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Precios

EE UU A medida que van subiendo los precios, algunos dirigen a los pacientes hacia el norte (As drug prices go up, some point consumers up north)
Susan Jaffe
The Lancet, 8 de diciembre de 2015
http://usa.thelancet.com/blog/2015-12-08-drug-prices-go-some-point-consumers-north
Traducido por Salud y Fármacos

El incremento de los precios farmacéuticos ha renovado el interés de EE UU en los medicamentos que se venden en otros países, en particular nuestro vecino del norte.

Muchos estadounidenses e incluso los programas de salud del gobierno se sienten presionados por los crecientes costos de los medicamentos. Los funcionarios federales informaron la semana pasada que la tasa de crecimiento de los servicios de atención a la salud de EE UU en 2014 fue la más alta desde 2002 “, en parte debido a la introducción de nuevos tratamientos para la hepatitis C y los que se usan para tratar el cáncer y la esclerosis múltiple.

Los tratamientos para la hepatitis C, que afecta a alrededor de 3 millones de personas en EE UU, pueden costar más de US$100.000, dijo Sylvia Matthews Burwell, la secretaria de Salud y Servicios Humanos (HHS), en una conferencia sin precedentes sobre los precios de medicamentos, de un día de duración que había organizado el HHS.

“Y eso es un problema tanto para los pacientes como para las organizaciones y los gobiernos que les sirven. Ya que tres de cada cuatro adultos infectados son baby boomers (Nota de los editores: se refieren al aumento rápido que hubo de nacimientos inmediatamente después de la II Guerra Mundial como resultado del regreso de los soldados). Esta enfermedad se ha convertido en uno de los principales gastos del programa de medicamentos de Medicare. El impacto también ha sido significativo en los programas estatales de Medicaid”.

Para aliviar el golpe financiero, los candidatos presidenciales demócratas Hillary Rodham Clinton, ex secretaria de Estado, y el senador de Vermont Bernie Sanders han dicho en sus campañas electorales que ellos permitirían que las personas compraran medicamentos para uso personal en otros países. Cuando era miembro de la Cámara de Representantes, Sanders fue el primero de unos pocos congresistas en acompañar a los ciudadanos que representaba a surtir sus recetas en farmacias canadienses.

Impulsados por la conferencia de HHS y los aumentos recientes de precios, dos líderes republicanos del Senado, Charles Grassley de Iowa y John McCain, de Arizona quieren que Burwell utilice la disposición de una ley de 2003 para certificar que la importación los medicamentos no tiene problemas se seguridad para los pacientes y reduciría significativamente sus precios.

Los senadores escribieron en su carta a Burwell que eso también permitiría a las farmacias y grandes superficies con farmacias importar medicamentos de venta con receta de Canadá. También quieren que la FDA, que es parte del HHS, quite todas las prohibiciones contra las personas que importan medicamentos para uso personal. Sin embargo, los senadores recomiendan que Burwell limite la exención a la importación de Canadá a los medicamentos que ya no están bajo patente en los EE.UU., cuyo precio ha aumentado de forma “significativa e inexplicable” y que no tienen competencia. Aunque el portavoz de la FDA Christopher Kelly no quiso hablar sobre la carta a los senadores, dijo que la importación de medicamentos tiene sus riesgos y que con alguna excepción es ilegal.

Kelly explicó: “Los medicamentos que vienen del extranjero que no están aprobados por la FDA no tienen la misma seguridad, efectividad y calidad que los medicamentos sujetos a la inspección de la FDA. “Se han encontrado medicamentos que están contaminados, falsificados, contienen cantidades variables de ingredientes activos o ninguno, o ingredientes totalmente diferentes.”

Las normas de la FDA permiten comprar medicamentos fabricados en el extranjero para uso personal bajo ciertas restricciones, entre otras que no estén disponibles en los EE UU y que se consideren seguros.

John Rother, presidente de la Coalición Nacional para la Atención de la Salud y ex asesor jefe de política de AARP, un grupo de defensa de los estadounidenses mayores que cuenta con más de 37 millones de miembros, dijo que aunque los estadounidenses han confiado en las farmacias canadienses durante años, Canadá no es la solución a los altos precios de los medicamentos. Explicó que: “Es una forma de que las personas ahorren a veces cantidades muy importantes de dinero, pero Canadá tiene la población de California y que no puede suministrar a todo el mercado de EE UU”.

creado el 12 de Febrero de 2016