Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

ÉTICA Y DERECHO

Conducta de la industria

۞Gran sorpresa: los contribuyentes estadounidenses no se fían de la industria farmacéutica. ¿La solución? Ensayos clínicos riesgosos y transparencia (Big surprise: Payers don’t trust pharma. The fix? Risky trials and transparency)
Tracy Staton
FiercePharma, 8 de mayo de 2014
http://www.fiercepharma.com/story/big-surprise-payers-dont-trust-pharma-fix-risky-trials-and-transparency/2014-05-08?utm_medium=nl&utm_source=internal
Traducido por Salud y Fármacos

Sólo en caso de que necesite más pruebas de que los contribuyentes estadounidenses y las compañías farmacéuticas están en desacuerdo, eche un vistazo al último informe de Ernst & Young sobre la industria farmacéutica. El informe demuestra que los fabricantes de medicamentos tienen ciertas opiniones acerca de sus productos y precios – y las personas que los compran tienen otras totalmente diferentes.

Por un lado, los fabricantes de medicamentos no generan el tipo de ensayos clínicos que los contribuyentes quieren. Los administradores de los planes de beneficios de medicamentos y otros que vigilan el funcionamiento del sistema – por no hablar de los proveedores de salud – están más interesados en datos comparativos. Quieren tener fuerte evidencia de que los medicamentos nuevos son mejores que los más antiguos.

Pero las empresas farmacéuticas tratan de evitar estudios comparando sus nuevos productos con alternativas más antiguas (y a menudo también más baratas). Es demasiado arriesgado. Considere la posibilidad de que Eli Lilly realizase un ensayo clínico comparando su anticoagulante Effient contra el tratamiento estándar, Plavix. Imposible. O que Merck compare su píldora combinada Vytorin para disminuir el colesterol contra Zocor, uno de los componentes de la combinación; otra idea sin futuro. Es por eso que el placebo sigue siendo el comparador de elección, al menos hasta que un fabricante de medicamentos vea que comparar un medicamento contra otro aporta alguna ventaja competitiva.

Eso significa que los contribuyentes no se acaban de creer el valor de los nuevos medicamentos. A los proveedores les pasa lo mismo. Tal vez por eso sólo el 20% de los contribuyentes creen los medicamentos nuevos como “significativamente diferentes” al estándar de atención vigente.

Lo que nos lleva al problema de la reputación de la industria farmacéutica. Según la investigación de Ernst & Young, menos de la mitad de los contribuyentes consideran que los datos de la industria son creíbles. Esta es la percepción de “déficit de verdad” – un término acuñado por el ex director ejecutivo de Merck, Dick Clark – que por años ha sido causa de críticas a las compañías farmacéuticas.

Por supuesto, toda esta disonancia cognitiva está alimentando el debate, que se intensifica rápidamente, sobre los precios de los medicamentos. Si los contribuyentes están en pie de guerra a los precios de los nuevos medicamentos que han demostrado ser altamente efectivos – un ejemplo claro son los fármacos contra la hepatitis C – considere el conflicto alrededor de medicamentos cuyos beneficios no están bien cuantificados.

Y teniendo en cuenta los miles de millones que los fabricantes arriesgan cuando sacan productos nuevos – y la tendencia tradicional de las farmacéuticas de ir a lo seguro – se trata de un conflicto que no es probable que termine pronto.

“Restaurar la confianza con los contribuyentes y el público es tal vez el tema más urgente e importante que enfrenta la industria farmacéutica de hoy,” dijo en un comunicado Glen Giovannetti, EY líder global de ciencias de la vida.

“Esto ya no es sólo acerca de hacer lo correcto – se trata de hacer lo correcto para el negocio. Las empresas necesitan con urgencia ser más coherentes, proactivas y transparentes en las iniciativas para aumentar la confianza.”.

creado el 12 de Septiembre de 2017