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Entrevistas

Una audiencia con Jim O’Neill (An audience with Jim O’Neill)
Nature Reviews Drug Discovery  15, 526 (2016) doi:10.1038/nrd.2016.160Published online 29 July 2016
http://www.nature.com/nrd/journal/v15/n8/full/nrd.2016.160.html
Traducido por Salud y Fármacos

Un reciente informe que había solicitado el Reino Unido sobre los riesgos de la resistencia antimicrobiana (RAM o superbacterias resistentes a medicamentos) documentó que podrían cobrar 10 millones de vidas al año y el coste acumulado para la economía mundial en 2050 seria de US$100 billones (trillions en inglés),

El presidente del grupo que realizó este aleccionador análisis, el antiguo economista senior de Goldman Sachs Jim O’Neill, hace un llamado a los financiadores globales para que dediquen US$40.000 millones a combatir esta amenaza creciente. Pero aunque O’Neill aboga por ofrecer recompensas de hasta US$1.000 millones para alentar a las compañías farmacéuticas a desarrollar nuevas terapias, también argumenta que la industria en su conjunto no se ha dedicado lo suficiente a buscar soluciones creativas.

Ya es hora de que la industria empiece a pensar de otra forma, le dice a Asher Mullard.

P: ¿Cuánto había pensado en la RAM antes de ser comisionado por el gobierno del Reino Unido para dirigir el informe?
Eso es fácil: nada. Yo soy uno de los miles de millones de personas que no sabían de que se trataba el problema. Durante varias semanas yo ni siquiera podía pronunciar resistencia antimicrobiana. Pero ha resultado ser una de las mejores cosas que he hecho.

P: ¿Cuál fue su proceso de revisión?
Tomé algunas decisiones muy fuertes al principio. En primer lugar, aunque me alentaron a formar un grupo asesor de expertos, decidí no hacerlo porque pensé que limitaría mi capacidad y la de mi equipo para mantener una perspectiva abierta.

En segundo lugar, decidí alerjarme de la Organización Mundial de la salud (OMS) y de muchos expertos durante las primeras etapas del proceso porque me parecía que si íbamos a tener un impacto, tendríamos que pensar diferente a los expertos.

Mi mensaje al pequeño equipo de 5,5 personas era intentar pensar ambiciosamente. Una de nuestras misiones fue arrastrar a todos los participantes claves fuera del terreno en que se sentían cómodos, porque de lo contrario no había ninguna posibilidad de solucionar este problema.

P: ¿Cuál fue la mayor sorpresa?
Me ha sorprendido mucho ver lo estrecho de mente y poco ambicioso que es el mundo farmacéutico al abordar el problema de los antibióticos desde modelos finacieros para negocios. Esto es especialmente cierto cuando reflexiono sobre mi propia industria y el caos en que se encontraba la industria financiera a mediados de 2008. Un gran número de personas vieron que iba a haber un crash, pero no se dieron cuenta de la magnitud ni del momento en que se producirían los daños.

Cuando me fijo en las RAM, la supuesta falta de atractivo que la rentabilidad de la investigación en antibióticos tiene para la industria, y los enormes y grandes razones precio-beneficio de las acciones de las compañías farmacéuticas, veo paralelos que sugieren que los líderes de la industria farmacéutica deberían comportarse de otra forma. No muestran mucho de lo que me gusta llamar ‘ interés propio inteligente’.

P: Usted recomienda una mezcla de ideas viejas e innovadoras (out of the box) para incentivar a la industria a que haga investigación sobre RAM. ¿Cuál fue la respuesta de la industria?
Recibieron el informe con agrado, excepto la sección que dice que tendrían que gastar más dinero.

Creo que están siendo poco imaginativos. Este año, en Davos, Suiza, 85 empresas firmaron una declaración solicitando a los gobiernos que desarrollen modelos de mercado nuevos y alternativos para los antibióticos. Este fue un gran logro. Si hace dos años alguien hubiera dicho que estas empresas harían esto, hubiera dicho que “no había ninguna posibilidad”. Cuando se trata de hacer cambios a su propio rol son muy renuentes. Creo que la industria necesita hacer una segunda Declaración de Davos en la que ponen sobre la mesa lo que están dispuestos a gastar y hacer, porque de lo contrario los responsables políticos podrían acabar haciendo cosas que realmente les disgusten.

En el mundo farmacéutico muchos piensan que nuestra propuesta de ‘pagar o participar’ — en la que sugerimos que las compañías farmacéuticas paguen una cuota a un fondo de investigación RAM o inviertan directamente en programas internos de I+D en antibióticos— acaba de salir de la cabeza de mi equipo. Pero los responsables políticos se sienten atraídos por ideas como esta ya que la industria farmacéutica aparentemente tiene una rentabilidad asombrosa y es reticente a hacer investigación original e innovadora en áreas complicadas de dudosa rentabilidad.

P: ¿Cómo están los decisores y los financiadores respondiendo al llamado a aportar US$40.000 millones en 10 años a iniciativas RAM?
Pregúntemelo otra vez en octubre. Esperemos que cuando el G20 se reúna en Hangzhou en China el 4 y 5 de septiembre publiquen un comunicado acerca de cómo obtener y pagar los medicamentos nuevos. Pero no sabré si lo harán, o qué tan fuerte va a ser su declaración, hasta después de esa reunión. También podría haber un acuerdo de las Naciones Unidas sobre este tema en septiembre.

Pero varias de las cosas que hemos propuesto ya están sucediendo. Propusimos que se creara un fondo global para la innovación para incentivar la investigación preclínica de productos antimicrobianos, y el lanzamiento reciente de CARB-X indica que está sucediendo (Nat. Rev. Drug Discov, 29 de julio de 2016).

P: Aunque el Gobierno Británico encargó el informe, la RAM es un problema global y requiere una respuesta global. La iniciativa de medicina innovadora de la Unión Europea (UE) ha tomado la delantera coordinando varias colaboraciones internacionales de RAM (Nat. Rev. Drug Discov. 2014; 13, 711-713). ¿El voto del Reino Unido por abandonar la UE pondría frenar este impulso?
Estuve en Bruselas recientemente y estaba muy preocupado por si se cancelaban algunas reuniones debido a la decisión de Brexit. Pero fue alentador comprobar que no fue así. Este es un problema global y afecta a las personas tanto si están en la UE como si no, y creo que esto todo el mundo lo entiende.

Pero no hay ninguna otra alternativa: el voto de la población del Reino Unido a favor de abandonar la UE representa un desafío económico importante. No será útil.

creado el 7 de Diciembre de 2016