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Los anuncios y la verdad sobre los medicamentos para el cáncer
Matt Jablowaug
The New York Times, 9 de agosto de 2016
http://www.nytimes.com/2016/08/09/opinion/cancer-drug-ads-vs-cancer-drug-reality.html?_r=0&mtrref=t.co&assetType=opinion
Traducido por Salud y Fármacos

En agosto de 2013, a los dos días de haber iniciado unas anheladas vacaciones familiares en Italia, mi esposa, Ronna, se sintió mareada, inusualmente cansada y sin aliento. Nunca se quejaba, insistió en que no era gran cosa y valientemente trató de participar en varias excursiones. Pero la dificultad se fue incrementando y a los pocos días incluso Ronna sabía que era hora de ir a emergencias.

En un pequeño hospital de la Toscana, los médicos identificaron el aparente origen del problema: un derrame pericárdico o una acumulación de líquido alrededor del corazón. Ronna fue trasladada a un centro médico más grande en Arezzo, donde le hicieron una pericardiocentesis. Inmediatamente después, en una escena que sigue clavada en mi mente, el jefe de cardiología del hospital me informó que, mientras si bien líquido había desaparecido, estaba seguro de que Ronna tenía cáncer de pulmón.

Unas semanas más tarde, cuando estábamos de regreso en casa, en Maryland, los médicos del Hospital Johns Hopkins confirmaron su sospecha: Mi esposa sana, activa, de 48 años y no fumadora, tenía cáncer de pulmón no microcítico de estadio 4.

Durante los próximos dos años, Ronna se sometió a varias rondas de extenuante quimioterapia y, cuando el cáncer se extendió a su cerebro, a varias rondas de radiación. También participó en un ensayo clínico que se estaba haciendo en Johns Hopkins con Opdivo, un medicamento inmunoterápico de la compañía farmacéutica Bristol-Myers Squibb. En pocas palabras, la inmunoterapia es un tratamiento recientemente desarrollado y altamente prometedor que ayuda al sistema inmunológico de una persona a identificar y atacar a las células cancerosas. Pero en el caso de Ronna no funcionó, y el pasado 25 de septiembre murió mientras sus padres y yo le cogíamos las manos y le susurrábamos al oído.

Huelga decir que ha sido un año difícil para mis dos hijos y para mí. Pero, sabiendo que Ronna no podía soportar la autocompasión, hemos ido avanzando lentamente haciendo todo lo posible para hacer frente y tratar de honrar, siempre que sea posible, su memoria y legado.

Hace unas semanas, sin embargo, vi un comercial de televisión que hizo retroceder ese proceso. Se trataba de un anuncio de Opdivo de 90 segundos que empezó con un crescendo musical e imágenes de personas mayores bajo la cálida luz del sol, mirando hacia lo alto de un edificio sobre el que se superponían las palabras “Una oportunidad de vivir más”. Una voz decía “Opdivo aumentó la posibilidad de alargar la vida significantemente más que la quimioterapia”. La frase puede ser un poco torpe, pero el narrador de voz aterciopelada transmitió el mensaje, animado por actores que posaban como pacientes con cáncer de pulmón jugando con bebés y mirando un partido de béisbol infantil.

Sería increíblemente edificante si no fuera tan engañoso y explotador. Hasta la fecha, sólo uno de cada cinco pacientes con cáncer de pulmón no microcítico en estadio 4 ha experimentado una respuesta medible al recibir tratamiento con Opdivo; y, si se tienen en cuenta todos los pacientes tratados con Optivo, el promedio de aumento en la esperanza de vida es de sólo tres meses en comparación con la quimioterapia estándar (aunque para los que sí responden, es de hasta 11,6 meses).

La tasa de supervivencia a cinco años de las personas con cáncer de pulmón en estadio 4 es entre 1 y 5 por ciento. En lugar de una “oportunidad de vivir más tiempo”, un narrador más veraz habría dicho, “Opdivo ofrece una oportunidad adicional para que las personas con cáncer de pulmón avanzado puedan vivir sólo unos meses más”.

El viernes pasado, Bristol-Myers Squibb anunció que Opdivo no había superado su prueba más crucial hasta la fecha: Durante un ensayo clínico en que se usó como fármaco de primera línea no logró retrasar el cáncer de pulmón avanzado (en comparación con la quimioterapia). Opdivo todavía está aprobado para tratar el cáncer de pulmón después de que un paciente haya sido tratado con quimioterapia – pero, derrumbando grandes expectativas y esperanzas, el medicamento no funcionó como tratamiento inicial para los pacientes.

La inmunoterapia tiene un potencial importante para extender significativamente la vida de miles, quizás millones, de pacientes. Pero ahora, el bombo publicitario supera con creces la realidad. Los fármacos son caros y su eficacia, como muestra el ensayo con Opdivo, está lejos de estar garantizada.

Dada la incertidumbre, es vergonzoso que Bristol-Myers Squibb se aproveche de los temores y la reducida esperanza que tienen los enfermos con cáncer terminal, y es irresponsable que la FDA permita estos anuncios.

Estados Unidos y Nueva Zelandia son los únicos dos países en el mundo que permiten anuncios dirigidos al público de medicamentos que requieren prescripción. Estén o no prohibidos, como ha argumentado la Asociación Médica Americana, un buen primer paso sería insistir en que los anuncios que promueven medicamentos para condiciones potencialmente mortales presenten sin engaños los resultados esperados.

El anuncio de Opdivo cierra con el narrador agradeciendo “a los pacientes y los médicos que participaron en el ensayo clínico de Opdivo”. Pacientes como mi esposa. Si realmente quieren darles las gracias, retiren esos anuncios.

Matt Jablow es el director de relaciones públicas de Evergreen Health, una compañía de seguros.

creado el 22 de Diciembre de 2016