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Integridad de la Ciencia y las Publicaciones Médicas

Empresa extranjera acusada de publicar ciencia basura se hace cargo de revistas canadienses
Sonja Puzic
New CTV, 29 de Septiembre de 2016
http://www.ctvnews.ca/health/offshore-firm-accused-of-publishing-junk-science-takes-over-canadian-journals-1.3093472
Traducido por Salud y Fármacos

Una casa editorial extranjera, acusada de divulgar ciencia basura y engañar a los investigadores se ha hecho cargo de la publicación de varias revistas médicas canadienses respetadas, ha descubierto una investigación conjunta CTV News / Toronto Star.

Los investigadores y los editores están sonando la alarma sobre la compañía OMICS Group Inc., diciendo que podría destrozar el nombre y la reputación de las revistas canadienses.

OMICS, una corporación de Nevada con sede en India, pretende publicar cientos de revistas médicas y científicas de gran calidad en su sitio web. También afirma que trabaja con miles de “críticos bien reconocidos” y de asociaciones científicas de todo el mundo.

Este año, OMICS adquirió dos empresas editoriales médicas canadienses: Andrew John Publishing y Pulsus Group.

Sin embargo, en agosto, la Comisión Federal de Comercio de EE UU presentó una demanda contra OMICS [1], alegando que la compañía está “engañando a académicos e investigadores acerca de la naturaleza de sus publicaciones” y afirmando falsamente que sus revistas siguen los protocolos rigurosos de revisión por pares.

OMICS opera bajo el modelo de acceso libre, lo que hace que los artículos académicos estén disponibles gratuitamente en el internet. Muchas otras publicaciones de acceso libre, como PLOS, tienen una gran reputación y un historial probado de procesos rigurosos de revisión. Pero OMICS ha generado controversias en todo el mundo.

Incluso antes de que la FTC pusiera su demanda, los críticos habían acusado a OMICS de ser una “editora depredadora”, al hacer creer a investigadores sin experiencia que su trabajo está siendo examinado por científicos y académicos respetados.

Según los expertos, hay cientos, si no miles, de editores depredadores en el mundo que comprometen seriamente la investigación científica.

OMICS adquirió dos empresas editoriales médicas canadienses este año: Andrew John Publishing y Pulsus Group. Sus publicaciones incluyen revistas tales como Plastic Surgery, Canadian Journal of Pathology, Canadian Journal of Optometry y Canadian Journal of General Internal Medicine.

Desde que fueron adquiridas por OMICS, las revistas de patología, optometría y revistas generales de medicina interna ya tienen nuevos editores.

Rose Simpson, la ex jefe de redacción de la revista Canadian Journal of General Internal Medicine, dijo que después de que en enero se anunciara la compra por OMICS, fue a la página web de la compañía (https://www.omicsonline.org/) y en cuanto empezó a revisar las revistas identificó barbaridades.

“Había todo tipo de errores tipográficos, la gramática era incorrecta”, dijo en una entrevista desde Ottawa. “En las revistas médicas, todo tiene que ser preciso – cada coma, cada palabra – esta fue mi primera sospecha”.

Simpson dijo que eventualmente le dijeron que todas las operaciones y del trabajo editorial se trasladaría a India – incluyendo su trabajo. Poco después de eso, fue contratada directamente por OMICS, pero cuando se dio cuenta de que OMICS había sido enjuiciada por la FTC decidió dejar el puesto y empezar a alertar a los médicos y asociaciones médicas.

“Se trata de una empresa extranjera con una reputación cuestionable que ha comprado empresas canadienses y está utilizando sus nombres como fachada para cualquier actividad, que no siempre son necesariamente legales”, dijo.

Simpson, que ha estado trabajando con médicos e investigadores durante años, dijo que muchos de ellos trabajan sin descanso para llevar a cabo sus investigaciones y pasan horas y horas analizando la información “para beneficiar a la población canadiense”.

“Si se relacionan con una empresa que tienen mala reputación entonces su manuscrito deja de ser confiable y sus investigaciones terminan siendo una pérdida de tiempo,” dijo.

Promesas falsas’
Los expertos dicen que en última instancia la proliferación de investigación sin controles o falsa representa un peligro para los pacientes, ya que la ciencia espuria termina por influir en las decisiones sobre la atención a la salud.

El peligro de que la ciencia basura inunde la web es que la búsqueda de información sobre inmunizaciones, por ejemplo, puede llevar a artículos anti-vacunación publicados en revistas impostoras que no se basan en investigación real, dijo Suzanne Kettley, miembro fundador de la Coalition for Responsible Publication Resources.

“Imagínese a alguien (diciendo): ‘He encontrado este artículo que fue publicado en una revista científica por lo que no tengo que vacunar a mis hijos’”, dijo.

Kettley, que también es la directora ejecutiva del Canadian Science Publishing, una editorial académica sin fines de lucro, dijo que editores depredadores también pueden usar revistas falsas para promover ciertos programas, tales como la publicación de falsas investigaciones diciendo que el cambio climático no es real.

La demanda de la FTC afirma que, al menos desde 2009, OMICS ha publicado cientos de “supuestas publicaciones académicas en internet” con poca o ninguna revisión por pares – ni por expertos, que es el estándar de oro en la ciencia y en las publicaciones médicas [1].

La FTC alega que OMICS dice tener académicos prominentes en sus consejos editoriales, mientras que en realidad, muchos de los “editores” nunca han aceptado estar vinculados a las revistas publicadas por el grupo.

La demanda de la FTC también alega que OMICS invita a investigadores de todo el mundo a presentar trabajos para su publicación, pero no les dice que tendrán que hacer pagos “significativos” hasta después de la aceptación del artículo.

“En este caso, los acusados hacen promesas falsas para conseguir que los investigadores presenten artículos con los resultados de estudios que han podido tardar meses o años en completar, y luego los tienen atrapados hasta que pagan el precio de publicación que no había sido previamente revelado y que puede llegar a ser de miles de dólares”, dijo en agosto Jessica Rich, directora de Oficina de Protección al Consumidor de la FTC, en un comunicado de prensa [2].

“Es de vital importancia parar a los estafadores que tratan de aprovecharse de los cambios que se están dando en las publicaciones académicas”.

La FTC también alega que OMICS ha anunciado falsamente conferencias académicas en todo el mundo, diciendo a los que pagan por su asistencia que investigadores prominentes estarán entre los oradores, cuando ese no es el caso.

Jeffrey Beall, un reconocido bibliotecario académico de EE UU que mantiene su propia lista de supuestos editores depredadores [3], dijo que no le sorprende que OMICS quiera establecerse en Canadá.

“Canadá es un país especialmente bueno para penetre la industria porque sus editoriales científicas tienen buena reputación”, añadió.

Beall dijo que los científicos canadienses deberían estar “extremadamente preocupados”. Afirma que OMICS explota a los autores exigiendo tarifas altas para publicar sus investigaciones, sin proceder a una evaluación rigurosa y también promueve la ciencia basura.

OMICS responde
OMICS ha negado las acusaciones en contra de la sociedad demandada por la FTC y por otros grupos y las califica de “infundadas” y “totalmente equivocadas”. En una carta a la FTC [4], los abogados de la compañía exigen que la agencia estadounidense “retire todos los cargos contra nuestro cliente”. Se puede leer la respuesta de 228 páginas de la compañía a la demanda de la FTC aquí: https://www.documentcloud.org/documents/3115807-OMICS-response-to-FTA-lawsuit.html [5]

Srinubabu Gedela, CEO y director general de OMICS Internacional, reiteró en una entrevista que las acusaciones en contra de su empresa son “completamente falsas”.

“Estamos recibiendo un apoyo enorme de la comunidad científica para nuestra revista de acceso abierto”, dijo, hablando desde Hyderabad, India. “Todas las acusaciones que estamos recibiendo son de países occidentales… y de unos pocos editores, así como de sus agentes.

“Estamos irrumpiendo en su negocio haciendo que la información científica sea de acceso libre y luchamos por eso”, dijo, añadiendo que los márgenes de beneficio de la empresa son “inferiores al 5%.”

Dijo que el sitio web OMICS tiene millones de visitantes que pueden acceder a las publicaciones de forma gratuita. “Esta es la belleza del acceso libre.”

Gedela dijo que OMICS ahora tiene cerca de 700 revistas de acceso libre y organiza 3.000 conferencias en 25 países. Afirma que la empresa cuenta con el “apoyo” de cerca de 50.000 miembros de comités editoriales de todo el mundo y anualmente publica más de 50.000 artículos.

Sin embargo, un investigador canadiense que aparecía como miembro del consejo editorial de la revista de OMICS Surgery: Current Research dijo que nunca ha revisado ningún artículo para OMICS.

William Jia, profesor asociado del Centro de Investigación del Cerebro de la Universidad de Columbia Británica, dijo que fue invitado y aceptó ser un editor en la revista de cirugía, pero nunca llegó a hacer nada para OMICS.

Ahora dice que si hay un problema con el proceso de revisión por pares en OMICS, le gustaría eliminar su nombre de la junta editorial.

“No quiero estar asociado con eso”, dijo.

En una entrevista, Gedela negó las alegaciones de que las revistas dirigidas por OMICS publican artículos que no han sido revisados por pares.

En el caso de las nuevas publicaciones adquiridas en Canadá, Gedela dijo que el personal de OMICS sólo cuelga el artículo en la red, formatea los PDFs, y se encarga del diseño.

“No hay ningún control sobre el contenido y el trabajo editorial de las revistas del Pulsus Group”, dijo en un correo electrónico antes de la entrevista.

El ex editor de Pulsus Group, una de las compañías canadienses adquiridas por OMICS, dijo que sólo se vendió el nombre Pulsus, “no la corporación”.

En un correo electrónico, Robert Kalina dijo que las revistas médicas canadienses tampoco fueron vendidas a OMICS, y que todavía son propiedad de sus respectivas asociaciones médicas, que controlan y revisan el contenido editorial.

Kalina llegó a decir que las asociaciones médicas no tienen que estar de acuerdo con las condiciones de publicación de OMICS.

“Y sí, todas las asociaciones sabían tan pronto como se concluyó el acuerdo que OMICS era el comprador”, dijo en el correo electrónico. “Por lo que sabemos, los que se sentían incómodos con este editor se han buscado uno nuevo, ya que tienen todo el derecho de hacerlo”.

‘Revistas zombis’
En algunos casos, los jefes de redacción de las revistas afectadas han renunciado. Otros están luchando para quitarle el control a OMICS.

Algunas de las revistas que decidieron no publicar con OMICS son el Canadian Journal of General Internal Medicine, el Canadian Journal of Optometry y el Canadian Journal of Pathology.

El Dr. Stephen Hwang, director general de la Asociación Canadiense de Medicina Interna, propietaria de la Canadian Journal of General Internal Medicine, dijo que la sociedad ha tomado medidas “para asegurar que la revista permanece bajo nuestro control y con plena integridad científica.

“Tan pronto como fuimos alertados sobre la compra de estas dos empresas editoriales por OMICS, nos movilizamos para cortar nuestra conexión con ellos y terminar nuestro contrato”, dijo en una entrevista.

El Dr. Hwang, quien también es el director del Centre for Urban Health Solutions del Hospital de St Michael en Toronto, dijo que las publicaciones dirigidas por los editores depredadores se están convirtiendo en “revistas zombis”.

“Su integridad científica ha quedado destruida”, dijo. “Ellos siguen arrastrando los pies, publicando artículos y la gente necesita saber que ya no son la revista que era”.

Algunos científicos y médicos de Canadá, tales como el Dr. Madhukar Pai, están muy familiarizados con las tácticas depredadoras editoriales.

El Dr. Pai, investigador galardonado de Epidemiología y Salud Global y profesor de la Universidad McGill en Montreal, dijo que “cada día” recibe varios correos electrónicos de revistas depredadoras de acceso libre. Le preguntan si quiere presentar trabajos, a menudo sobre temas que no tienen nada que ver con su experiencia.

“Lo que está sucediendo en el mundo editorial es una enorme estafa”, dijo a CTV News.

El Dr. Pai dijo que ha sido un “gran defensor” de las publicaciones de acceso libre, pero los estafadores han encontrado la manera de explotar y corromper el concepto.

Algunas publicaciones aceptarán y publicarán “cualquier basura que mandemos… siempre y cuando consigan su cheque o su dinero”, dijo. “Les tiene sin cuidado la ciencia.”

El Dr. Pai dijo que realmente no le preocupa que los médicos y científicos canadienses con experiencia se vean atrapados por las tácticas editoriales depredadoras ‘, pero sí le preocupa que empresas como OMICS se hagan cargo de las publicaciones canadienses.

“Realmente me molesta que esto incluso pueda estar sucediendo en Canadá”, dijo.

Esta historia todavía no ha terminado. Científicos de todo Canadá están luchando por encontrar una solución. Algunos están tratando de cancelar sus contratos con las revistas o encontrar nuevos editores.

Mientras tanto, quieren advertir al público que algunos editores están utilizando el buen nombre de las revistas canadienses para dañar la investigación científica.

La infiltración de los editores depredadores amenaza con destruir “la sagrada confianza” que los médicos, académicos – y el público en general – tienen en las revistas de prestigio, dijo Simpson, ex editor de la revista Canadian Journal of General Internal Medicine.

Empresas como OMICS están “haciendo un hazmerreír de la investigación y de las revistas en todo el mundo”, dijo.

Con aportes del especialista médico Avis Favaro y la productora de la CTV Elizabeth St. Philip y Marco Chown Oved de The Toronto Star.

Nota de los editores: En 2009 OMICS controlaba 10 revistas y en 2016 controla 700.

Puede leer también en inglés: Ivan Oransky y Adam Marcus Are ‘predatory’ publishers’ days numbered? (¿Están contados los días de las revistas depredadoras?Statnews, 2 de septiembre de 2016 https://www.statnews.com/2016/09/02/predatory-publishers/

creado el 22 de Diciembre de 2016