Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

Revista de Revistas
 

El coste para los pacientes de las medicinas prescritas con recetas (The cost of prescription medicines to patients)

   

Noyce PR, Huttin C, Atella V, Brenner G. Haaijer-Ruskamp FM, Hedvall M y Mechtler R.

Health Policy 2000: 52: 129-145

 
 

Un artículo muy útil para políticos y administradores de salud que tengan interés en aprender el impacto que tiene para el bolsillo de los pacientes los diferentes sistemas de financiar el suministro de medicamentos a través de copagos u otros medios de compartir el coste. Los autores comparan el coste para el paciente de los esquemas de financiamiento (copagos, excepciones por edad, por nivel de ingreso, por tipo de enfermedad, cargo fijo por medicamento o por receta que puede incluir varios medicamentos y que pude cambiar según grupos de medicamentos, por cantidad de medicamento recetado, y algunos países tienen topes para el pago total por medicamentos que puedan incurrir los pacientes) en Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, y Reino Unido, todos países de la Unión Europea con sistemas socializados pero diferentes en la organización de la atención médica y con esquemas diferentes de financiación de medicamentos. Por ejemplo, el Reino Unido tiene un sistema de cargo fijo por medicamento prescrito que incluye aquellos que se pueden comprar sin receta, por lo cual los médicos escriben recetas si el pago del cargo fijo es menor que el precio del medicamento de venta libre. Otros países solo cubren el pago de medicamentos que no son de venta libre. Estas diferencias tienen implicaciones económicas no solo para los pacientes sino para los sistemas de salud.

Los autores utilizan un método novedoso de comparación. Establecen 10 situaciones médicas y comparan el coste para el paciente de los medicamentos recetados para esas condiciones. Por ejemplo, la situación de un ejecutivo, divorciado, de 53 años que se está recuperando en su casa de un infarto de miocardio sufrido cuatro semanas antes bajo el cuidado de su hija soltera y desempleada. Se le ha prescrito Capotone 12,5 mg dos veces al día; Furosamida 40 mg una vez al día; Zocor 10 mg una vez antes de acostarse; y aspirina 75 mg dos veces al día. Las medicinas se le recetan para un período de cuatro semanas. En el Reino Unido cada uno de estos medicamentos le cuesta 7,04 de euros (1 euro=0,85 de US$ 1,00). En este país al paciente le sale más económico comprar la aspirina sin receta, porque el copago de 7,04 es más caro que lo que le costaría comprar la aspirina sin receta (2,41). En Francia, este paciente está exento de pagar todos estos medicamentos, en Finlandia hay un copago por los cuatro medicamentos que se consideran como si se tratase de solo una receta por un total de 35,27 euros, a pesar de ello es el copago más alto de los siete países pero, como los autores, indican los precios de los medicamentos también son los más caros en Europa. En Austria hay un copago de 3,15 euros por cada uno de estos medicamentos que entran dentro del mismo grupo terapéutico, pero la aspirina vale el doble que en el Reino Unido y por lo tanto le sale más económico al paciente comprar la aspirina con receta. Finlandia tiene los copagos más elevado de los siete países. En Dinamarca el copago está basado en un porcentaje del precio de cada medicina, y el porcentaje puede variar según el grupo terepéutico, además la seguridad social no cubre los medicamentos sin receta como es el caso de la aspirina. En Italia el copago se basa en una cantidad fija que varia por medicamento, el paciente paga 1,57 euros por Capotone que en el mercado cuesta 15,56 y paga 3,14 euros por cada uno de los otros tres medicamentos (la aspirina es más cara en el mercado que el copago). La situación en Alemania es algo semejante a la italiana, el copago por dos de los medicamentos es 3,64 euros u 2,60 por los otros dos. La aspirina es solo 0.04 euros más baratos que el copago.

Los autores reconocen que en su análisis no se tiene en cuenta las diferencias en el Producto Nacional Bruto per cápita, ni las diferencias en el precio de los medicamentos en los mercados que varían enormemente en los países de la Unión Europea. Por ejemplo, el precio mínimo de una prescripción para tres meses de sulfasalazina (500 mg cuatro veces al día) para una terapia rutinaria de mantenimiento de una colitis ulcerosa de poca importancia cuesta en el mercado en Alemania 126,03 euros y 28,44 en Francia.

Este estudio es un buen ejemplo de la complejidad que puede presentarse cuando se busca un sistema de financiación que sea equitativo y no grave excesivamente a los pacientes. La lección que se puede aprender de este estudio para países en vías de desarrollo es que sistemas simplistas de copagos pueden suponer una carga insoportable para muchos pacientes y poner en peligro el cumplimiento de las terapias recomendadas por los médicos.

Antonio Ugalde

 

modificado el 28 de noviembre de 2013