ACUERDOS DE        LIBRE COMERCIO Y COSTO DE LOS MEDICAMENTOS EN CANADÁ*
Joel        Lexchin, Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria, Universidad de        Toronto, y Escuela de Políticas y Administración de Salud, Universidad        de York
Introducción y        antecedentes
Durante        las dos últimas décadas una de las palabras de moda en todo el mundo ha        sido globalización. La globalización “no es únicamente una moda económica        y una tendencia pasajera. Ahora, es un sistema internacional de muy amplio        alcance, con sus propias reglas y lógica, moldeando la política interna        y las relaciones internacionales de casi cada país”.1 La        globalización ha ido de la mano con el liberalismo comercial y en medio        de todo ello se encuentra  la        industria farmacéutica.
En        la escena internacional los medios de comunicación han estado llenos de        noticias relacionando a la industria farmacéutica con los acuerdos        comerciales: la demanda legal contra el gobierno sudafricano hecha por 39        compañías farmacéuticas multinacionales alegando que sus leyes violaban        los acuerdos comerciales sobre patentes; las restricciones sobre las        importaciones y el uso de medicamentos genéricos en países en vías de        desarrollo que mantienen los precios de los medicamentos contra el        VIH/SIDA a niveles semejantes a los de EE.UU. Aquí en Canadá, ha habido        un intenso debate desde mediados de los ochentas sobre la aplicación de        las leyes canadienses de patentes a los productos farmacéuticos y su        impacto en el precio de los fármacos.
De        hecho, la industria farmacéutica ha estado liderando la implantación de        leyes de patentes más estrictas y promoviendo el programa de comercio de        EE.UU. El Cuadro 1 indica, y este punto se discutirá más abajo, que en        Canadá la industria farmacéutica, los derechos de propiedad intelectual        y los acuerdos comerciales han estado íntimamente relacionados.
Durante        los años sesenta, tres informes señalaron que los precios de los fármacos        en Canadá eran de los más caros del mundo y los tres identificaron a las        leyes de protección de patentes como una de las causas más importantes        de los altos precios.2,3,4 La decisión del partido liberal, entonces en el gobierno, fue de        extender las licencias obligatorias y permitir a las compañías recibir        una licencia para importar medicinas en Canadá. La licencia obligatoria        es esencialmente un permiso que niega los efectos de la patente. Teóricamente,        la compañía propietaria de la patente de un fármaco tiene el monopolio        de su venta hasta que expira la patente. Aunque, si otras compañías        solicitan y reciben la licencia obligatoria de un fármaco, entonces ellas        pueden vender su propia versión de ese fármaco antes de que la patente        haya expirado. El aspecto obligatorio significa que la compañía        propietaria de la patente no puede impedir que se otorgue la licencia.
Cuadro        1: Acuerdos comerciales y cambios en las leyes de patentes canadienses
| 
 Acuerdo comercial  | 
 Fecha                en que tomó poder  | 
 Partes  | 
 Cambio                acompañando a la ley canadiense de patente  | 
 Fecha                en que la ley tomó efecto  | 
 Características                principales  | 
| 
 Acuerdo de libre comercio (ALC)  | 
 1987  | 
 Canadá,                Estados Unidos  | 
 Proyecto                de ley C-22  | 
 1987  | 
 Nuevos                fármacos exentos de licencia obligatoria por 7 años; exención                prolongada a 10 años si el ingrediente activo se fabricó en                Canadá  | 
| 
 Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC)  | 
 1994  | 
 Canadá,                Estados Unidos, México  | 
 Proyecto                de ley C-91  | 
 1993  | 
 Se                abolió la licencia obligatoria (retroactiva a dic. 1991). La vida                de la patente cambió de 17 años desde que se obtuvo la patente a                20 años desde la fecha en que se solicitó (retroactiva a oct. 1,                1989)  | 
| 
 Tratado                relacionado con los aspectos de los derechos de la propiedad                intelectual (TRIPS)*  | 
 1995  | 
 Mundial  | 
 Proyecto                de ley C-91  | 
 1993  | 
 Igual                que el anterior  | 
*TRIPS fue parte del paquete que creó la organización        mundial del comercio (OMC). Existen otros 4 acuerdos dentro de la OMC que        tienen un impacto en la salud: Acuerdos Generales Tarifarios y Comerciales        (GATT), Acuerdo General de Comercio y Servicios(GATS), Acuerdos en        Barreras Técnicas para el Comercio (TBT) y Acuerdos en la aplicación de        medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS).
 
Por        razones obvias la industria farmacéutica multinacional se opuso        vigorosamente a las licencias obligatorias, pero sin ningún aliado        importante, ni dentro del país ni fuera del país, esa oposición nunca        produjo resultados. Desde los inicios de los años ochenta esa situación        cambió significantemente. Durante esa época EE.UU. tenía un balance        comercial internacional negativo muy grande. Uno de los factores que se        identificó como contribuyente importante a este problema era la pérdida        de ventas debidas a la piratería de la industria de la diversión (música        y películas) y farmacéutica. Piratería significa aquí, que los países        con derechos de propiedad intelectual “débiles” estaban copiando los        bienes americanos y vendiéndolos a precios muy por debajo de los de las        compañías americanas.
En        1981 el presidente de los EE.UU. Reagan nombró al Sr. E. Pratt para        dirigir la comisión asesora de comercio del sector privado de más alto        nivel en el gobierno. El Sr. Pratt era también presidente de Pfizer Inc.,        una compañía farmacéutica multinacional, y con su ayuda el tema de los        derechos de propiedad intelectual y las patentes para la protección de        los productos farmacéuticos se convirtió en una prioridad dentro de la        política comercial de los EE.UU.
Como        resultado, las políticas canadienses sobre la protección de patentes y        las licencias obligatorias se convirtieron en un tema principal en las        relaciones de los EE.UU. y Canadá. Cuando Reagan se reunió con el primer        ministro B. Mulroney en la “reunión de Shamrock” en la ciudad de Québec        en marzo de 1985, uno de los temas mas importantes fue la discusión sobre        las patentes de los fármacos. En octubre de ese año el reporte anual del        representante de comercio de los EE.UU. sobre contiendas con los socios        comerciales de los EE.UU., señaló a la legislación canadiense de los fármacos        como uno de los contendientes. El jefe representante del comercio de los        EE.UU. C. Yeutter reprochó al partido conservador, que ahora estaba en el        poder,  por no lograr los tan        esperados cambios en las leyes canadienses de patentes de los fármacos.        G. Bush, vicepresidente de los EE.UU. durante ese tiempo, se quejó públicamente        acerca del retraso en los cambios cuando visitó Ottawa en junio de 1986.6
Al        mismo tiempo que la  protección        de patentes pasó a ser el centro de los intereses de los EE.UU. los        conservadores mantuvieron una política de libre comercio con los EE.UU.        Los conservadores continua y vigorosamente negaban que existiera relación        alguna entre los acuerdos de libre comercio y los cambios en las licencias        obligatorias,7,8  pero        los hechos hacían que las negativas fueran difíciles de creer. B.        Merkin, el  negociador (deputy chief) de los EE.UU. en las reuniones de        libre comercio, dijo: “Ottawa no quiso que los derechos de propiedad        intelectual se incluyeran en las negociaciones de libre comercio. No        quieren aparentar como que están negociándolos como parte del        tratado de libre comercio. Todos los cambios que ellos hicieron,         querían que se vieran como que se hacían, “en el        interés de Canadá”. . . para nosotros era un tema de mucha        prioridad.” 5
Los        americanos presentaron evidencias claras de los lazos entre los dos temas        el día después de la exitosa conclusión del Convenio de Libre Comercio        (Free Trade Agreement FTA). Un resumen de los EE.UU. del convenio menciona        que contiene una cláusula para “avanzar hacia el establecimiento de una        protección adecuada y efectiva de los productos farmacéuticos en Canadá        por medio de la liberalización de las provisiones de licencias        obligatorias.”9 Fue sólo después de que los conservadores        canadienses pidieran que se quitara de esa sección que se eliminó        definitivamente del texto final del convenio.
Como        respuesta para el libre comercio con EE.UU. el gobierno conservador        presentó un proyecto de ley C-22 que se aprobó en diciembre 1987. Lo        esencial del proyecto de ley fue la concesión a las compañías        productoras de nuevos fármacos de un mínimo de siete años de protección        contra la licencia obligatoria. Un oficial de alto rango de la        administración de los EE.UU. dijo: “Queremos algo mejor que eso (refiriéndose        al proyecto de ley) en un acuerdo de libre comercio,” y para otro        oficial también en una posición alta fue “apenas pasable.” La        Asociación de Fabricantes de Medicamentos de los EE.UU. (PMA) estaba        dispuesta a apoyar la ley, pero dijo que la industria de los EE.UU.        “desearía ver un nivel de protección similar al que existe en Europa        occidental  y en los EE.UU. . . . Canadá está fuera de cintura.”10
Las        leyes canadienses de patentes cambiaron otra vez         a principios de los años noventa. Esta vez la pelea fue sobre el        proyecto de ley C-91 que abolió las licencias obligatorias y dio a las        compañías multinacionales 20 años de protección de patentes para sus        productos. En este caso en lugar del FTA fue el enorme deseo canadiense        para firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) y        el acuerdo del GATT que coincidían con los intereses de la industria        farmacéutica. Aunque existe una opinión de que las licencias        obligatorias pudieran haber sido teóricamente posibles bajo estos        acuerdos11  el        gobierno canadiense los uso como base para eliminar completamente las        licencias obligatorias.
E.        Pratt,  sistemáticamente hizo        que se incluyeran los derechos de propiedad intelectual en la agenda del        GATT. Primero formó alianzas con las industrias cinematográficas y de        ordenadores de los EE.UU. y ayudó a formar el Comité Intelectual de        Derechos de Propiedad (Intellectual Property Rights Committee IPRC) con        las trece corporaciones más grandes de los EE.UU. Después, con el apoyo        de C. Yeutter, Pratt buscó aliados en Europa y en Japón y eventualmente        se ganó a las dos organizaciones industriales más grandes, la Unión de        Industrias de la Comunidad Europea (Union of        Industries of the European Community UNICE) en Europa y la        Keidanren en Japón.12  Desde el punto de vista de IPCR, lo que hizo al GATT y a NAFTA        candidatos ideales para asegurar que se cumpliera con los derechos de        propiedad fue su jurisdicción sobre el comercio. Al elegir al GATT como        mecanismo para exigir el cumplimiento de la ley de patentes estaba implícita        la amenaza de represalias, es decir, quitarles el acceso al mercado        internacional a los productos exportados por los países que no refuerzan        un estándar de derechos de propiedad intelectual como los del IPRC.11
Después        de haber relatado los antecedentes históricos y la experiencia canadiense        con los acuerdos comerciales, los derechos de propiedad intelectual y los        medicamentos la siguiente parte de este documento va a examinar los        efectos que estos cambios han tenido en los precios de los medicamentos        que necesitan receta. Finalmente, concluiré analizando lo que ha pasado        recientemente con las quejas contra Canadá en la OMC y las consecuencias        de las negociaciones sobre el Área de Libre Comercio de las Américas        (Free Trade Area for the Americas FTAA) 
Precios de los medicamentos
La        Junta de Revisión de los Precios de las Medicinas de Patente (Patented        Medicine Prices Review Board (PMPRB) se estableció casi al mismo        tiempo que el proyecto de ley C-22 para proteger los intereses de los        consumidores. La Junta tiene poderes para limitar los precios de los        nuevos medicamentos patentados y evitar el alza de los medicamentos de        patente ya existentes en un porcentaje superior al de la tasa de inflación.        En relación a estos objetivos la Junta ha tenido éxito.         El informe del 2000 demuestra que entre 1988 y 2000 la tasa de        inflación de los precios de los medicamentos de patente ha aumentado        justamente 0.8% por año.  Cuando        los precios canadienses se comparan con los promedios de otros siete países        (Francia; Alemania, Italia, Suecia, Suiza, Inglaterra, EE.UU.) la razón        de los precios se ha reducido de 1,23 en 1987 a         0,92 en 2000.13 Sin embargo, estas cifras esconden una        falla básica en la habilidad de la Junta para proteger a los consumidores        de precios altos cuando vemos el precio que pagan por la receta.
El        precio promedio por receta (excluyendo el gasto por dispensación) en        Ontario, ha subido de $24,58 en 1993 a $27,74 en 1997, un aumento anual de        3,1% comparado con un aumento del índice de precios al consumidor de        1,4%. Más de la mitad del aumento en el precio de la receta es debido a        la introducción de nuevos medicamentos, específicamente (desde 1987)        nuevos medicamentos de patente. Los precios de las recetas de nuevos        medicamentos de patente se incrementaron un 20,9% por año entre 1993-97        comparado a 6,6% para los precios de los medicamentos de patente que        fueron patentados antes de 1987 y 4,1% para los medicamentos sin patente.14        (Ver Cuadro 2).
Cuadro        2: Aumento en el precio de los medicamentos recetados, 1993-1997*
| 
 Año  | 
                                                              Costo por receta   | 
||
| 
    | 
 Nuevos                medicamentos de patente  | 
 Medicamentos                de patente ya existentes  | 
 Medicamentos                sin patente  | 
| 
 1993  | 
 36.03  | 
 49.43  | 
 17.12  | 
| 
 1994  | 
 39.98  | 
 52.45  | 
 17.94  | 
| 
 1995  | 
 46.76  | 
 56.83  | 
 18.28  | 
| 
 1996  | 
 61.18  | 
 59.15  | 
 18.83  | 
| 
 1997  | 
 76.88  | 
 63.70  | 
 20.10  | 
| 
 Promedio                de aumento anual 1993-1997 (%)  | 
 20.9  | 
 6.6  | 
 4.1  | 
*Incluye        el costo de fabricación y de distribución; excluye los gastos de        dispensación.
        Fuente: Green Shield, Canadá
Los        médicos han estado substituyendo los viejos medicamentos por los nuevos más        costosos, haciendo aumentar el precio de la receta promedio, aunque no        exista una evidencia clara de que la gran mayoría de estos medicamentos        nuevos tengan ventajas terapéuticas significativas sobre los medicamentos        ya existentes.15  Para        demostrar este aumento en el uso de los nuevos y caros medicamentos, se        puede tener en cuenta que entre 1995 y 2000, el porcentaje de ventas de        medicamentos de patente del total de ventas medicinas aumentó de 43,9% a        63%.13 
El        recetar los medicamentos nuevos, que son más caros que los antiguos        aunque no necesariamente menos efectivos, no fue algo que comenzó en        1987. El vicio ya estaba incrustado desde que Canadá adoptó las        licencias obligatorias. Lo que es diferente es que, después del proyecto        de ley C-91, aumentó el tiempo que debía de transcurrir antes de que se        pudieran comercializar los genéricos equivalentes a los nuevos        medicamentos de patente. Antes de 1987 los genéricos salían al mercado        entre cinco y siete años después de la salida de medicamento original.        El primer genérico tenía aproximadamente un precio 25% por debajo del        medicamento de marca y cuando había tres o cuatro genéricos entonces la        diferencia de precio era de 50% 16 (Figura 1). En ausencia de        licencia obligatoria el medicamento original típicamente se encuentra en        una situación de monopolio de unos 12-13 años. (Los primeros 7 a 8 años        de la vida de la patente se usan en ensayos clínicos y el proceso de        aprobación del medicamento). La ley C-91 ha retrasado la entrada de los        genéricos en cerca de 7 años, pero también hay que tener en cuenta que        generalmente, para cuando los genéricos aparecen, las ventas del producto        de marca ya han comenzado a bajar, y entonces el ahorro que resulta de la        substitución del de marca por el genérico es menor.
Una        conclusión que parece ser inevitable es que el interés de los        consumidores canadienses en obtener las recetas a un precio razonable ha        sido sacrificado en aras de los acuerdos comerciales.
        
Figura 1: Relación entre el número de compañías que venden un        medicamento y la diferencia de precio entre la versión menos y más cara        (número de medicamentos en paréntesis).
        
Fuente:  Lexchin16
El presente
Todavía        se siente el impacto del TRIPS en Canadá. En tiempos recientes ha habido        dos ataques contra Canadá en la OMC. La Unión Europea se quejó de una        apartado de la ley canadiense de patentes que permitía a los  fabricantes de genéricos comenzar a probar, fabricar y        almacenar fármacos para la venta antes de la expiración de la patente.        Cuando Canadá  después del 1        de octubre de 1989 extendió la duración de las patentes de 17 a 20 años,        el cambio no se hizo retroactivo. Los EE.UU. reclamaron que un grupo de 30        medicamentos, que se patentaron antes de octubre 1989, debía también        recibir 3 años más de vida de su patente. (La queja de los EE.UU. no se        refiere únicamente a los medicamentos, sino también a todos los        productos a los que se les otorgó patentes antes de octubre de 1989 y        estaban todavía vigentes).
Canadá        perdió el caso contra los EE.UU. 17 y la OMC también ordenó        a las compañías de genéricos que no almacenaran medicamentos para la        venta antes de que expirara la patente.18 Como resultado de        estas decisiones, a mediados del 2001 las leyes canadienses de patentes        fueron enmendadas otra vez más con la aprobación del proyecto de ley        S-17. De acuerdo a la Asociación Canadiense de Fabricantes de        Medicamentos, el brazo fuerte del lobby de la industria de genéricos, la        extensión de la patente a los 30 medicamentos añadirá alrededor de $40        millones al costo de los medicamentos canadienses de receta.19         La prohibición a las compañías de genéricos de almacenar        medicamentos hasta que la patente expire retrasará la venta de los        medicamentos genéricos por meses.
A        pesar de los cambios que Canadá ha hecho a sus leyes de patente al        iniciar FTA, NAFTA, TRIPS y las recientes reglas de la OMC, la industria        farmacéutica multinacional no está satisfecha con los resultados. En        febrero del 2000, la Asociación Americana de Fabricantes de Fármacos,        (Pharmaceutical Manufacturers Association of America Asociación PhRMA),        recomendó que el gobierno de los EE.UU. pusiera a Canadá en la lista de        los países bajo vigilancia  prioritaria especial “Especial 301”, lista que se usa        para presionar a los países para que modifiquen sus reglas de comercio.20        La lista de problemas presentada por PhRMA incluyó la falla de Canadá en        ampliar la protección de las patentes a los fármacos anteriores a        octubre 1989 y el permitir a las compañías de genéricos almacenar        medicamentos antes de la expiración de la patente. PhRMA también acuso a        Canadá de violar la sección del acuerdo TRIPS concerniente al registro        de los datos (datos enviados para demostrar que el medicamento es seguro y        efectivo). Para obtener el permiso de vender medicamentos, las compañías        de genéricos normalmente demuestran que sus productos son bioequivalentes        al producto de patente (esto es, que el genérico es químicamente similar        y que trabaja de la misma manera en el cuerpo humano) y entonces basa la        seguridad del producto en los datos del medicamento patentado para obtener        el permiso. En muchas ocasiones, sí una compañía de genéricos no puede        utilizar los datos de inscripción ya existentes, no puede poner en venta        la versión genérica de producto patentado; y si tiene que generar de        nuevo los datos de seguridad, los consumidores sufren las consecuencias        del retraso en la introducción de la versión genérica.
Canadá        comúnmente permite a las compañías de genéricos usar los datos de        registro producidos por las compañías multinacionales cuando presentan a        los productos genéricos para su registro. Según la interpretación de        PhRMA del artículo 39.3 de TRIPS, Canadá no ofrece suficiente protección        a los datos de inscripción. PhRMA también ve las acciones canadienses        “como un precedente negativo para los países menos desarrollados.”20        Como ha sucedido en el pasado, cuando se trata de Canadá y del tema de        patentes,  PhRMA siempre        encuentra quien le haga caso en el gobierno de los EE.UU. y en abril del        2001 los EE.UU. pusieron de nuevo a Canadá en su lista especial 301        citando como razón la falta de protección de los datos de los        medicamentos. (21)
El futuro
La        industria multinacional todavía sigue pidiéndole más concesiones a        Canadá. Una de las metas clave de la industria es “la restauración del        periodo de la patente”. Las multinacionales quieren que Canadá haga lo        mismo que los EE.UU., la UE y Japón y que extienda el período de        protección de patentes para recuperar el tiempo que lleva el proceso        regulatorio de aprobación de los medicamentos.22  Puede        ser que la industria logre sus objetivos en las negociaciones del Tratado        de Libre Comercio de las Américas (FTAA). El borrador de la sección de        la FTAA sobre los derechos de propiedad intelectual se encuentra entre        corchetes, lo que significa que todavía no se ha llegado a un acuerdo.        Eso hace imposible decir precisamente qué es lo que “hay” en FTAA,        debido a que una sola modificación puede ser seguida por otra que        directamente la neutraliza. Aunque, entre las proposiciones que aparecen        en el resumen de los EE.UU. para la FTAA se encuentran unas que restaurarían        el periodo de las patentes y que aplicarían muchas más reglas específicas        sobre del uso de los datos de inscripción.23 
Conclusiones
La        globalización en general y los tratados comerciales en particular han        tenido un efecto definitivo en los temas farmacéuticos en Canadá. De        hecho, la participación intensa de la industria farmacéutica en moldear        los tratados en los que Canadá ha tomado parte, aseguraba que habría        cambios significativos. El precio de una receta se ha incrementado        considerablemente como resultado del aumento de tiempo requerido para que        los medicamentos genéricos  equivalentes        salgan al mercado. Se sigue erosionando la habilidad de Canadá para        controlar su propia política farmacéutica. Así lo demuestra la reciente        aprobación del proyecto de ley S-17 como respuesta a las decisiones de la        OMC. Las negociaciones que se están llevando a cabo en la estructuración        de FTAA pueden llevar a un deterioro aún mayor de los precios de los        medicamentos en Canadá.
Referencias
Friedman TL. The lexus and the olive tree.             Nueva York: First Anchor Books; 2000.
Restrictive Trade Practices Commission. Report concerning the manufacture, distribution and sale of drugs. Ottawa: Queen’s Printer; 1963.
Royal Commission on Health Services. Report . Ottawa: Queen’s Printer; 1964.
Canada, House of Commons. Second (Final) Report of the Special Committee of the House of Commons on Drug Costs and Prices. Ottawa: Queen’s Printer; 1967.
McQuaig L. The Quick and the dead. Toronto: Viking; 1991.
Sawatsky J, Cashore H. Inside dope. This Magazine 1986; 20( 3): 4-12.
Crane D. Drug bill concessions seem tied to trade talks. Toronto Star; 7 de diciembre de 1986: B1.
Howard R. MPs say Tories made deal on drug bill. Globe and Mail 16 de octubre de1987: A13.
Auerbach, S. U.S. bowed to Canadian demands to change pact. Washington Post; 17 de octubre de 1987: G2.
Lewington J. Drug-patent bill not enough to satisfy U.S. on free trade. Globe and Mail; 13 de agosto de 1987: A1.
Dillon J. On feeding sharks: Patent protection, compulsory licensing, and international trade law . A study prepared for the Canadian Health Coalition; 4 de marzo de 1997.
Ostry S. Governments and corporations in a shrinking world. New York: Council on Foreign Relations; 1990.
Patented Medicine Prices Review Board. Annual report 2000. Ottawa: PMPRB, 2001.
Green Shield Canada. Analysis of drug claim costs 1993-1997. Toronto, October 1998.
A look back at 2000: overabundance and deregulation. Prescrire International 2001;10:52-4.
Lexchin J. The effect of generic competition on the price of prescription drugs in the Province of Ontario. CMAJ 1993;148:35-8.
MacKinnon M. WTO rejects patent law appeal. Globe and Mail; 19 de septiembre de 2000: B10.
Scoffield H. WTO upholds drug patent rule. Globe and Mail; 18 de marzo de 2000:B3.
Battle to repeal automatic injunctions against generic drug approvals moves to the fall. CDMA Viewpoint; Verano 2001:1,6.
Priority watch country: Canada. Submission of PhRMA for the "Special 301" Report on Intellectual Property Barriers; 18 de febrero de 2000. http://www.phrma.org/policy/aroundworld/special301/canada.phtml. Accedido: 17 de octubre de 2001.
McKenna B.  U.S. puts Canada on special            watch list.  Globe and Mail; 1 de mayo de 2001: B6.
Canada’s Research-Based Pharmaceutical Companies. 2000-2001 Annual Review. Ottawa: Rx&D, nd.
Essential Action preliminary assessment of the FTAA intellectual property proposals’ effect on access to medicines. 3 de Julio de 2001. www.cptech.org/ip/health/trade/weis07032001.html. Accedido: 17 de octubre de 2001.