El Instituto Holandés de Salud anunció una subvención de €16,5 millones (US$18,62 millones) otorgada al Hospital Académico de Groningen para desarrollar un CAR-T (Células T con Receptor de Antígeno Quimérico) interno para el tratamiento del mieloma múltiple (MM) [1].
HollandBio, la organización que representa a las empresas de biotecnología en los Países Bajos, manifestó su desacuerdo con una subvención gubernamental de €30 millones (US$33,85 millones) para “improvisar” un CAR-T para el linfoma no Hodgkin (LNH), indicando que la inversión en producción local de CAR-T es un desperdicio de recursos públicos.
Acceso limitado y desplazamiento de otros cuidados
En la Unión Europea, seis productos de células CAR-T están aprobados, pero su acceso es muy limitado. Los altos costos y su poca evidencia clínica dificulta que los organismos evalúen la rentabilidad o negocien acuerdos financieros con las compañías que brindan estas terapias.
Sin embargo, un número creciente de centros académicos a nivel global están estableciendo la infraestructura y la experiencia necesarias para desarrollar y producir terapias CAR-T.
En Europa, la EMA está apoyando a la academia y a organizaciones sin fines de lucro en el desarrollo de CAR-T y terapias avanzadas (Advanced Therapy Medicinal Products – ATMP) para ayudarlos a cumplir con los requisitos regulatorios [1].
El primer piloto de CAR-T es el ARI-0001, un CAR-T de segunda generación desarrollado en el Hospital Clínic de Barcelona para la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA). También se está desarrollando un segundo CAR-T (ARI-0002h) para el mieloma múltiple (MM) a través de una red académica, incluida la iniciativa en los Países Bajos [1].
La inversión en el desarrollo y producción interna de terapias CAR-T ofrece varias ventajas estratégicas, operativas y financieras [1]:
Esto puede ser un desafío para las terapias comerciales con células CAR-T, ya que las empresas necesitan aumentar significativamente la producción después de la autorización.
La EMA preparó un informe de la evaluación de las incertidumbres y limitaciones de una terapia CAR-T, denominada Cilta-cel (ciltacabtagén autoleucel) [2, 3]: “Con respecto al proceso de fabricación comercial propuesto, la comparabilidad del producto comercial con los lotes de ensayos clínicos no se pudo establecer completamente a nivel de calidad. Actualmente, solo hay pocos datos clínicos disponibles para pacientes tratados con lotes del proceso comercial, lo que respalda la eficacia de estos lotes, pero no excluye ligeras diferencias”
Por su parte, los investigadores del Hospital Clínic de Barcelona, lugar de producción de los productos CAR-T, señalan que es posible establecer una relación simbiótica con las empresas biotecnológicas. Y que la construcción de infraestructura de fabricación en los puntos de atención no tiene por qué servir como competencia para las compañías farmacéuticas, sino que puede reducir la brecha de desigualdad que existe actualmente con los programas comerciales de células T con CAR.
Referencias