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Opioides. Acusan a la agencia de salud de EE UU de ceder frente a la industria farmacéutica con su nueva guía sobre opiáceos

(US health agency accused of bowing to drug industry with new opioid guidance)
Chris McGreal
The Guardian, 17 de diciembre de 2022
https://www.theguardian.com/us-news/2022/dec/17/cdc-accused-opioid-guidelines-drug-industry-pressure
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Prescripción, Farmacia y Utilización 2023; 26 (1)

Tags: CDC, presión de la industria farmacéutica, dosis máxima de opioides, crisis de opioides, opiáceos, interferencia de la industria, guía de prescripción de opioides, Purdue Pharma

Los médicos afirman que la guía más permisiva de los CDC, que ignora las medidas de seguridad, pone vidas en peligro, mientras la epidemia de opiáceos sigue haciendo estragos en el país

Tras la publicación de una nueva guía, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han sido acusados de ceder a las presiones de la industria farmacéutica, ya que según los médicos esta guía pone en peligro la vida de las personas pues reduce las advertencias sobre los peligros de la prescripción de opiáceos.

Las últimas guías de los CDC han suscitado controversia tras eliminar los límites específicos sobre la dosis y la duración de la prescripción del resumen de recomendaciones clave que utilizan los médicos.

El Dr. Kenneth Scheppke, subsecretario de Salud de Florida, se mostró tan preocupado que emitió una declaración pública en la que acusaba a los CDC de “tirar por la borda” los límites utilizados en las guías previas, que se publicaron hace seis años. Scheppke declaró a The Guardian que le preocupa que esta medida pueda costar vidas en un momento en que EE UU sigue lidiando con la peor epidemia de drogas de su historia, impulsada por los opiáceos.

“Para mí, está bastante claro que suavizan algunas recomendaciones realmente buenas y fuertes que tenían las guías de 2016, cuando advertían a los prescriptores contra la prescripción excesiva de estos opioides, y realmente no encuentro una buena razón para eliminar esas dos advertencias”, dijo.

“EE UU es el país con más prescripciones de opioides per cápita del mundo, y nuestras cifras de sobredosis ciertamente lo reflejan. Lo que me preocupa es la aparente modulación de la advertencia para mis colegas de todo el país sobre los peligros de prescribir opioides durante demasiado tiempo o a dosis demasiado altas. Eso no ayuda realmente a aliviar el dolor, pero aumenta drásticamente el riesgo de sobredosis y muerte”.

El doctor Andrew Kolodny, presidente de Physicians for Responsible Opioid Prescribing, detrás del cambio ve la mano de la industria farmacéutica. Kolodny ha testificado en procesos legales contra los fabricantes de opiáceos por su participación en potenciar la epidemia por estas sustancias al impulsar sus ventas haciendo afirmaciones falsas sobre su seguridad y eficacia.

Entre ellos se encuentra Purdue Pharma, fabricante de OxyContin, un potente narcótico que desencadenó la epidemia de opioides en EE UU, junto con la estrategia de marketing de la empresa para que los fármacos se prescribieran de forma generalizada.

Kolodny dijo que los documentos judiciales muestran que la industria farmacéutica calculó cuánto le costaría la guía de los CDC de 2016 si los médicos seguían las recomendaciones de limitar la prescripción de píldoras de dosis altas.

“Los productos con dosis más altas han aportado el mayor margen de beneficio. Fabricar la pastilla de dosis más alta solo cuesta unos céntimos más, pero la venden a casi el doble de lo que obtienen por pastilla o receta. Así que la industria luchó muy duro para bloquear la publicación de la guía de 2016, y cuando eso fracasó hicieron todo lo posible para que fuera tildada de controvertida. Y funcionó”, afirmó.

La última guía de los CDC, publicada el noviembre de 2022, sale en un momento en que EE UU sigue lidiando con decenas de miles de muertes por sobredosis de opiáceos cada año, así como con las consecuencias de la adicción para otras personas enganchadas a las drogas y sus familias.

El mayor asesino actual es el potente opioide artificial fentanilo, el que es de fabricación ilegal. El año pasado se relacionó con la muerte de más de 70.000 estadounidenses. Más adultos estadounidenses menores de 45 años mueren por sobredosis de drogas que por accidentes de tráfico y suicidios.

Pero los opioides de venta con receta fueron el motor de la epidemia estadounidense de opioides durante más de una década, y siguen cobrándose vidas.

La guía de 2016 de los CDC pretendía evitar que más estadounidenses se volvieran adictos a los medicamentos de venta con receta y frenar el flujo hacia opioides ilícitos como la heroína y el fentanilo. Establecía límites para las dosis y la duración de la prescripción de opioides.

Estos límites se mantienen en el texto de la última guía, pero se excluyen de lo que se conoce como el “recuadro tres de recomendaciones”, un resumen de la guía que, según Scheppke, es lo único que leen la mayoría de los médicos.

La investigación demostró que las tasas de sobredosis de opiáceos eran más elevadas en los lugares con mayor disponibilidad de programas de tratamiento con opiáceos.

“No leerán toda esa gran cantidad de información que contiene el texto, que menciona el hecho científico de que las dosis por encima de un cierto nivel aportan un beneficio mínimo, y un riesgo mucho mayor de sobredosis y muerte”, dijo.

“La guía de 2016 recomendó a los médicos que prescribir para el dolor agudo durante menos de tres días era generalmente razonable. Rara vez se necesitan más de siete días”.

Esa advertencia directa no figura en las recomendaciones del último documento.

Scheppke tampoco está de acuerdo con la última advertencia de que los opiáceos “conllevan un riesgo potencial considerable”.

“No hay nada de potencial”, dijo, y señaló que las guías anteriores afirmaban rotundamente que el riesgo existía.

Kolodny dijo que desde el principio la industria farmacéutica se resistió a los frenos oficiales a la prescripción de opioides.

“En 2016, era especialmente importante porque el marketing de la industria farmacéutica, disfrazado de educación médica, durante muchos años había impulsado esta noción de que no hay límite superior para las dosis de opioides, que puede ser tan alto como se necesite. Así que era realmente necesario”, dijo Kolodny.

“Ese límite de dosis superior en la guía de 2016 fue lo que más preocupó a la industria”.

En 2018, la senadora Claire McCaskill publicó un informe que detalla cómo los fabricantes de opioides gastaron millones de dólares financiando grupos fachada, incluso para oponerse a la guía original de los CDC. Purdue Pharma dio US$500.000 a la Washington Legal Foundation, que anteriormente defendió a la industria tabacalera, para lanzar un desafío judicial contra ellos.

Kolodny dijo que cuando eso no funcionó, la industria de los opioides atacó la guía de los CDC diciendo que estaba llevando a los pacientes al suicidio, porque los médicos privaban a los pacientes de los opioides y les obligaban a vivir con un dolor insoportable.

Tanto Scheppke como Kolodny cuestionan esta afirmación, al tiempo que reconocen que existe un problema muy real de pacientes dependientes de altas dosis de opiáceos que requieren tratamiento para la dependencia y el síndrome de abstinencia. Kolodny dijo que eso llevó a algunos pacientes con síndrome de abstinencia a suicidarse, pero la industria farmacéutica ha utilizado grupos fachada para exagerar el número de muertes y atribuirlas a la falta de tratamiento contra el dolor en un intento por presionar a los CDC para que relajen sus recomendaciones.

“Se trata de un asunto muy serio. Pero lo que los defensores de los opiáceos, muchos de ellos vinculados a la industria -lo hayan reconocido o no-, impulsaron fue esta falsa narrativa sobre la epidemia de suicidios, de modo que se fabricó una reacción contra la guía de los CDC”, afirmó.

“La idea de que hay pacientes que están perdiendo el acceso a un tratamiento eficaz y que, por tanto, no tienen más remedio que suicidarse porque sufren mucho, es un engaño. Pero la idea de que alguien en el contexto de un síndrome de abstinencia agudo se suicidaría, ciertamente podría ser real porque es insoportable”.

Scheppke afirmó que lo que se necesita no es debilitar las guías de prescripción, sino mejorar el tratamiento de las personas dependientes de los opiáceos.

Se ha contactado con los CDC para recabar sus comentarios.

creado el 18 de Mayo de 2023