La hipertensión aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y muerte prematura. Aunque los antihipertensivos reducen estos riesgos, en las personas mayores pueden causar efectos adversos y aumentar la carga medicamentosa, por lo que en algunos casos es apropiado considerar su retiro o reducir la dosis (desprescripción).
El objetivo de este estudio [1] fue evaluar los efectos de retirar (o reducir la dosis) de los antihipertensivos en los adultos mayores que los toman para tratar la hipertensión o para la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares.
Métodos: Se actualizaron las búsquedas de artículos publicados en las bases de datos MEDLINE y Embase, y de los resultados de los ensayos clínicos reportados en los registros de ensayos clínicos hasta octubre de 2022. Se incluyeron los ensayos clínicos aleatorizados (ECA), que hubieran comparado la interrupción/reducción del tratamiento antihipertensivo frente a su continuación, en personas de 50 años o más que residían en distintos contextos (comunidad, instituciones geriátricas y hospitales). Se analizó el impacto del tratamiento en la mortalidad, el infarto de miocardio, las reacciones adversas a medicamentos, la hospitalización, el accidente cerebrovascular, la presión arterial, las caídas, la calidad de vida y el éxito del retiro del tratamiento.
Al hacer la búsqueda no se identificaron nuevos estudios para hacer esta actualización. Este análisis se basa en seis estudios previos con un total de 1.073 participantes y un seguimientos de entre 4 y 56 semanas.
Los efectos observados:
Los autores concluyen que retirar los antihipertensivos puede no tener un efecto significativo sobre la mortalidad, las hospitalizaciones ni los accidentes cerebrovasculares (ACV), pero la presión arterial aumenta tras el retiro del tratamiento y no hay certeza sobre su efecto en el infarto de miocardio o en las reacciones adversas, por lo que hay que hacer estudios de gran calidad que analicen estos efectos en población mayor, especialmente en personas frágiles o polimedicadas. Futuras investigaciones deben enfocarse en medir desenlaces clínicos relevantes como eventos adversos, caídas y calidad de vida.
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