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Políticas

Estados Unidos

El presupuesto de Obama incluye propuestas de atención de salud que puede cambiar todo para las personas que necesita medicamentos (Obama’s budget includes healthcare proposals that could change everything for consumers drugs)
David Lazarus
Los Angeles Times, 16 de febrero de 2016
http://www.latimes.com/business/la-fi-lazarus-20160216-column.html
Traducido por Salud y Fármacos

Según la propuesta presentada en el plan de presupuesto del presidente Obama, las compañías farmacéuticas tendrían que decir cuánto gastan para desarrollar, fabricar, distribuir y comercializar algunos medicamentos que requieren receta para que las autoridades de salud puedan asegurarse de que no están estafando a la gente.

Enterradas en el plan presupuestario de US$4 billones (en inglés trillion) hay un par de propuestas de salud que podrían cambiar todo para los consumidores estadounidenses.

El hecho de que la industria farmacéutica no perdiera tiempo en desestimar las ideas – y que sus amigos republicanos en el Congreso dijeran que ni siquiera las mirarían, sugiere que se está tramando algo importante.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos dio a conocer las propuestas de la salud pública de Obama en un documento de 173 páginas. Hay que llegar a la página 75 para encontrar lo que puede ser la idea política más importante.

Se titula: “Instaurar la Transparencia y la Obligación Formal de Informar sobre Cómo se Establecen los Precios de los Medicamentos”, que es una forma burocrática de decir que las compañías farmacéuticas deben justificar sus ridículos altos precios.

“En la actualidad, existe poca información pública sobre cómo las empresas farmacéuticas fijan los precios de los medicamentos y no hay ninguna ley que exija información sobre como los costos influyen en las decisiones sobre la determinación de los precios”, dice el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Y continúa: “Para lograr una mayor transparencia en los precios de los medicamentos de venta con receta, esta propuesta exige a las empresas farmacéuticas que den a conocer los costes de producción, incluyendo las inversiones en investigación y desarrollo, y los descuentos que hacen a las diferentes organizaciones que pagan por medicamentos específicos de alto precio que el secretario de salud identificará a través de regulación en beneficio del interés del público”.

Mientras que los funcionarios de la administración han estado lanzando ideas durante meses sobre la necesidad de una mayor transparencia en los precios de los medicamentos, Obama le ha otorgado mayor peso político al incluirlo en su plan oficial del presupuesto.

No hay que ir más allá de los titulares de prensa recientes para entender por qué se justifica una medida de este tipo. Gilead Sciences sorprendió cuando anunció el precio de sus medicamentos contra la hepatitis C (unos US$1.000 por píldora). El ex director ejecutivo de Turing Pharmaceuticals, Martin Shkreli compró la empresa que fabricaba un producto que llevaba 62 años en el mercado para tratar infecciones en pacientes con SIDA y otras enfermedades, y elevó el precio 5.000%.

Y como informé recientemente, el precio de un medicamento que se utiliza desde 1970 para el tratamiento de la otitis externa en los niños ha aumentado alrededor de 3.000% después de que a través de una serie de fusiones y adquisiciones, los derechos de concesión se cambiaran varias veces de unos a otros. Cuando le pregunté a Endo Internacional, el fabricante actual de Cortisporin-TC Otic Suspension, ¿por qué un medicamento que en un momento costaba unos pocos dólares ahora cuesta US$200?, me contestó: “Endo ha aumentado los precios de acuerdo con las condiciones del mercado y los precios de los productos de la competencia”.

En otras palabras, Cortisporin cuesta una pequeña fortuna porque las compañías farmacéuticas pueden venderla a ese precio. La administración Obama está proponiendo que Endo y otras empresas den una explicación mejor que esa, o que de lo contrario se enfrenten, posiblemente, a serias medidas reguladoras.

A Stephen J. Ubl, presidente y CEO de Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA), quien gastó US$18 millones en lobbying a los miembros del Congreso de EE UU, la idea no le hizo gracia. Dijo que la obligación de dar a conocer las razones que justifican los precios de los medicamentos es “perjudicial y equivocada”, y dijo que también “perjudicaría a los pacientes”. “Obligar a divulgar públicamente información privada confidencial socavaría nuestro sistema competitivo que está basado en el mercado y en los incentivos para innovar”, insistió Ubl.

La propuesta de presupuesto no explica como los funcionarios públicos utilizarán la información que se solicita a las farmacéuticas. ¿Pondrían los reguladores limitar lo que se puede cobrar a los usuarios? O ¿Les bastaría con avergonzar a los productores de medicamentos dando a conocer los datos?

Tal vez lo que se necesita es encontrar un equilibrio entre lo que las empresas requieren y lo que se puede pagar. En este momento, la ley el programa de medicamentos de Medicare impide negociar precios con las farmacéuticas. Mientras las razones por las que los precios de los medicamentos son tan elevados sigan siendo secretas, por lo menos, lo que deberíamos permitir es que el mayor sistema de seguro médico público (Medicare) negocie los precios en nombre de los pacientes.

Obama está proponiendo este tipo de medida en el presupuesto. El secretario de Salud y Servicios Humanos estaría facultado “para negociar directamente los precios con los fabricantes de medicamentos de alto costo… cubiertos por el programa de prescripción de medicamentos de Medicare.

Las farmacéuticas podrían acceder a los 52 millones de beneficiarios de Medicare sólo si están de acuerdo en regatear y “suministrar al departamento de Salud y Servicios Humanos todos los datos de costes y todos los costos y datos clínicos, así como otra información, necesaria para poder llegar a un acuerdo sobre el precio”.

Es casi seguro que los seguros médicos privados exigirían el mismo trato en sus negociaciones con las compañías farmacéuticas, presionando aún más para conseguir la reducción de precios.

Ubl de PhRMA también odia esta idea. Según él, permitir a Medicare negociar los precios de los medicamentos podría “alterar fundamentalmente la estructura de este programa que es exitoso… pondría en peligro el acceso, lo que elevaría las primas del seguro y reduciría la selección de proveedores”.

A la industria farmacéutica claramente le gustan las cosas como son, seguir funcionando en las sombras y en gran medida que sus precios sigan siendo indiscutibles.

Quizás alguien pueda pensar que Obama está siendo un poco grandilocuente en su último plan presupuestario. Pero lo que está muy claro es que los precios de los medicamentos de EE UU están fuera de control y que es necesario hacer algo. También se puede pensar que cada vez que la industria dice que un mayor control perjudicará a la población, y cada vez que los republicanos dicen que ni siquiera hace faltar considerar que se incremente la regulación de una industria, siempre están actuando por interés propio y no por defender mejor los intereses de la sociedad.

Y esto sí que nos pone enfermos.

creado el 7 de Marzo de 2016