Acceso e Innovación
La píldora amarga del rico
Shreerupa Mitra-Jha
Governance Now, 29 de diciember de 2016
http://www.governancenow.com/news/regular-story/rich-mans-bitter-pill
Traducido por Salud y Fármacos
El acceso a medicamentos asequibles no es una preocupación exclusiva de los países pobres. EE UU, el Reino Unido y otros países europeos también enfrentan dificultades para mantener los medicamentos esenciales a un precio razonable.
Martin Shkreli, un empresario estadounidense y gestor de fondos de inversión (hedge funds), acaparó los titulares mundiales el año pasado cuando subió repentinamente el precio de Daraprim, un medicamento que salva vidas y se utiliza en el tratamiento del SIDA y el cáncer, de US$13.50 a US$750 por pastilla. Daraprim figura en la lista de medicamentos esenciales de la OMS. El precio del medicamento “lamentablemente se había subestimado”, dijo más tarde en una entrevista al Financial Times.
El hecho de que Skhreli utilice regularmente un antidepresivo llamado Effxor, que le cuesta sólo 17 centavos por píldora y que él dice que lo ha hecho “invencible”, es solo un inconveniente en su narrativa sobre la manipulación de precios (price-gouging)
Impax Laboratories, que vendió Daraprim a la compañía de Shkreli, vende un tratamiento de dos pastillas para tratar helmintos por US$800. Esto es 200 veces más de lo que el tratamiento costaría en el Reino Unido – donde se vende en las farmacias británicas por £3,50 por píldora.
El caso de Sovaldi de Gilead para el tratamiento de la hepatitis C, que cuesta US$1.000 al día, es bien conocido.
Un análisis académico independiente realizado por el farmacólogo Andrew Hill de la Universidad de Liverpool en el Reino Unido mostró que los estadounidenses pagan alrededor de 600 veces más que el costo de fabricación para acceder a los medicamentos modernos contra el cáncer. Un informe de Reuters dice que Hil, para calcular los costos de los medicamentos utilizó los datos del gobierno indio sobre el costo de los ingredientes farmacéuticos, permitiendo un margen de beneficio del 50%, pero asumiendo que no hay inversión en investigación.
“Sobre esta base, encontró que medicamento contra la leucemia de Novartis, Glivec, cuesta realmente US$159 por tratamiento anual, contra el precio de US$106,000 en EE UU” dice el informe. “Tarceva de Roche para el cáncer de pulmón cuesta US$236, frente al precio estadounidense de US$79.000, y Tykerb de Novartis cuesta US$4.000 frente a un precio de US$74.000”.
Claramente, el acceso a medicamentos asequibles no es una preocupación exclusiva de los países más pobres. Se habría esperado, por lo tanto, que la línea divisoria Norte-Sur tradicional -frecuente en los foros multilaterales- en este caso estuviera borrosa. Pero los argumentos ofrecidos en las salas de negociación por las economías desarrolladas como EE UU y la UE en referencia a la intersección entre la propiedad intelectual (PI), el comercio y el derecho a la salud pondrían en peligro esa esperanza.
Acceso a los medicamentos y la ONU
El debate sobre las barreras relacionadas con la propiedad intelectual (PI), específicamente las que ha puesto en evidencia el Panel de Alto Nivel sobre Acceso a Medicamentos (HLP) del Secretario General de las Naciones Unidas, fue uno de los más acalorados de los eventos que transcurrieron en la sala India de la OMS durante el 39º período de sesiones de la Junta de Coordinación del Programa (PCB) del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH / SIDA (ONUSIDA) celebrado del 6 al 8 de diciembre.
Las reuniones estuvieron cerradas a la prensa. Knowledge Ecology International (KEI), la ONG internacional que trabaja en el campo de la justicia social y la política de PI y ha sido premiada, informó que hubo una discusión de tres horas y media sobre el “Informe de síntesis de la investigación existente y la literatura sobre los factores, incluyendo los relacionados con la propiedad intelectual, que afectan la disponibilidad, la asequibilidad y la accesibilidad al tratamiento y la tecnología para el diagnóstico del VIH y las co-infecciones en los países de ingresos bajos y medios “.
Dos de las recomendaciones del “Informe de síntesis” eran: que el ONUSIDA debería seguir las recomendaciones del panel y elaborar informes sobre cómo los países y las regiones utilizan las normas de propiedad intelectual, incluyendo el uso de las flexibilidades previstas en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (ADPIC).de la Organización Mundial del Comercio –
Para los no iniciados, en noviembre de 2015, el Grupo de Trabajo de Alto Nivel estableció un panel con 15 expertos eminentes, incluyendo académicos, juristas, políticos y representantes de la industria farmacéutica, para analizar la incoherencia en las políticas cuando lo intereses legítimos de tipo político, económico y social no están bien alineados con las prioridades o entran en conflicto con el derecho a la salud, y recomiendan medidas para cerrar la brecha entre la innovación en salud y el acceso. El informe se publicó en septiembre de 2016.
Las principales recomendaciones del informe son: pedir a la OMC que adopte medidas inmediatas para evitar que los países se vean presionados cuando utilizan las flexibilidades de los ADPIC, desvincular el costo de la innovación de los precios finales de los medicamentos, las vacunas y las tecnologías de diagnóstico; proteger el derecho a establecer licencias obligatorias, cuando sea necesario, para proteger el derecho a la salud de los ciudadanos que residen en países vulnerables; transparencia, que incluye proporcionar datos desagregados que muestran la inversión de las empresas farmacéuticas en innovación, separada de los costes de marketing, publicidad y promoción; establecer una base de datos que muestre claramente el precio de los productos genéricos, patentados y biosimilares y dónde están disponibles, y para el 2018 haber establecido un órgano de revisión independiente para rastrear la innovación y el acceso a los servicios de salud. Además, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) de 2018 debería dedicar una sesión extraordinaria a cuestiones de acceso y examinar la aplicación de las recomendaciones del panel y el uso de las flexibilidades de Doha por parte de los Estados miembros.
Las referencias al panel durante las reuniones de la Junta de Coordinación del ONUSIDA fueron las más controvertidas, con discusiones que se alargaron durante horas. Mientras que los países en desarrollo y de ingreso medio como India, Brasil, Irán, Ecuador y Países Bajos apoyaron las recomendaciones del panel, países desarrollados como el Reino Unido y EE UU se negaron a mencionarlo.
“… acogemos con beneplácito el informe del Grupo de Alto Nivel del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el Acceso a los Medicamentos y agradecemos al PNUD y ONUSIDA que apoyen su labor. Como principales iniciadores, ONUSIDA y sus copatrocinadores deben trabajar con todas las partes interesadas pertinentes para aplicar las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel”, dijo India.
“Recordaríamos que el panel no es un EM (estado miembro) y que la OMPI sigue siendo una organización impulsada por EMs. El informe de panel no ha sido aprobado por ningún organismo o agencia de las Naciones Unidas, y sus miembros no llegaron a un consenso sobre las recomendaciones contenidas en el informe “, dijo la UE en una reunión de la OMPI un par de días más tarde. “También queremos recordar la importante y bien informada contribución del estudio trilateral OMPI-OMC-OMS titulado ‘Promover el acceso a las tecnologías médicas’ a los debates sobre este tema”, continuó.
La resistencia de un pequeño número de países desarrollados, cuyas compañías farmacéuticas se benefician de los precios actuales de los medicamentos, no es ni nueva ni sorprendente. Este grupo se ha opuesto al panel desde que fue creado el año pasado. Durante las negociaciones sobre los proyectos de resolución en la Asamblea Mundial de la Salud 2016, los países desarrollados trabajaron duro para eliminar las menciones al panel de los textos. En cambio, estos países tratan de insertar en el estudio trilateral entre tres organismos: la OMC, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la OMS, una compilación bastante insípida de actividades relacionadas con el tema que no incluye recomendaciones.
Michael Kirby, eminente jurista australiano que es miembro del panel, hizo un largo y apasionado discurso en la reunión de la Junta de Coordinación. “La OMS es la principal agencia mundial responsable de la salud en el mundo. No puede eludir esa responsabilidad o entregarla a los demás— trilateral o de otro tipo “, dijo.
Sorprendentemente, en noviembre de este año, la OMS había rechazado una solicitud de India para incluir las recomendaciones del panel en la agenda de discusión de la próxima junta ejecutiva en enero de 2017. Un grupo de sociedades civiles bien conocidas, incluyendo KEI y Third World Network, enviaron una carta mostrando su descontento a la directora general de la OMS Margaret Chan. El debate sobre el tema se celebró entonces en la OMC.
Kirby, uno de los miembros originales de la Comisión Global sobre el SIDA de la OMS que fue establecida en 1988 dijo “En junio de 2000, el precio medio de los ARV (antirretrovirales) era de US$10.000 anuales por paciente, completamente inalcanzable para los países con mayor prevalencia de VIH. De haberse dejado al mercado global, millones habrían muerto. Lo que permitió que durante la última década se implementaran iniciativas globales fue la acción decidida y el desarrollo de copias genéricas que redujeron el costo de los antirretrovirales”.
“En efecto, India, Brasil y otros países, respetando las leyes de PI tomaron iniciativas nacionales que los convirtieron en farmacias para los necesitados del mundo. Los costos de tratamiento de los pacientes se redujeron inmediatamente. De repente, el mundo podía soñar con servicios esenciales para millones de personas con VIH”, agregó.
Sin embargo, sus prudentes palabras no parecen haber afectado la posición de este grupo de países ricos que se oponen a las recomendaciones del panel. Unos días más tarde, el 13 de diciembre, las negociaciones durante el Comité Permanente de la OMPI sobre el Derecho de Patentes (SCP) se rompieron cuando la UE y algunos otros se negaron a permitir el debate del informe del panel en sesiones del SCP.
“Nosotros también estamos bastante desconcertados por la resistencia de algunos países desarrollados para discutir temas que claramente caen dentro del espectro de este comité”, Sudáfrica se quejó en un comunicado.<
“Vemos este fracaso en llegar a un consenso sobre los trabajos futuros, particularmente sobre las patentes y la salud, como una pérdida, especialmente para los países en desarrollo y los menos adelantados, que siguen enfrentándose a problemas de falta de acceso a medicamentos esenciales que salvan vidas, provocando muertes sin sentido “, explicaba con razón la declaración.
Médicos Sin Fronteras (MSF) habló sobre las serias barreras de PI que enfrenta para acceder a medicamentos asequibles y herramientas de diagnóstico para pacientes con VIH, así como co-infecciones como la TB y la hepatitis C. En ausencia de competencia genérica por las patentes y otras barreras reguladoras, el precio más barato de la terapia antirretroviral de tercera línea es aproximadamente 17,4 veces mayor que el más barato para el tratamiento de primera línea.
Esperamos que estas barreras sean cada vez más problemáticas, especialmente en los países de ingresos medios. Para 2020, el 80% de todas las personas que viven con el VIH residirán en países de medianos ingresos. El problema es que estos países se enfrentan a múltiples amenazas: financiamiento plano o decreciente; estrictas normas en materia de propiedad intelectual en el sector salud (los medicamentos y las tecnologías sanitarias) por los acuerdos de libre comercio, especialmente con EE UU, la UE y el Japón; precios de medicamentos más caros impuestos por las compañías farmacéuticas que se aprovechan de su posición monopólica; y están excluidos de las medidas voluntarias impulsadas por la industria, como las licencias voluntarias “, dijo MSF.
La proliferación de acuerdos de libre comercio (TLC) en las últimas dos décadas ha complicado aún más el acceso a medicamentos. Muy a menudo, los TLC imponen obligaciones adicionales en términos de protección de la PI a los países más débiles, son los llamados “ADPIC +”. Varios países se han visto arrastrados a los tribunales por legislar a favor de los precios y las medidas de salud pública que afectan negativamente los beneficios de las empresas multinacionales.
“A cambio de un comercio más libre, los pobres y vulnerables frecuentemente han tenido que renunciar a su autoprotección. Las flexibilidades en los ADPIC y las protecciones en Doha han sido inadecuadas para resistir las presiones”, argumentó Kirby.
Después de horas de redacción durante la reunión de la Junta de Coordinación de ONUSIDA, un texto que “daba la bienvenida” al informe se cambió por un débil “toma nota” en respuesta a las demandas de las naciones ricas.
El texto definitivo de la decisión dice lo siguiente: “Toma nota del informe del Panel de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Acceso a Medicamentos (UN HLP) y pide al Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH / SIDA que facilite más debates sobre el acceso a los medicamentos, teniendo en cuenta, cuando corresponda, el informe de UN HLP y otros informes relevantes, incluyendo el informe trilateral de la OMS / OMPI / OMC que promueve el acceso a las tecnologías médicas y la innovación, y que mantenga a la Junta de Coordinación de ONUSIDA informada”.
“Física y figurativamente, será trágico como respuesta al VIH y a la atención médica en general, si aquellos con poder simplemente “anotan” nuestro informe y sus recomendaciones. Si lo remiten a la mazmorra para recolectar polvo, muchos se quedarán atrás. Será una tragedia para la respuesta al VIH, y para la salud humana en general”, advirtió Kirby en la reunión.