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Revista de Revistas
 
Acetaminofen, aspirina y fallo renal crónico (Acetaminophen, Aspirin, and Chronic Renal Failure)
Fored CM, Ejerblad E, Lindblad P, Fryzek JP, Dickman, PW, Signorello LB, Lipworth L, Elinder CG, Blot WJ,. McLaughlin J K, Zack MM y Nyrén O
New England Journal of Medicine 2001; 345 (25): 1801-1808
 
 

Este estudio examina la relación entre el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINES) y el desarrollo de insuficiencia renal crónica. Los autores demuestran una clara relación entre la utilización de aspirina o paracetamol y un aumento del riesgo de fracaso renal.

El artículo describe un estudio caso-control a partir del Registro Nacional de Población sueca que incluye todos los nacidos en Suecia con edades comprendidas entre los 18 y los 74 años que vivían en el país entre 1996 y 1998. Se realizó una valoración del uso de analgésicos y enfermedades asociadas en los varones y mujeres cuya cifra de creatinina sobrepasase por primera vez 3,4 mg/dL y 2,8 mg/dL respectivamente. Se excluyeron los sujetos con causas prerrenales o postrrenales de insuficiencia renal, así como los transplantados, y se compararon con sujetos sin datos de frasco renal procedentes del mismo registro. Los investigadores, demuestran que el uso regular de paracetamol, aspirina o ambos, se asocia de manera dosis dependiente con un aumento del riesgo de insuficiencia renal crónica. Los sujetos que recibieron una dosis diaria de paracetamol igual o superior a 1,4 gr presentaban un odds ratio de 5,3 para insuficiencia renal (IC 95%, 1,8 a 15,1). La dosis de aspirina relacionada con un alto riesgo de insuficiencia renal estuvo en el rango de la dosis analgésica más que en la utilizada con fines de profilaxis cardiovascular.

Otro importante resultado del estudio es la evidencia de que debe existir una enfermedad renal o sistémica previa para que el uso de estos analgésicos-antiinflamatorios se asocie a un incremento del riesgo de fracaso renal. Los individuos sin enfermedad renal preexistente que utilizaban AINES sólo evidenciaron un pequeño riesgo de insuficiencia renal terminal. El editorial del NEJM correspondiente a este artículo, subraya que son millones de personas las que utilizan algún analgésico o antiinflamatorio de forma regular. La razón es su considerable eficacia para controlar la sintomatología dolorosa de procesos tan prevalentes como la osteoartritis así como las indicaciones específicas de la aspirina que la hacen recomendable al considerable segmento de la población con factores de riesgo cardiovascular. El mecanismo de acción de todos estos compuestos se basa en la inhibición de los enzimas de la ciclooxigenasa (COX) por lo que al prescribir estos fármacos, en muchas ocasiones en forma de asociación, el clínico debe valorar su potencial toxicidad y coste. Aunque hasta el momento la atención se centraba en las complicaciones gastrointestinales (sangrado) de los AINES, los efectos sobre la función renal comienzan a ser valorados en su justa medida.

Continúa la editorial, firmada por L. Crofford de la Universidad de Michigan, planteando el hecho de que todavía persisten importantes interrogantes en torno a la asociación AINES ­ fracaso renal. No se conoce a ciencia cierta si es necesaria la inhibición de COX por el paracetamol o la aspirina para que progrese la insuficiencia renal. En el estudio descrito, los AINES distintos de la aspirina no se relacionaron con un aumento del riesgo de insuficiencia renal cuando los datos se ajustaron para aspirina y paracetamol. En cualquier caso, afirma el autor que tanto los AINES como los coxibs pueden inducir nefrotoxicidad aguda o crónica como consecuencia de la inhibición de las prostaglandinas renales. Comenta el editorial la reciente descripción inicial de un aumento del riesgo de úlcera o hemorragia digestiva, en un rango similar al observado con AINES, cuando se utiliza paracetamol en dosis superiores a los 2 grs diarios. Las consecuencias prácticas del trabajo son difíciles de transmitir. Cada paciente debe ser considerado individualmente a la hora de tomar una decisión terapéutica respecto al uso de analgésicos-antiinflamatorios y el riesgo asociado de complicaciones gastrointestinales, cardiovasculares o renales. Cuando no existe una indicación de aspirina como profilaxis cardiovascular, puede recurrirse a dosis bajas de paracetamol, coxibs o AINES asociados a protectores de la mucosa gástrica como el misoprostol o inhibidores de la bomba de protones.

Publicado en El Mundo (España), 20 de diciembre de 2001

 

modificado el 28 de noviembre de 2013