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ECONOMÍA Y ACCESO

Industria y Mercado

Ecuador. El mercado farmacéutico superó los US$1.000 millones
El Expreso.ec, agosto 2013
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Parece que Fybeca y Difare, las dos cadenas farmacéuticas más importantes del mercado ecuatoriano, no se pierden de vista. El arte de la guerra no les permite dormirse y peor ceder terreno. Y tienen razones: las dos marcas sorbetean la mayor parte de un mercado farmacéutico que al año acumula una masa mayor a los US$1.000 millones.

Aunque resulte paradójico, sus modelos de negocios tienen mucho en común. Presentan, por ejemplo, dos versiones de farmacias para atender a dos estratos diferentes. Pharmacy’s se dirige a un nivel social medio para arriba; mientras que Cruz Azul, ambas marcas de Difare, se encarga del resto de clientes: medio para abajo. Sucede igual en la competencia. Fybeca enfoca sus instalaciones a un grupo con mayores recursos económicos, en relación a su hermana menor, la cadena Sana Sana, que llega a sitios con menores ingresos.

Las dos gigantes farmacéuticas también bailan al mismo son cuando deciden abrirse mercado. Se podría decir que, donde está la una, muy probablemente, está la otra. Para muestra basta auscultar en cualquier coordenada. En el sector de Entre Ríos, en plena vía Samborondón, una Pharmacy’s, que tuvo que extenderse para suplir la creciente demanda, recibe a la población de esa zona. Justo al frente se levanta su rival: una Fybeca igual de grande espera a clientes.

Pero hay un sitio donde tienen el terreno marcado: los supermercados. Pharmacy’s aparece usualmente en los comisariatos -o Hypermarket- del Grupo Rosado, pero Fybeca es compañera de los Supermaxi -o Megamaxi-. La competencia es buena y quienes ganan son los consumidores, que se benefician de esa guerra de precios, ofertas o descuentos. Lo dice Christian Coll, gerente de Farmacias de Difare, empresa que empezó como una farmacia en 1984, como un emprendimiento de los esposos Carlos Cueva y Galicia Mejía y que hoy concentra entre el 24% y 25% del mercado farmacéutico, que mueve unos US$1.000 millones al año. Con la marca Cruz Azul tienen alrededor de 905 puntos [faramcias], de los cuales el 70% es de Difare, el otro 30% es franquicia, afirma Coll. En Pharmacy’s tienen 63 puntos en todo el país.

Fybeca, su competencia, tiene alrededor de 600 puntos de venta en las 24 provincias del país, expresa una ejecutiva del emporio que abrió operaciones en 1931, bajo el nombre de Botica Quito. Alrededor de 95 puntos son de la marca Fybeca y las restantes, Sana Sana.

De acuerdo con el Servicio de Rentas Internas (SRI), los ingresos declarados del grupo Difare, en el 2012, ascendieron a US$415 millones, mientras que, los de Fybeca, US$650 millones (estas cifras incluyen a otras empresas relacionadas a los dos conglomerados, según el SRI).

¿Y los precios son iguales en las farmacias Pharmacy’s y Cruz Azul? "Todo depende de los sectores en donde uno se está ubicando", responde Coll. Lo que sí hay es una coherencia de precios. "Por ejemplo, en las Pharmacy’s de Quito o Guayaquil todos los precios se parecen porque es la misma política, puede ser que en Cruz Azul, porque ahí sí se ve en el segmento donde estoy y los productos que estoy vendiendo. En Guayaquil hay 28 puntos de Pharmacy’s y de Cruz Azul hay como 250. También, explica Coll, depende de la rotación de los productos.

La dinámica ha sido tan acelerada en los últimos años que, en el 2005, ingresó un nuevo jugador: Farmaenlace, de sello quiteño, que se entrena con la misma táctica: Ingresó a la cancha con sus Farmacias Comunitarias, Medicity, Farmadescuentos y Difarmes.

Las cadenas además de ofrecer medicina, también exponen productos de primera necesidad. Coll expresa que, como dice la máxima, "hay que aprovechar el metro cuadrado". Añade que "las farmacias no compiten con los supermercados, pero se han convertido en esa tienda que saca de la emergencia para comprar ciertas cosas, en lo que se conoce como tienda de conveniencia".

Los ciudadanos, que son afiliados a algún seguro privado, acceden a coberturas de entre el 70 y 80% en las cadenas farmacéuticas, según hayan negociado entre las partes.

Sixto Plúas, jubilado con 36 años de aportaciones al IESS, dice que suele acudir a las farmacias de "marca", solo cuando no encuentra medicina en el Seguro Social. "Voy directo a las grandes cadenas porque están bien abastecidas".

Los inconvenientes. Pero hay líos que deben sortear. Por ejemplo, los procesos para renovar los permisos de funcionamiento. Los trámites para que las farmacias operen son largos, según Fybeca, empresa que, si bien está consciente de la necesidad de estos procesos, pide que esos tiempos de espera sean reducidos, porque afectan la dinámica del negocio. Proponen que se acceda a sistemas virtuales o electrónicos para agilizarlos.

 

modificado el 28 de noviembre de 2013