeres en periodo de lactancia si forman parte de un grupo al que se recomienda la vacunación (por ejemplo, el de los trabajadores de la salud). La OMS no recomienda interrumpir la lactancia materna después de la vacunación.

Niños
La vacuna solo se ha probado en niños mayores de 16 años.

Así, en este momento la OMS no recomienda vacunar a niños menores de 16 años, incluso si pertenecen a un grupo de alto riesgo.

Personas con afecciones médicas conocidas
Se ha comprobado que la vacuna es segura y eficaz en personas con diversas afecciones asociadas a un mayor riesgo de enfermedad grave.

Entre ellas, la hipertensión, la diabetes, el asma, las enfermedades pulmonares, hepáticas o renales, así como las infecciones crónicas estables y controladas.

Se requieren más estudios para conocer los efectos de la vacuna en las personas inmunodeprimidas. La recomendación provisional es que las personas inmunodeprimidas que forman parte de un grupo para el que se recomienda la vacunación pueden ser vacunadas aunque, cuando sea posible, no antes de recibir información y asesoramiento al respecto.

Las personas que viven con el VIH tienen un mayor riesgo de sufrir una infección grave de COVID-19. Existen pocos datos de seguridad obtenidos en ensayos clínicos sobre personas infectadas por el VIH en las que la enfermedad está bien controlada. Deberá ofrecerse información y, cuando sea posible, asesoramiento sobre los datos disponibles a las personas infectadas por el VIH que vayan a recibir la vacuna.

Personas que tiene o han tenido la COVID-19
Puede ofrecerse la vacunación a las personas que ya han padecido la enfermedad en el pasado.

A pesar de ello, dada la limitación en las existencias de vacunas contra la COVID-19, puede que las personas prefieran aplazar su vacunación hasta seis meses desde el momento de la infección por SARS-CoV-2. A medida que se disponga de más datos sobre la duración de la inmunidad después de la infección podrá ajustarse ese período de tiempo.

No se recomienda realizar pruebas de una posible infección en el pasado para decidir sobre la conveniencia de la vacunación.

Viajeros
En la actualidad, la OMS no apoya la introducción de requisitos de prueba de vacunación contra la COVID-19 para los viajeros internacionales, como condición para salir de un país o entrar en él. Véase la orientación provisional de la OMS sobre viajes internacionales durante la pandemia.

Posología
12 días después de la primera dosis comienza a desarrollarse un efecto protector, pero la protección completa requiere dos dosis que la OMS recomienda administrar entre 21 y 28 días después. Es necesario seguir investigando para conocer la posible protección a largo plazo de una sola dosis.

Las vacunas, por sí solas, no acabarán con la COVID-19
Las vacunas seguras y eficaces van a suponer un cambio radical, pero en el futuro cercano deberemos seguir llevando mascarilla, manteniendo una distancia de seguridad, evitando aglomeraciones y aplicando otras medidas sanitarias. Estar vacunados no significa que podamos tirar por la borda las medidas de precaución y ponernos a nosotros mismos y a los demás en peligro, sobre todo porque todavía no está claro el grado en que las vacunas pueden proteger, no solo contra la enfermedad, sino también contra la infección y la transmisión.

¿Qué pasa con otras vacunas que se están desarrollando para combatir la COVID-19?
Por lo general, la OMS no emite recomendaciones específicas sobre cada vacuna, sino sobre el conjunto de todas ellas para una enfermedad, a menos que las pruebas parezcan indicar que se requiere aplicar un planteamiento diferente.

Debido a la gran variedad de vacunas contra la COVID-19 obtenidas en plataformas tecnológicas muy diferentes, la OMS está examinando vacunas autorizadas por organismos nacionales de reglamentación altamente competentes que estén disponibles en cantidades suficientes para atender las necesidades de muchos países.

La OMS no tiene ninguna preferencia por ningún producto, y la variedad de estos, con sus atributos específicos y requisitos de manipulación, permite a los países encontrar aquellos más adecuados en función de sus circunstancias.

Está previsto que el SAGE de la OMS revise otras vacunas en los próximos meses.

creado el 10 de Febrero de 2021