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Investigaciones

Con demasiada frecuencia los envases son inadecuados para la preparación de la dosis

Prescrire International 2019; 28 (206): 192-193
Traducido por Salud y Fármacos

Etiquetas: Envases medicamentos, Etiquetado, Etiqueta

“Preparación de la dosis” significa que las dosis de medicación de un paciente se preparan por adelantado y se disponen de acuerdo con la prescripción médica. Esto implica extraer los medicamentos de su envase original y, a veces, volver a empaquetarlos en un recipiente distinto a su envase autorizado (a). El proceso puede ser manual, donde las dosis se introducen en los compartimentos de un organizador de comprimidos o pastillero, por ejemplo, o automatizado, donde se emplea una máquina para reempaquetar las dosis individuales en sobrecitos transparentes etiquetados. Se utiliza principalmente para las formas sólidas orales (comprimidos, cápsulas), pero algunos sistemas automatizados pueden reempaquetar varias formas farmacéuticas, incluyendo los líquidos [1-4].

Los profesionales sanitarios involucrados en la preparación de la dosis son farmacéuticos y enfermeras hospitalarias, enfermeras de atención primaria o de las que trabajan en residencias, y farmacéuticos comunitarios que preparan tratamientos para residencias [1-4]. Los propios pacientes o sus cuidadores también pueden preparar los medicamentos de esta manera.

Todos los profesionales sanitarios, independientemente de si preparan o no las dosis, deben conocer sus riesgos y limitaciones.

La preparación de las dosis no es adecuada en todos los casos. Dadas las incertidumbres que rodean la preparación de la dosis, la primera pregunta a abordar es qué pacientes pueden beneficiarse de esta práctica a pesar de sus riesgos. Esto implica verificar que la forma farmacéutica y el medicamento en cuestión son adecuados para la preparación de la dosis, estimar la vida útil del medicamento una vez que se extrae de su envase original y descartar programas de dosificación que sean condicionales o variables (por ejemplo, “según sea necesario”) y, por lo tanto, son incompatibles con la preparación previa [1, 3]. La mayoría de los medicamentos se toman todos los días, pero con el resto, como el metotrexato en dosis semanales, las consecuencias de confundirlos con un tratamiento diario al preparar un pastillero semanal podrían ser potencialmente muy graves.

Los peligros de los envases blísteres sin dosis unitarias. A principios de la década de 1980, en Francia, los farmacéuticos hospitalarios encabezaron una solicitud para envasar los medicamentos para cada paciente individual, en lugar de para toda la unidad de hospitalización, lo que facilitaría una preparación de las dosis más segura y fiable [5, 6]. Es imposible identificar un medicamento de manera fidedigna cuando la mayoría no están disponibles en paquetes de dosis unitarias y muchos comprimidos y cápsulas se parecen. Los análisis de envases de medicamentos que hemos hecho durante más o menos 30 años muestran que la mayoría de los productos no se comercializan en envases de dosis unitarias. Esto ha llevado a algunos profesionales que trabajan en atención primaria, hospitales y residencias a extraer los medicamentos de su envase original y volver a empaquetarlos y etiquetarlos en un formato de dosis unitaria y a automatizar este proceso.

Extracción de medicamentos de su envase original: problemas de identificación y estabilidad. La introducción de la preparación de la dosis plantea varios problemas [1-3, 7]. ¿Cuál es la vida útil del medicamento una vez retirado de su envase original? ¿Cómo se puede determinar esta vida útil? ¿Hay sustancias o formas farmacéuticas incompatibles con la preparación de las dosis? ¿Qué envase debe emplearse al empaquetarlos de nuevo? ¿Qué información debe incluirse en el nuevo etiquetado? ¿Cuántos días de tratamiento se pueden preparar por adelantado? ¿Qué normas de higiene deben seguirse? Existen directrices, pero apenas se han evaluado [1-3]. Otro problema, más allá del alcance de este artículo, se refiere a quién es responsable en caso de error.

Cuando los medicamentos se colocan en un pastillero (o en sobrecitos reetiquetados), el nuevo recipiente debe ofrecer la misma seguridad que el envase original, asegurando que los medicamentos permanezcan identificables, protegidos y deben ser trazables hasta que se administren al paciente. Hay que verificar toda la información que se añada a la nueva etiqueta y que no estaba presente en el envase del fabricante, como el nombre del paciente y la hora de administración.

Una vez que los comprimidos y cápsulas se retiran de su envase, su exposición a la humedad, el calor, la luz y el polvo puede reducir la cantidad de ingrediente activo que contienen y generar productos de degradación, lo que posiblemente resulte en toxicidad o pérdida de eficacia [2-4]. La degradación no siempre es aparente. Algunas formas orales son particularmente frágiles o sensibles a la humedad, como los comprimidos efervescentes, liofilizados y los comprimidos bucodispersables.

La vida útil de los medicamentos tras su extracción de su envase original generalmente no se indica en la Ficha Técnica del producto ni en el prospecto del paciente. Al preguntar sobre este tema, la ANSM confirmó que las compañías farmacéuticas solo deben proporcionar datos sobre las condiciones de almacenamiento de sus medicamentos en su envase original. Según la Farmacopea Europea, las autoridades sanitarias deberían fomentar que las compañías farmacéuticas hicieran estudios de estabilidad de los medicamentos fuera de su envase inmediato. Pero cuando estos datos no están disponibles, los medicamentos deben mantenerse durante el menor tiempo posible fuera de su envase original [1]. Una directriz emitida por una Agencia Sanitaria Regional francesa recomienda no preparar, por adelantado, más de 7 días de tratamiento [2]. Otras fuentes recomiendan un máximo de 10 días a 180 días, dependiendo de las condiciones [3, 7]. Estas diferencias en las recomendaciones reflejan la falta de evaluaciones precisas.

Riesgo de contaminación cruzada. La contaminación cruzada se produce cuando las partículas de los medicamentos no envasados se depositan a lo largo de un sistema automatizado de preparación de dosis (tolvas y canales) antes de llegar a su bolsa, y posteriormente se transfieren a otros medicamentos que pasan a través del sistema [2]. También puede ocurrir al preparar los pastilleros de múltiples pacientes. La contaminación cruzada con fármacos citotóxicos es particularmente peligrosa, pero la contaminación con otros fármacos, como los psicoactivos, las hormonas, los antibióticos o los antivirales también puede causar problemas, sin mencionar la contaminación de comprimidos y cápsulas con posibles alérgenos. Se recomienda la limpieza a fondo del equipo de preparación automatizada de dosis y de pastilleros, así como medidas de protección para los operadores [2-4].

Información adicional para pacientes y cuidadores. Los pacientes que reciben medicamentos a través de sistemas de preparación de dosis requieren información adicional sobre cómo utilizar su pastillero o la información incluida en los medicamentos reetiquetados. Un inconveniente general del reenvasado es que el medicamento se separa del prospecto del paciente, lo que significa que la información que contiene ya no está disponible cuando se necesita. Se aconseja asegurar que dichos pacientes o sus cuidadores tienen acceso a la información que necesitan [8].

  1. Tanto la extracción de un medicamento de su envase primario (blister, frasco) como el reenvasado en una bolsa transparente con una nueva etiqueta constituyen un uso fuera de las indicaciones autorizadas porque, a diferencia de la reconstitución de una suspensión oral o inyectable, por ejemplo, ninguno de los procedimientos se describe en la Ficha Técnica del producto ni estaba previsto cuando se autorizó el medicamento. A veces es posible reenvasar un medicamento sin quitar su envase original, por ejemplo, colocando una porción separada de un blister en una bolsa.

Referencias

  1. Council of Europe – EDQM “Automated dose dispensing (AAD). Guideline on best practice for the AAD process, and care and safety of patients” 2018: 40 páginas.
  2. ARS Provence-Alpes-Côte d’ Azur “Guide pour la préparation des doses à administrer (PDA) en Ehpad et autres établissements médico-sociaux” 2017: 15 páginas.
  3. Lagrange F “Recommandations de bonnes pratiques en pharmacie automatisée: préparation des doses à administrer des formes orales sèches” Le Pharmacien hospitalier et clinicien 2015; (50): 448-455.
  4. Pharma Système Qualité “État des lieux de la PDA: valeur ajoutée de la certification ISO 9001 QMS pharma” 1 de mayor de 2017: 44 páginas.
  5. Schmitt E “La présentation unitaire des médicaments destinés aux établissements hospitaliers. Cahier des charges, aspects techniques, septembre 1984” Le Pharmacien hospitalier 1984; (79): 5 páginas.
  6. “Circulaire n° 666 du 30 janvier 1986 relative à la mise en application des pratiques de bonne dispensation des médicaments en milieu hospitalier” 30 de enero de 1986: 8 páginas.
  7. FDA “Expiration dating of unit-dose repackaged solid oral form drug products: compliance policy guide” Agosto 2017: 7 páginas.
  8. Prescrire Rédaction “Savoir où trouver une notice sur internet et identifier la dernière version”. ww.prescrire.org, actualizado en 2019.
creado el 4 de Diciembre de 2020