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PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

Distribuidoras

México. Casa Saba une en su contra a la industria farmacéutica
Maribel R. Coronel
El Economista, 21 de julio de 2013
http://eleconomista.com.mx/columnas/salud-negocios/2013/07/21/casa-saba-une-su-contra-industria-farmaceutica

Inmersa en una riña familiar por una herencia valorada en más de US$2.000 millones, enfrentada con accionistas minoritarios y con múltiples demandas y sanciones por violar disposiciones de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la distribuidora de medicamentos Casa Saba podría estar a punto de enfrentar el mayor de sus problemas.

Tiene a la vuelta de la esquina el periodo de compras consolidadas de medicamentos por las instituciones públicas de salud y, de no hacer algo por sanar la relación con la industria farmacéutica, difícilmente podrá lograr un buen papel.

Resulta que esta empresa, encabezada en la actualidad por Manuel Saba, uno de los hijos menores de don Isaac Saba Raffoul, no cuenta con la confianza de las compañías farmacéuticas. Directivos de empresas productoras de medicamentos argumentan que las políticas de pago de la distribuidora no son las más favorables para la continuidad del negocio, pues en ocasiones el pago lo retrasan mucho más allá de 120 días.

El argumento de Casa Saba, en la mayoría de los casos, es que no se cuenta con la liquidez, pero lo que más molestia ha generado es que incluso se ha llegado a escuchar en Casa Saba que no pagan simplemente porque no quieren.

En otras palabras, en los pasillos de la industria productora de medicamentos se rumora que los herederos del clan Saba, ante la reciente salida del primo Gabriel Saba, han adoptado prácticas poco comunes en el negocio de la distribución de fármacos; en particular la que más afecta a la industria y que ya les parece insostenible es básicamente esa costumbre de quedarse con el dinero por meses, lo que hace pensar que se está financiando con las farmacéuticas o para decirlo en palabras coloquiales están “jineteando” el dinero que no les pertenece.

Esta situación evidentemente era insostenible, y tarde o temprano iba a salir a la luz, pero en estos tiempos cobra mayor relevancia, pues a partir de este año los procesos de licitación para el abastecimiento de medicinas en el sector salud, previstos para octubre y noviembre, se prevén realizar de manera única y conjunta bajo la coordinación del IMSS, de José Antonio González.

Ello significa que llegarán con ventaja aquellas casas distribuidoras con mayor capacidad de compra (a mayor volumen mejor precio) y, viendo las inconformidades que está cosechando Casa Saba, difícilmente será la que logre tener esa gran capacidad si más bien lo que está logrando es unir a la industria en su contra. Lo más interesante es que el disgusto contra Saba viene tanto de las empresas de innovadores (reunidas en AMIIF) como de las de genéricos (reunidas en Anafam).

Estamos hablando del proceso de adquisición de fármacos para el 2014 en que el gobierno federal buscará comprar todo en paquete y negociar los mejores precios ante las distribuidoras. Esto representará para la industria de fármacos una oportunidad de negocio con valor de Pm42.000 millones; es decir, casi 40% del valor total del mercado de medicamentos en México. Y recordemos que no es la industria productora la que participa directamente en estas licitaciones, sino que lo hace a través de las distribuidoras que se quedan con una proporción considerable del precio de venta.

De continuar con su actitud ventajosa, Casa Saba está corriendo el riesgo de limitar su poder de negociación con las compañías productoras de medicamentos y llegar en franca desventaja contra los otros tres gigantes del sector de distribución de fármacos: Nadro, de Pablo Escandón; Fármacos Especializados, de José Antonio Pérez, y Marzam, de Joseph Sitt.

 

modificado el 28 de noviembre de 2013